Paisaje
Publicado en Nov 26, 2012
Caídas
como árboles talados, pero sin sangre roja ni sangre blanca, somos dos cuerpos extendidos sobre el camastro, mi mano izquierda pende al vacío, donde la luz de la ventana se dispersa en un tono ocre y sucio, una tus manos reposa sobre mi culo y su blancura tíbia, yo sonrío pero no ves mi sonrisa porque mi rostro se esconde en la almohada, fumas un cigarrillo, descansas lentamente y degustas como el ardor a que nos hemos sometido se marcha en la lejanía dejando aquí su esencia; mis pies cubiertos por las sábanas enredadas, los jeans en el suelo, el ruído de los motores de los carros al otro lado y mis pechos entregados al colchón tan caliente.
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Juan Carlos Caldern Pasco
Shelley & Monster
Les Libana