El, vivía viajando a otros mundos desde que era pequeño, Cada libro que leía, era como una tabla mas en las vías del tren, con cada historia de fantasía su mente y su  corazón, recorrían nuevas distancias.
De viaje, de viaje por el mundo del misticismo, el chico que adora a la luna, y mira las estrellas deseando alcanzarlas, estas simbolizan sus sueños, no son solo fenómenos físicos, las estrellas nos muestran lo hermoso y también lo inalcanzable.
Es extraña, la forma como algunas, personas, pueden, mirar la lluvia esperando, que esta le cuente una historia, pueden oír la música y cada canción tiene un significado y una escena.
Curioso, sentimiento ese de sentirse cercano pero distante, es cálido y frio te llena pero una pate de ti nunca está satisfecha.  Pues, el frio morir de las hojas en otoño es cálido, cálido, por sus alegres colores en tonos naranjas y rojizos.   
Las vías del Tren son un camino largo, y aun así continúa el errante viajero, no quiere parar pues nadie desea resignarse y renunciar a lo que quiere.  Todos luchamos e nos aferramos a ello, no queremos soltarlo.
 Superando altibajos, y enfrentando demonios, surgidos de nuestro interior, vamos haciendo nuestro propio camino, por entre las grises vías de un tren que nunca llega.
Todos, nos enfrentamos, a algo, absolutamente cada uno tiene un temor, puede ser a la soledad, puede ser a la perdida, o quizá al cambio, todos tememos a algo.
 Y miramos al cielo, al verlo podemos poblarlo de luces inalcanzables, o simplemente luces que nos enseñan el camino, solo nosotros podemos decidir si  poner oscuridad en el, o una hermosa aurora boreal, que nos llevara a nuestra propia utopía.
Porque él pasaba los días y las noches en busca de algo sin encontrarlo, quizá el sigue esas vías del tren, o sigue esas luces del norte, con la esperanza de que lo lleve a alguna respuesta. Que lo lleve hasta su otra mitad. 
Cuando hubo oscurecido, cuando aquella blancura, invernal y pálida se volvió gris, y el cielo se cubrió de brillantes colores, el lo capto.  Con el resplandor, pudo distinguir las siluetas de su vestido…
Una figura femenina, descendió sobre, el con su gran halo, y lo beso, en ese momento, el dejo de lado su presencia física, para fundirse con los haces Boreales.
Y en forma de un fenómeno luminoso, este errante viajero, continúo viajando por la tierra, y continúa haciéndolo ahora, a la espera de cobrar mas fuerza, a la espera de que mas sueños y esperanzas, en forma de soldados, y reyes guerreros acudan a él, aquel espíritu iluminado.
Porque alguna vez en nuestras vidas, algo en nuestro interior hace un viaje para encontrarse a sí mismo, como reflejo de algo diferente, muchos, ya lo han conseguido.
Pero aquel conjunto de Luces, aun espera por mas sueños que le den vida, mas humanos que se encuentren a si mismos y encuentren su otra mitad.