Cuando cae el sol, expiro el último aliento
Con un suspiro de resignación
Y viendo contemplar
en lo alto de este cielo
observo la primera luz
que la noche me regala
sólo para mí y para ti.
Somos dos, somos uno.
Tú y yo...
Y mientras siento
la calidez de la noche    
imagino tu rostro sobre el mío,
con la timidez de una leve sonrisa
que se dibuja en ti,
y tus ojos que llenan mi alma
en lo vacío de la noche,
así mientras la luna poco a poco
se desvanece y se pierde
en el instante del fin de esta noche
amanezco en otro nuevo día,
con la satisfacción de haberte
soñado y encontrado
en otra noche más de mis sueños...