Alguna vez me sentí solo...
Los robles que suponía deberían protegerme , cercenaron y limitaron mi vida.
La vida es la luz que, o nos lleva a lo más encumbrado de la cima
 ó nos catapulta al más hondo de los abismos.
Varias veces , en el socavón de mi alma, las osadas lágrimas; se hacían presa de mi pequeño germen, por que las gélidas tormentas de quiénes me dieron el ser, ignoraban mi presencia...
Ni siquiera en los momentos de angustia me dijeron:
¨acércate a la luz¨.
Muchas veces...muchas, me sentí muy solo. Lamentablemente los recuerdos
 no dejarán de estar en mi presente por que nunca, aunque he querido, he podido
despedirme y decirle adiós al ayer.
Ahora , cuando sólo he llegado a ser un pequeño árbol, me doy cuenta
que fui una semilla sin estrella y como el pasado siempre arrastrará mi presente
me he llenado de valentía algo temerosa, pero valentía al fin;
y no dejaré que las tempestades me venzan, por que aunque después de años
 no llegué a ser un gran roble;tengo la vida que Dios me dio por mérito, y es ella
la que me insinúa la senda hacia una luz celestial...