Imaginación, suele ser un concepto aplicado a los niños, a esa inocencia y esa entrega con la que afrontan todo. Es con ella con que podemos, mirar al horizonte y soñar con aquello que queremos alcanzar aun cuando sea imposible.  Es aquella determinación fascinante que nos hace entrar en otro mundo.
Es aquella voracidad que nos hace, pasar las páginas de un libro, llorar en alguna película, escribir, soñar, esbozar algún dibujo, o aprender a interpretar el mágico y universal lenguaje de la música atravez de un instrumento musical. ¿La razón por la que hacemos todo esto?, quizá sea simplemente que al realizar estas actividades, una partes de nosotros sueña y nos evoca en una situación similar, eso es la imaginación.
Este mencionado sentimiento se une a menudo con la creatividad, y nos hace explorarnos a nosotros mismos, nos hace ver la vida en un sentido distinto. Muchas veces nos impulsa a crear, imaginamos cientos que cosas que todo  los días pasan por nuestras cabezas, y les damos distintas formas, ya sean, todos estos pensamientos organizados y llevados al papel, son paginas y paginas de algún escrito propio que queremos compartir con el mundo . Queremos oír comentarios de gente que como nosotros, siente piensa y visualiza de manera similar a la nuestra, queremos despertar el lado sensible de  las personas a nuestro alrededor.
Cuando uno ve el mundo con perspectiva diferente, puede tomar paisajes, situaciones, hechos, entornos, realidades y fantasías, y fusionarlas todas en un fino collage dentro de nuestras  mentes. Este  es vibrante y esta a la espera de explotar para desarrollarse en todo su esplendor.
Y ahí en donde surge el arte, el arte es una explosión, es un estado del alma y es contradictorio. Un artista debe poseer la visión suficiente, para encontrar movimiento en lo rígido, amplitud en el espacio más cerrado, color en el lado opaco de las cosas, como un cielo  que se nubla con las gotas de lluvia. Debe saber visualizar la luz aun cuando la oscuridad parezca densa, debe encontrar en ella un punto  que brille con luz propia y se convierta en su estrella polar.
Sin embargo, como artistas, como una mente humana creativa e imaginativa que está en desarrollo, nos exponemos a ser juzgados, somos etiquetados en una sociedad basada en apariencias, donde nos obligan a asumir roles, y a ceñirnos en estereotipos. Son estos conceptos y visiones que nos empujan a un mundo donde cada fenómeno esta explicado y donde la imaginación es cosa de niños.
Incluso el adulto más cerrado, el más tradicional, la mente más cuadrada y práctica que exista, algún día fue niño, algún día soñó con correr bajo la lluvia y conocer las estrellas explorando el universo.
Y son esas las personas más  susceptibles, las que algún día dejaran atrás su concesión del mundo, en ese momento al abrir sus ojos y volver la mirada, verán aquello que consideraban imaginario, y lo tornaran real aun sin saberlo a ciencia cierta.
Cree, confía, imagina.