SUCESOS
Publicado en Dec 07, 2012
Un niño en el Perú, nace con una cola y cuernos, predice la desaparición de su pueblo costero. Un pequeño tsunami asota únicamente a Punto Orca, eliminándolo por completo de la existencia, el niño de con cuernos y cola de tan solo cuatro meses desaparece junto con todos sus habitantes. Al cabo de dos meses el niño con apenas medio año de vida reaparece, en uno de los pueblos aledaños, a al desaparecido Punto Orca. La temible criatura camina con una soltura que desmiente su edad por la calle principal, gritando para todo aquel que quiera escucharlo. El veinticinco de diciembre el mundo se acaba. Los lugareños huyen despavoridos ante tal predicción, el niño ríe a carcajadas burlándose de los pobres pueblerinos. Su travesía es trasmitida a nivel nacional, gracias a Internet la noticia llega al mundo en tan solo unas horas. A lo largo de quince cuadras dos camarógrafos sufren sendos infartos. El niño evita cualquier tarea de resucitación acercándose a ellos y quemándole el rostro a cada uno de los fallecidos. En menos de cuarenta y ocho horas el mundo no habla de otra cosa que del niño satánico del Perú y del prodigio celestial de la India. Casi en simultaneo al niño de Punto Orca y a modo de respuesta otro niño prodigioso nace en la ciudad de India, llamada Shans. Esta joven criatura no dice mas que, veinticinco de diciembre. No camina tan solo flota sobre el suelo y utiliza sus alas como timones. En India todos le rinden homenajes y rezos, hay fiesta en la ciudad Shans el niño alado flota entre un grupo de desnutridos vagabundos, les sonríe y estos sienten como sus estómagos se hinchan de comida y la fuerzas vuelven a sus brazos. Las cámaras de televisión transmiten todo el suceso haciendo llegar la noticia al mundo. Los dos niños llevan una guerra mediática, durante varias semanas. Ninguno de ellos se llega a conocer. Ambos niños predican la destrucción del mundo, partidarios de uno o del otro se enfrentan en peleas tan violentas que provocan la congoja de cualquier ejércitos. Las potencias mundiales esperan que los países tercermundistas se eliminen entre si para ellos tomar lo que quede. En algún lugar del patio del mundo en un pueblo agropecuario un hombre con pocos años vividos y muchos sufridos, labra la tierra bajo sus pies. No hablan mucho, pero si alguien le pregunta dirá que el primero de enero del año que viene su hijo cumplirá su primer añito de vida. Sonríe como el sol y sus carcajadas parecen notas musicales. Esta juntando dinero para festejarle su primer año sobre la tierra. Este hombre silencioso, tranquilo y trabajador, demuestra cada día de su vida, que el único prodigio real es sembrar la tierra y esperar. Fin. Autor: Nicolás Vilaró-Tronfi
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