El Rollo de Cobre (Cultura)
Publicado en Dec 08, 2012
Un rollo es, en términos de manuscritos antiguos, una larga lámina, generalmente de papiro o pergamino enrollada sobre sí misma, en que se escribía antes del desarrollo de los códices que, aunque escritos al comienzo sobre estos mismos soportes, tuvieron el formato de los libros actuales.
Si de rollos de esta clase estamos hablando, uno de los más enigmáticos y famosos es el llamado Rollo de Cobre. Por si alguien no lo sabe, a este Rollo de Cobre los eruditos lo llaman 3Q15 y es uno de los Manuscritos encontrados en las inmediaciones del Mar Muerto, concretamente en Khirbet Qumrán. ¿Qué sabemos de los Manuscritos del Mar Muerto en general? Consultado Wikipedia encuentro lo siguiente: "Los Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán (llamados así por hallarse los primeros rollos en una gruta situada en Qumrán, a orillas del mar Muerto), son una colección de alrededor de 800 escritos de origen judío, escritos en hebreo y arameo por integrantes de la congregación judía de los esenios, y encontrados en once grutas en los escarpados alrededores del mar Muerto. La mayoría de los manuscritos se encuentran hoy en el Museo de Israel en Jerusalén, en el Museo Rockefeller de Jerusalén, así como en el Museo del Departamento de Antigüedades en Ammán (Jordania). Datan de los años 150 antes de Jesucristo hasta 70 después de Jesucristo. Se sabe que hace años en la región fueron descubiertas en diferentes circunstancias, vasijas de barro con manuscritos bíblicos y otros escritos en hebreo y griego. Un hallazgo ocurrió en una vasija de barro cerca de Jericó, en el año 217 y Orígenes utilizó manuscritos de los Salmos descubiertos allí; luego en el siglo IX se informó de otro hallazgo realizado por judíos que informaron de ello a una iglesia cristiana. Los primeros siete rollos que con certeza proceden de las cuevas de Qumran, de pergamino, fueron encontrados en 1947 por Jum'a y su primo Mohammed ed-Dhib, dos pastores beduinos de la tribu Ta'amireh en una cueva de Qumrán. Los hallaron de casualidad mientras perseguían a una de sus cabras. Estos rollos fueron vendidos (troceados, para aumentar su precio), mediante diversas vicisitudes a dos anticuarios de Belén. Cuatro de ellos fueron vendidos (por una pequeña cantidad) al archimandrita del monasterio sirio-ortodoxo de San Marcos en Jerusalén, Atanasio Josué Samuel (más conocido como Mar Samuel). Los tres siguientes, al final, fueron a parar al profesor judío Eleazar Sukenik, arqueólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén que dándose cuenta del valor de los mismos los compró en 1954. Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando un masivo interés en arqueólogos bíblicos, cuyo fruto sería el hallazgo de otros seiscientos pergaminos, y cientos de fragmentos. Lo más importante de este hallazgo es su antigüedad, que permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo. La mayoría de los manuscritos datan de entre los años 250 antes de Jesucristo y 66 después de Jesucristo, estando entre ellos los textos más antiguos de que se dispone en lengua hebrea del Tanaj o Antiguo Testamento bíblico. Se cree que fueron ocultados por los esenios debido a las revueltas judías contra los romanos en aquellos años". Centrrémonos ahorsa en El Rollo de Cobre. Este rollo es muy peculiar porque no está escrito en cuero o papiro, como ocurre con el resto de rollos encontrados allí, sino que está escrito en metal, en una aleación de cobre y estaño. Además, resulta que el Rollo de Cobre es el único que no contiene un texto literario, sino que es un listado de lugares en los cuales varios objetos de oro y de plata están enterrados o escondidos. Esto podría invitar a cualquiera, de los que creen que en el Templo de Jerusalén hay enormes riquezas, a coger un pico y una pala y lanzarse a las ardientes y calurosas arenas del desierto de Judea en su búsqueda. Consultando Internet resulta que: "El Desierto de Judea limita con las Montañas de Judea al oeste y con el Mar Muerto al este. Se considera un desierto relativamente pequeño, que abarca sólo unos 1.500 kilómetros cuadrados, pero contiene muchas reservas naturales fascinantes, enclaves históricos, monasterios y paisajes primitivos que lo convierten en un lugar interesante y único que visitar. El Desierto de Judea ofrece innumerables vistas sobrecogedoras siempre cambiantes. Montañas, cortados y colinas cretáceas junto a mesetas, cauces fluviales y profundos cañones. Este desierto lo atraviesan a todo lo largo y ancho diversos ríos que han excavado gargantas de hasta 500 metros de profundidad. Algunos de estos ríos llevan agua todo el año y crean oasis como los de Nahal Arugot, Nahal Prat y Nahal David. Los antiguos cortados de la vertiente oriental del desierto se elevan hasta una altura de 300 metros sobre la costa del Mar Muerto, y al pie se hallan las reservas naturales de Ein Gedi y Einot Tzukim. El desierto de Judea está próximo a Jerusalén y su población es relativamente escasa. Los pocos asentamientos que hay allí se establecieron en su perímetro. Este desierto es conocido por su accidentado paisaje, que a lo largo de la historia ha dado cobijo y ocultado a rebeldes y zelotes, y ha proporcionado soledad y aislamiento a monjes y eremitas. En tiempos de los macabeos (hace unos 2.000 años) se construyeron en el desierto grandes fortalezas como Massada y Horkenya. Durante la gran rebelión contra Roma, la última batalla de los judíos zelotes se libró en Massada, y en tiempos del Segundo Templo vivieron aquí miembros del culto del Desierto de Judea. Hace varias décadas se descubrieron aquí los Rollos del Mar Muerto ocultos en una caverna de Qumrán, documentos que permitieron arrojar luz acerca de la Biblia y del periodo en el que se escribieron. Merece la pena visitar el Parque Nacional de Qumrán para ver los restos arqueológicos del asentamiento judío que hubo allí. Los rebeldes judíos no fueron los únicos que vivieron en el Desierto de Judea. En la época bizantina (hace unos 1.500 años) vivió allí una orden monástica especial conocida como Laura, que basaba su modo de vida en el aislamiento y la soledad totales. Los magníficos monasterios que pertenecieron a los monjes de esta orden se construyeron en los riscos y en las grietas de las rocas creando pequeñas cámaras individuales y cúpulas para las reuniones de los días de oración. Se han construido muchos monasterios en el Desierto de Judea. Algunos de ellos siguen activos, mientras que los de Mar Saba, Mar Jirias y otros están deshabitados y sólo quedan sus ruinas. Cerca de este desierto y de sus monasterios se encuentra uno de los lugares más importantes de la Cristiandad, el lugar del río Jordán donde Jesús fue bautizado por Juan el Bautista. Según la tradición cristiana, las aguas del río Jordán son sagradas, y muchos peregrinos llegan aquí para sumergirse en ellas (este lugar se trasladó posteriormente al punto donde el Jordán sale del lago Kinneret, ya que es de más fácil acceso). Se pueden hacer excursiones por el Desierto de Judea durante varios días a pie, en bicicleta o en todoterreno. Los turistas encontrarán alojamiento en uno de los numerosos hoteles de la zona o pueden acampar bajo las estrellas para vivir realmente una experiencia en el desierto". Pero antes de intentar buscar tesoros de oro y de plata en el Desierto de Judea, es bueno advertir que se puede ver el Rollo de Cobre en Jordania, exactamente en el Museo Arqueológico de Ammán. Vamos a explciar qué es el Museo Arqueológico de Ammán para situarnos más concretamente. Según la Guía Michelín: "Es un museo realmente pequeño para una colección realmente grande... Los verdaderos tesoros del museo arqueológico constituyen un magnífico testimonio de la diversidad cultural e histórica del país desde la prehistoria hasta el imperio bizantino. En numerosas piezas se distinguen las influencias egipcias, asiáticas o persas que fueron dejando siglos de intercambios comerciales y conquistas. El broche del museo son las estatuas, de una o dos cabezas, de Ain Ghazal, consideradas como las figuras antropomorfas más antiguas (8000-6000 a.C.) halladas hasta el día de hoy. De visita absolutamente obligada". Por su parte, David Giner informa: "Aunque en general los museos de Jordania no figuren entre los más importantes y populares del mundo (a excepción de la National Gallery of Jordan) a lo largo del país existen diferentes colecciones que suelen ejercer como elemento complementario a la visita de las ciudades en que se ubican. Una de ellas es la que alberga el Museo Arqueológico de Ammán, sito en la zona de la Ciudadela. Construido en el 1951, el museo acoge una amplia colección de restos encontrados en todos los sitios arqueológicos de Jordania: cerámica, cristal, joyas, estatuas, monedas, etc., todo tipo de piezas que hacen referencia a la evolución de Jordania en el tiempo. Y entre todos los elementos expuestos podemos destacar las estatuas de yeso de ‘Ain Ghazal, que datan del 6000 antes de Jesucristo, y el pergamino de bronce del Mar Muerto, escrito en caracteres árabes. ¿Cuál es el contenido del Rollo de Bronce?. Volvemos a echar mano de Wikipedia: "El Rollo de Cobre es uno de los Manuscritos del Mar Muerto encontrados en Khirbet Qumrán, pero difiere significativamente de los otros. Mientras que los otros rollos están escritos en cuero o papiro, este rollo está escrito en metal: cobre mezclado con, aproximadamente, un 1 por ciento de estaño. A diferencia de los otros, este rollo no es una obra literaria, sino que contiene un listado de lugares en los cuales varios objetos de oro y plata están enterrados o escondidos. Se exhibe, en la actualidad, en el Museo Arqueológico de Ammán, Jordania. El tesoro descrito está valorado en, al menos, mil millones de dólares". "Dos rollos de cobre fueron encontrados en 1952 al fondo de la Cueva 3 de Qumrán, la última de 15, de ahí que esté referenciado como 3Q15. El metal estaba corroído, y no pudieron ser desenrollados por medios convencionales. El profesor H. Wright Baker, de la Facultad de Tecnología de Mánchester, Inglaterra, cortó las láminas en tiras. Entonces quedó claro que los rollos eran parte de un mismo documento. Se tomaron y publicaron fotografías de baja calidad de los rollos. Los estudiosos han encontrado difícil trabajar con ellas, y han dependido de copias del texto hechas por el estudioso Józef Milik y publicadas en 1962. Otro estudioso, John Marco Allegro, publicó su traducción en 1960. El rollo fue fotografiado en 1988 con precisión más clara, en un nuevo intento dirigido por P. Kyle McCarter, Jr.". "El estilo de la escritura es inusual, diferente de los otros rollos. Está escrito en un estilo similar al del Mishná Hebreo. Hay una ortografía inusual, y la letra tiene los rasgos propios de alguien que escribe en cobre con una aguja. También está la anomalía de que siete de los nombres de los lugares están seguidos por un grupo de tres o cuatro letras griegas. El texto es un listado de sesenta y cuatro lugares; sesenta y tres de los cuales son tesoros de oro y plata, que se estiman por toneladas. Al final de la lista se menciona un documento duplicado con detalles adicionales. Algunos estudiosos creen que este documento pudo ser el Rollo de Plata, un rollo que los arqueólogos aún están buscando en el desierto de Israel. Los estudiosos mantienen que el texto fue tal vez copiado de un documento original por un escriba iletrado que no hablaba la lengua en la que los rollos fueron escritos. Quizás esto fue hecho así para que el secreto del contenido del texto fuera preservado. El escriba cometió un total de treinta errores o fallos en la copia del texto, fallos que alguien familiarizado con la lengua original no habría cometido. Descifrar el listado es todo un desafío, ya que incluso contiene nombres de ciudades y calles. Sin embargo, hay una controversia acerca de si la Cueva de las Cartas contenía uno de los tesoros enumerados, y si los artefactos de este lugar habrán sido recuperados. Aunque el rollo fue, obviamente, hecho de una aleación de cobre para que durase, los lugares son mencionados para un lector que tuviese un estrecho conocimiento de las oscuras referencias, por ejemplo: «En la cisterna de irrigación de Shaveh, en la salida que hay allí, enterrados a once codos: 70 talentos de plata» (de la traducción de Allegro), o «En la cueva que está cerca de la fuente que pertenece a la Casa de Hakkoz, excavar seis codos. Hay seis barras de oro» (de la traducción de McCarter)". "El tesoro del rollo se cree que puede ser el tesoro del Templo de Jerusalén, presumiblemente, del Segundo Templo. El profesor McCarter identifica provisionalmente uno de los lugares, ubicado en la propiedad de la «Casa de Hakkoz», con la familia de Hakkoz, uno de los tesoreros del Templo reconstruido, el siguiente al retorno de Babilonia, como se detalla en los libros de Esdras y Nehemías, del Antiguo Testamento. Las teorías sobre el origen del tesoro fueron desmontadas por Theodor H. Gaster: Primero, el tesoro podría pertenecer a la comunidad de Qumrán. La dificultad aquí está en que se supone que la comunidad era una hermandad ascética, con lo que no es compatible la posesión de un vasto tesoro. Segundo, el tesoro podría ser el del Segundo Templo. Sin embargo, Gaster cita a Flavio Josefo quien establece que el tesoro principal del Templo todavía estaba en el edificio cuando los romanos lo derribaron, y también que otros textos de Qumrán son muy críticos con el clero del Templo como para haber trasladado sus tesoros a un lugar seguro. Tercero, el tesoro podría ser el del Primer Templo, destruido por Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el año 586 antes de Jesucristo. Esto no parece encajar con el espíritu de otros rollos, a menos que, quizá, el rollo fuese dejado en la cueva durante el exilio en Babilonia, posiblemente, en una pequeña comunidad de conserjes, quienes serían los precursores de la comunidad de los Manuscritos del Mar Muerto. Cuarto, la teoría favorita de Gaster es que el tesoro es un bulo. De ser así, es un rumor muy elaborado para un pueblo antiguo que no es fundamentalmente conocido por su sentido del humor. La idea de antiguos tesoros perdidos u ocultos en Tierra Santa no se contempla sin fascinación. El Segundo Libro de los Macabeos describe que el profeta Jeremías transportó el Arca de la Alianza y otros objetos para ocultarlos en una cueva del Monte Nebo. La sencillez de las listas del Rollo de Cobre parece indicar la ubicación de la zona emplazada entre Hebrón y el Monte Gerizim como el lugar donde debería haber algún tesoro, si no ha sido ya descubierto en el transcurso de los últimos 2.000 años". "En 1958, el novelista Nathaniel Normen Weinreb publicó Los rollos de cobre (The Copper Scrolls), la historia de un escriba llamado Kandane que es contratado por un sacerdote de Qumrán para grabar una lista de tesoros sagrados. Weinreb escribió su novela antes de que él y el público general supieran que los llamados «rollos» de cobre eran, en realidad, dos secciones separadas de los que fue originalmente un solo rollo de aproximadamente ocho pies de longitud. El desenlace de la novela Formato C (Format C), de Edwin Black, incluye el uso del Rollo de Cobre para encontrar el Rollo de Plata, que proporciona a los protagonistas la información necesaria para encontrar y defenderse de la mayor amenaza del libro. El Rollo de Cobre es el protagonista de un thriller político, El Rollo de Cobre (The Copper Scroll), de Joel C. Rosenberg, publicado en 2006. Este libro implementa la teoría de su autor de que los tesoros enumerados en el Rollo de Cobre y el Arca de la Alianza serán encontrados en el Fin de los Tiempos para redecorar el Tercer Templo. También aparece en la novela de Sean Young Arenas violentas (Violent Sands). En esta novela histórica, Barrabás jura ser el protector, cueste lo que cueste, del Rollo de Cobre y del tesoro al que éste conduce. El Rollo y la búsqueda de sus tesoros fueron objeto de un documental en 2007 de la serie Buscando la verdad, del Canal de Historia. El programa ofrecía un conocimiento básico de la investigación sobre el Rollo de Cobre y las principales teorías de acerca de su interpretación". El Rollo de Cobre es distinto al resto de las obras halladas en las cuevas de Qumrán y esto ha producido numerosos debates y controversias todavía no aclaradas definitivamente. Se conocen con ese nombre por el simple hecho de que su contenido está inscrito en una plancha de cobre mientras que los demás rollos o bien son escrituras en pergaminos o bien son escrituras en papiros. El rollo de cobre era frágil y estaba partido en dos fragmentos, lo cual hizo que se tardaran bastantes años hasta que se encontró una técnica para cortarlo en tiras. Al final los componentes del equipo de Roland de Vaux se dieron cuenta de que estaba muy implicado con el resto de rollos y con la comunidad ascética que se suponía que habitaba en dichas cuevas. ¿Quién era Roland de Vaux? Según el contenido de Wikipedia: Fray Roland Guérin de Vaux, (París, 17 de diciembre de 1903 - Jerusalén, 10 de septiembre de 1971) fue un sacerdote y fraile dominico francés, arqueólogo e historiador, que dirigió el equipo católico que inicialmente trabajó sobre los Rollos del Mar Muerto. Fue el director de la Escuela Bíblica, un francés Catholic Theological School en Jerusalén oriental, y estaba encargado de supervisar la investigación sobre los manuscritos. Su equipo excavó el sitio antiguo de Khirbet Qumrán (1951-1956), así como varias cuevas al noroeste del Mar Muerto. Las excavaciones fueron dirigidas por Ibrahim El-Assouli, perteneciaente al Museo Arqueológico de Palestina. La asociación de los sitios arqueológicos, las cuevas y los pergaminos con la secta judía de los esenios, desde hace mucho tiempo que se justifica, está ahora bajo una nueva evaluación por una serie de estudiosos de la Biblia y arqueólogos. De Vaux nació en París en 1903, ingresó en el sacerdocio en 1929 y recibió los hábitos de la Orden de Predicadores el mismo año. Desde 1934 hasta su muerte en 1971, vivió en Jerusalén, estudió en la Escuela Bíblica de Jerusalén, posteriormente enseñó diversos temas como la historia y la exégesis allí. Se interesó en los estudios arqueológicos. Había trabajado en varias excavaciones cuando Gerald Lankester Harding, el director del Departamento de Antigüedades de Jordania, en contacto con él en 1949 para investigar una cueva cerca del Mar Muerto, donde algunos manuscritos habían sido encontrados. Por aquel entonces había sido director de la Escuela Bíblica durante cuatro años. La cueva más tarde llegó a ser conocido en la nomenclatura de "la cueva de Qumrán 1", la primera cueva para producir textos que se conocen como los Rollos del Mar Muerto. La primera de cinco temporadas de excavaciones en las cercanas ruinas de Qumrán se inició en diciembre de 1951. Además de las excavaciones de Qumrán, de Vaux también hizo temporadas en Wadi Murabba'at con Lankester Harding en 1952, y en Ein Feshkha, a pocos kilómetros al sur de Qumrán, en 1958, cuando regresaba regularmente a Tell el-Far'ah (norte) de 1946 a 1960. Fue editor de la Revue Biblique de 1938 a 1953, cuando asumió el cargo de redactor-jefe de los Rollos del Mar Muerto, siendo responsable por la publicación de los primeros cinco volúmenes de los descubrimientos en el desierto de Judea, el funcionario de la publicación de las ediciones de los manuscritos. Cuando de Vaux estaba trabajando en Qumrán y sus alrededores más rollos fueron encontrados y estos descubrimientos atrajeron a un pequeño grupo de jóvenes estudiantes de hebreo para trabajar en ellos. Estos académicos, algunos de los cuales trabajaron en sus rollos asignado durante décadas, entre ellos Józef Milik, John Marco Allegro, Frank Cross y John Strugnell. En 1959 presentó su análisis de la zona arqueológica de Qumrán en la Academia Británica. Sus conclusiones fueron las siguientes: 1) El sitio de Qumran, además de un uso temprano durante la Edad de Hierro, fue habitada desde el año 135 antes de Jesucristo hasta algún tiempo después de 73 después de Jesucristo. Esto representa tres períodos separados de la ocupación, Período I, para el terremoto del 31 antes de Jesucristo, Período II del reino de Arquelao, 4 después de Jesucristo a la destrucción a manos de los romanos en el comienzo de la Guerra de los judíos en el 68 después de Jesucristo, y Período III, la ocupación militar romana hasta algún tiempo antes de que finalice el siglo. 2) Las cuevas cercanas, que contenían los pergaminos, estaban relacionadas con el asentamiento de Qumrán, ya que en ambos lugares se encontraron artefactos similares. 3) El sitio fue el hogar de una secta judía conocida como los esenios y que el contenido de los rollos a menudo reflejan lo que se conoce de los esenios del antiguo historiador judío, Flavio Josefo. De 1961 a 1963 trabajó con Kathleen Kenyon en las excavaciones en Jerusalén. De Vaux decidió no publicar un informe arqueológico definitivo para su trabajo en Qumrán, a pesar del interés de todo el mundo, aunque dejó tras de sí numerosas notas, que han sido sintetizados en un solo volumen y publicados en 2003. En el conjunto de sus dos volúmenes, Antiguo Israel, Volumen 1: Instituciones Sociales (1958) y el Antiguo Israel Tomo 2: Las instituciones religiosas (1960), de Vaux escribió ampliamente acerca de lo que parecía poner de manifiesto la arqueología sobre el Antiguo Israel. ¿Y quiénes eran los esenios? Para sintetizar nuestros conocimientos vamos a qué dice sobre ellos el Archivo de Wikipedia: "Los esenios (del griego Essinoi, Esenios, Ossa) eran una secta judía, establecida probablemente a mediados del siglo II antes de Jesucristo, tras la revuelta macabea y cuya existencia hasta el siglo I está documentada por distintas fuentes. Sobre el origen de la palabra esenios se han tejido varias hipótesis: puede provenir de la palabra "santos" en griego «ossa", o ser una referencia a "los piadosos" hasidei, en arameo hesé; y según algunos escritos árabes se refieren a ellos como magaritas, "de las cuevas". Durante mucho tiempo fueron sólo conocidos por las referencias de autores antiguos, tales como Plinio el Viejo, Flavio Josefo, Filón, Dión Crisóstomo, Hipólito de Ostia y Epifanio de Constancia, aunque para algunos estudiosos, los esenios eran un grupo de ascetas que vivían aislados en comunidades separadas, probablemente la mayoría de los varios miles de miembros de la secta vivían en pueblos y ciudades y una importante comunidad esenia vivía en Jerusalén, que ha sido encontrada ya por los arqueólogos. Tras la revuelta Macabea (166-159 antes de Jesucristo), que habían apoyado pero cuyos resultados finales no compartieron, se retiraron al desierto para "preparar el camino del Señor", bajo el mando de un nuevo líder, el Maestro de Justicia. Si alguien deseaba ser miembro de la comunidad (Yahad) debía ser instruido, aceptado y luego pasar dos años de prueba para ingresar definitivamente. A los que hacían el juramento y entraban en la comunidad se les exigía una vida entera de estudio de la Ley, humildad y disciplina. No volvían a jurar pues estaban obligados a decir siempre la verdad. Sus bienes pasaban a ser parte de toda la comunidad y, al igual que los frutos del trabajo personal, se distribuían según las necesidades de cada uno, dejando una parte para auxiliar a pobres, viudas, huérfanos, mujeres solteras de edad, desempleados, forasteros y esclavos fugitivos que, sin ser integrantes de la comunidad, requirieran ayuda. Se imponía también la observancia de un estricto código de disciplina, cuya base era la corrección fraterna mutua. Por lo general, las mujeres no eran aceptadas dentro de la comunidad, y los hombres practicaban el celibato toda su vida, aunque según Josefo, una parte de los esenios sí permitían el matrimonio y entre las normas de Qumrán se reconoce claramente la opción de casarse, pero se exige monogamia estricta para todas las personas, incluso los reyes. Administraban la interpretación última de la Ley que había sido revelada a su fundador, a quien se hace referencia en sus escritos como el Maestro de justicia. Este personaje, del que se especula más gracias a los manuscritos del Mar Muerto, actuó hacia el 150 antes de Jesucristo y se habría opuesto al Sumo Sacerdote Jonatán, hermano de Judas Macabeo, al considerar que había abandonado la fidelidad a Dios. Sus seguidores marcharon a Qumrán, sitio que los integrantes de la comunidad llamaron Damasco. La arqueología muestra que la ocupación de Qumrán fue intensa del 103 al 76 antes de Jesucristo., durante los reinados de Aristóbulo I y Alejandro Janeo, quienes persiguieron cruelmente a sus opositores. El esenismo no se limitó a Qumrán. Se sabe que en el siglo I en Jerusalén había un barrio esenio. Muchos esenios, unos 4.000, según Flavio Josefo, vivían en las ciudades, de una forma particular, pacifista, en comunidad de bienes, manifestando su doctrina. Según este autor, parte de los esenios no se casaban, pero otros por el contrario sí lo hacían. Entre estos últimos estaban los de Qumrán, que debían contraer matrimonio a la edad de 20 años. La comunidad de Qumrán, se autosostenía con los trabajos agrícolas. En las ruinas es notable el número de depósitos de agua. Estos eran imprescindibles para las necesidades físicas de la comunidad en medio del desierto, pero también desempeñaban una parte importante de su ritual, que incluía numerosos lavados. Algunos han supuesto que, así como los terapeutas egipcios también, dentro de sus leyes y deberes los esenios eran vegetarianos, pero no hay absolutamente nada que indique tal cosa en los rollos de Qumrán. Se ha especulado con que Jesús de Nazaret y Juan el Bautista tenían relación con ellos o incluso pertenecían a la secta: "parece que Juan el Bautista y tal vez también Jesús y su familia fueron cercanos a esta comunidad. En cualquier caso, en los manuscritos de Qumrán hay múltiples puntos de contacto con el mensaje cristiano. No puede descartarse que Juan el Bautista viviera un tiempo en esta comunidad y haya recibido en ella, en parte, su formación religiosa". Entre ellos se ha querido ver el germen del cristianismo y Renán llegó a escribir que "el cristianismo fue en gran medida el esenismo triunfante". Respecto a si Jesús perteneció a la congregación de los esenios, se tiene una referencia en el evangelio de Juan 10:22-23, donde habla que Jesús asistió a la fiesta de la Dedicación o Jánuca, de la cual se cree que los esenios no compartían, por considerar dicha fiesta ilegal. Jesús estaba en Jerusalén desde dos meses antes, cuando había ido a la Fiesta de las Tiendas (Juan 7:2-10). Por otra parte, si se sigue los evangelios sinópticos, es posible que Jesús haya celebrado la Pascua en la fecha indicada en el calendario seguido en Qumrán, ya que los mismos indican claramente que la última cena fue una celebración de Pascua (Mateo 26:17-19, Marcos 14:12-16, Lucas 22:7-15) y además que la unción de Betania ocurrió dos días antes de la fiesta de los panes sin levadura y la Pascua, mientras que el evangelio de Juan indica que la unción de Betania fue seis días antes de la Pascua (Juan 12:1) y Jesús murió el día anterior a la Pascua oficial (Juan 16:31).[11] Lo cierto es que la Biblia no hace referencia alguna al término Esenio o alguna comunidad con tales características; tampoco se ha encontrado testimonio histórico que designe a alguna comunidad o secta con el nombre de "Esenios" en fuentes hebreas o arameas y los rollos de Qumrán usan designaciones como "comunidad de los santos", "congregación de los pobres", "asamblea de los numerosos". En el siglo XIX, los esenios fueron popularizados por los escritos del espiritista Allán Kardec (1804-1869) y la teósofa Madame Blavatsky (1831-1891). Estudios recientes, particularmente los relacionados con la Doctora Rachel Elior de la Universidad Hebrea de Jerusalén, sugieren que los manuscritos del Mar Muerto o rollos de Qumrán, no fueron escritos por los Esenios, sino por sacerdotes expulsados del templo de Jerusalén. Para Elior, los Saduceos, una secta descendiente del sumo sacerdote Sadoc que ungió a Salomón como rey, son los verdaderos autores de los rollos de Qumrán, los mismos que pertenecieron al Templo y se trasladaron al Mar Muerto con la intención de protegerlos. Rachel Elior también afirma que los Esenios fueron introducidos por el historiador Flavio Josefo, mientras que no existe mención alguna de los Esenios en los manuscritos del Mar Muerto; a la vez que no se encuentra testimonio histórico de los Esenios en fuentes hebreas o arameas. Considera atípico que personas que hubiesen coexistido en vida comunitaria de forma parca y frugal -contrario a la ley de la Tora- no aparezcan mencionados en fuentes hebreas o griegas. La autoría saducea de los rollos del Mar Muerto, ha sido refutada por varios expertos, ya que las reglas de Qumrán y el Documento de Damasco exigen explícitamente la comunidad de bienes como requisito de ingreso, lo cual era opuesto a las prácticas saduceas. Los qumranitas se designaban como "los pobres", mientras los saduceos pertenecían a la crema de la sociedad rica y aristocrática. Aunque los autores de los rollos encontrados reclaman su origen sacerdotal y por tanto un origen común con los Saduceos, también denuncian que el Templo fue contaminado por la corrupción de los sacerdotes que quedaron allí, por lo cual es imposible que fueran estos últimos al huir quienes hayan preservado los rollos. Durante los años de control saduceo del Templo, del 134 al 76 antes de Jesucristo, durante los gobiernos de Juan Hircano, Aristóbulo I y Alejandro Janneo, los autores de los rollos fueron severamente perseguidos, luego es claro que no eran saduceos sino sus contradictores. La angelología, así como insistencia de los diversos rollos en seguir el calendario solar del libro de los Jubileos y 1 Henoc excluye también la posibilidad de una autoría saducea. Según The Interpreter's Dictionary of the Bible, los esenios eran aún más exclusivos que los fariseos y "a veces podían ser más farisaicos que estos mismos". Sin embargo, mientras los fariseos, para salvar una propiedad, permitían que un sábado se sacara de un pozo a una res accidentada ("vosotros" Mateo 12:11), se oponían a curar a las personas en sábado, los esenios se oponían a rescatar una vaca de un pozo el sábado, pero a la vez si se trataba del accidente de una persona un sábado, mandaban quitarse las ropas y rescatar con ellas a quien fuera que hubiera caído al agua, inmediatamente, el mismo sábado. Documento de Damasco (XI:12-15)". Ninguna de estas cuestiones formó parte de la Vida y Obras de Jesucristo, luego se deduce, fácilmente, que Jesucristo no era esenio sino, con total rotundidad,. el Hijo de Dios. Una vez hecha esta aclaración, sigamos con el Rollo de Cobre. A diferencia de los demás rollos del Mar Muerto, estaban inscritos en hebreo tardío (tanto en su escritura como en el lenguaje utilizado) y, según lo descubierto de dicha escritura, era un catálogo de 64 objetos (la mayor parte son de metales preciosos y objetos del Templo de Jerusalén), con indicaciones del lugar donde, aparentemente, se debían encontrar. Algunos investigadores defienden que el Rollo de Cobre describe tesoros reales y creen que se refieren a materiales sacados clandestinamente de Jerusalén, antes de ser sitiada y escondidos, por seguridad, en el desierto de Judea y otros lugares. Lamentablemente es que hoy no se pueden identificar estos lugares y los que se han localizado no presentan ningún rastro de tesoros escondidos en ellos. Lo cual ha llevado a algunos investigadores de que se trata de alguna broma o de una fantasía ancestral. Pero Judah Lefkovis publicó una nueva edición y estudio sobre el Rollo de Cobre. Este investigador sugiere que lo sucedido es que los primeros investigadores exageraron mucho la cantidad del tesoro y, basándose en una mejor medida del talento, que era la unidad de peso utilizada para medir los metales preciosos, opina que no eran 200 toneladas (como se dijo en principio) sino solamente 60 toneladas; y que la mayor parte del tesoro no era de oro (solametne el 17 por ciento del total según este investigador) sino principalmente de plata y de cobre; lo cual parece, a primera vista, una medida mucho más realista. Sin embargo, no es el contenido de este rollo lo que tantas controversias ha levantado, sino sus implicaciones por el mero hecho de existir junto al resto de rollos de Qumrán. El Rollo de Cobre se encontró en la cueva 3, pero se discute mucho acerca del lugar. Así, algunos dicen que estaba en la parte posterior de la cueva (o sea, detrás de otros rollos de pergamino depositados delante de él y eos quiere decir que fue depositado allí al mismo tiempo que los demás rollos o incluso antes). Pero el investigador Hartmut Stegermann afirma que se encontró en la boca de la cueva, bajo una gran pila de piedras y frente a la parte trasera de la cueva que estaba aún sellada (esto significa que no tendría ninguna conexión con las personas que depositaron los demás rollos allñi). ¿Estamos otra vez ante especialistas que fuerzan los hechos para hacer coincidirlos con sus propias teorías sobre la natrualeza y los orígenes de aquella comunidad sectaria a la cual nunca perteneció Jesucristo?. Si aceptamos que la lista del tesoro es auténtica nos encontramos con graves problemas respecto a la opinión más antigua sobre los Manuscritos del Mar Muerto, Y así, el equipo de De Vaux y sus sucesores dicen que todos ellos compondrían la biblioteca de la secta establecida en Qumrán y que se escondieron allí por cuestión de seguridad durante la revolución judía del año 68 después de Jesucristo. Paremos un poco la cuestión y digamos qué fue dicha revolución. Me parece muy interesante volver a consultar Wikipedia: "El sitio de Jerusalén del año 70 después de Jesucristo fue un acontecimiento decisivo en la Primera guerra judeo-romana. Fue seguido por la caída de Masada en el año 73. El ejército romano, dirigido por el futuro emperador Tito, con Tiberio Julio Alejandro como su segundo al mando, sitió y conquistó la ciudad de Jerusalén, que había estado ocupada por sus defensores judíos en el año 66 después de Jesucristo. La ciudad y su famoso templo fue destruido el mismo año de su conquista. La destrucción del Templo de Jerusalén todavía es lamentada anualmente durante la festividad judía Tisha b'Av y en el Arco de Tito (todavía en pie en Roma), donde se representa y celebra el saqueo de Jerusalén y el Templo. La destrucción del Templo fue un acontecimiento importante para la historia y la tradición judía, conmemorado anualmente por los judíos durante el ayuno de Tisha b'Av. Es igualmente importante para la teología cristiana. Este evento ha sido relatado en detalle por el dirigente judío que había entrado al servicio de los romanos y, luego, se convirtió en historiador: Flavio Josefo. Desde la captura de Jerusalén por Cneo Pompeyo Magno en el año 63 antes de Jesucristo, los romanos ocuparon Judea y la gobernaron, algunas veces, por intermedio de príncipes locales que pusieron en el lugar, tales como Herodes I el Grande o Herodes Agripa I, algunas veces directamente por procuradores que eran a menudo corruptos y que suscitaban hostilidad en los judíos y recibían apoyo de la importante población helenizada. Según Flavio Josefo, las causas inmediatas de la revuelta, en 66, fueron un sacrificio pagano ante la entrada de la sinagoga de Cesarea Marítima, seguido por el desvío de 17 talentos del tesoro del Templo de Jerusalén, por el procurador Gessius Florus. El acto decisivo que significó la ruptura con Roma fue la decisión de Eleazar ben Hanania y encargado del cuidado del Templo, de no aceptar más el sacrificio cotidiano para el emperador. La revuelta, de la cual Ernest Renan escribe que constituye «un acceso de fiebre que no se puede comparar con lo que aconteció en Francia durante la Revolución y en París en 1871», tuvo en inicio algún éxito. El asesinato del emperador Nerón en 68 llevó a Vespasiano a lanzarse a la lucha por la dignidad imperial; sin embargo, interrumpió la guerra contra los judíos para ser coronado en Alejandría. Los combates tuvieron entonces un período de calma que los judíos no aprovecharon para organizarse. Con el ascenso al Imperio asegurado, Vespasiano partió hacia Roma y dejó el comando de las legiones de Judea a su hijo Tito, quien abandonó Cesarea poco tiempo antes del Pésaj de 70, para asediar Jerusalén en busca de dar inicio, según Dion Casio, a las negociaciones. A pesar de que durante la Primera Guerra Judeo-Romana, los zelotes tuvieron éxitos iniciales en repelar a los asedios romanos y expulsar a gran número de legionarios fuera de Judea; pero a falta de un buen liderazgo, empezaron a pelear entre ellos. Además, carecieron de disciplina, formación y preparación para las batallas que seguirían. Al empezar el año 66, Tito junto con tres legiones (V Macedonica, XII Fulminata y XV Apollinaris) rodearon la ciudad por el lado occidental y una cuarta legión (X Fretensis) hizo lo propio por el Monte de los Olivos en el este. Logró ejercer gran presión sobre los suministros de alimentos y agua de los habitantes de la ciudad, al permitir a los peregrinos ingresar en la ciudad para celebrar el Pésaj y, luego, negarles la salida. Después de que varias incursiones judías mataran a algunos soldados romanos, Tito envió a Flavio Josefo, el historiador judío, a negociar con los defensores; esto terminó con los judíos hiriendo al negociador con una flecha y otra incursión fue lanzada poco después. Tito también fue capturado durante este ataque repentino, pero logró escapar. A mediados de mayo, Tito ordenó destruir la recientemente destruida Tercera Muralla con un ariete, el cual abrió una brecha en ella y en la Segunda Muralla. Luego, giró su atención a la Fortaleza Antonia, ubicada justo al norte del Monte del Templo. Los romanos fueron entonces arrastrados a la calle en la lucha contra los zelotes, pero se les ordenó retirarse al templo para evitar grandes pérdidas. Flavio Josefo fracasó en otro intento de negociar y los ataques judíos impidieron la construcción de torres de asedio en la Fortaleza Antonia. Los alimentos, el agua y otras provisiones fueron menguando al interior de Jerusalén, pero se consiguió introducir a hurtadillas dichos suministros en la ciudad, burlando a las fuerzas romanas en el proceso. Para poner fin a esta situación, se emitieron órdenes para construir un nuevo muro y también se reinició la construcción de la torre de asedio. Después de varios intentos fallidos de penetrar o escalar las murallas de la Fortaleza Antonia, los romanos lanzaron finalmente un ataque secreto, por el cual sorprendieron a los guardias zelotes durmiendo y lograron capturar la fortaleza. Este era el segundo mayor edificio en el perímetro defensivo de la ciudad, después del Monte del Templo, y constituía un excelente punto de partida para atacar al propio Templo. Los arietes no tuvieron gran éxito, pero la lucha por sí sola provocó que las paredes se incendieran, cuando un soldado romano lanzó un tizón en una de las paredes del Templo. Destruir el Templo no estaba entre los objetivos de Tito, posiblemente debido a las expansiones masivas llevadas a cabo por Herodes I el Grande unas pocas décadas antes. Lo más probable es que Tito haya querido capturarlo y transformarlo en un templo dedicado al emperador romano y al panteón romano. A pesar que Tito no deseaba la quema del Templo; sin embargo, pronto el incendio estuvo fuera de control. El Templo fue destruido en la fecha conocida como Tisha b'Av, a finales de agosto, y las llamas se propagaron a las zonas residenciales de la ciudad. Las legiones romanas aplastaron rápidamente a la resistencia judía restante. Parte de los judíos que se salvaron escaparon por medio de túneles subterráneos escondidos, mientras que otros se dirigieron a los altos de la ciudad para resistir. Esta defensa detuvo el avance romano debido a que tuvieron que construir torres de asedio para asaltar a los judíos restantes. La ciudad estuvo bajo completo control romano para el 7 de septiembre y los romanos continuaron persiguiendo a los judíos que habían huido de la ciudad. Sulpicio Severo (363-420), al referirse en su crónica a un escrito anterior de Tácito (56-117), dijo que Tito atacó Jerusalén con el fin de destruir el templo para favorecer el debilitamiento y supresión de las sectas judías y cristianas. Algunos estudiosos sostienen que en realidad la destrucción de Jerusalén liberaba a la iglesia cristiana para cumplir con su principio de religión universalista destinada a todo el mundo. La narración de Flavio Josefo, generalmente se considera poco fiable en este caso. Josefo había actuado como mediador para los romanos y, cuando las negociaciones fracasaron, fue testigo del asedio y de las consecuencias del mismo. Escribió: Ahora, tan pronto como el ejército no tenía más personas para matar o para el saqueo, ya que se mantuvo a ninguno de los objetos de su furia (para que no han escatimado, había permanecido allí cualquier otro trabajo que hacer), Tito César dio órdenes de que ahora debería demoler toda la ciudad y el templo, sino que debe salir ya que muchas de las torres en pie, ya que eran de la mayor prioridad, es decir, Phasaelus, y Hippicus, y Mariamne, y gran parte de la pared adjunta la ciudad en el lado oeste. Este muro se salvó, con el fin de garantizar un campamento de como se encuentran en la guarnición de [la ciudad en el Alto], al igual que las torres de [los tres fuertes] escatimado también, con el fin de demostrar a la posteridad de qué tipo de ciudad se , y qué tan bien fortificada, que los romanos habían sometido valor, pero para todo el resto de la pared [en torno a Jerusalén], se establecen incluso tan a fondo con el suelo excavado por los que hasta la fundación, que no se dejó nada a los que allá se cree que [Jerusalén] ha sido habitada. Este fue el final que llegaron a Jerusalén por la locura de los que fueron para las innovaciones, una ciudad de otro de gran magnificencia, y la fama entre los poderosos de toda la humanidad. Y realmente, el propio sentimiento de uno mismo era de melancolía porque, por aquellos lugares que fueron adornados con árboles y jardines agradables, ahora se había convertido en una tierra desolada, y todos sus árboles fueron talados. Tampoco puede ningún extranjero que había visto anteriormente Judea y los más bellos barrios de la ciudad, y que ahora lo veían como un desierto, dejar de llorar y lamentarse por un cambio tan grande. Josefo afirma que 1.110.000 personas murieron durante el asedio, de los cuales la mayoría eran judíos. Además, 97.000 fueron capturados y esclavizados, incluidos Simón Bar Giora y Juan de Giscala. Muchos huyeron a las zonas de todo el Mediterráneo. Tito se negó a aceptar una corona de la victoria decretada por el Senado de Roma, ya que "no hay mérito en derrotar un pueblo abandonado por su propio Dios". Los teólogos judíos Amoraim atribuyeron la destrucción del Templo y de Jerusalén como un castigo de Dios por el "fundamento del odio" que invadió la sociedad judía en la época. En la teología cristiana, según una perspectiva teológica del individuo, este acto de la historia es vista como un completo cumplimiento de muchas profecías de que habla el Evangelio de Jesucristo. Este modo de pensamiento conocido como Preterismo, considera al Sitio de Jerusalén como cumplimiento de una profecía específica de Cristo respecto a la destrucción del Templo, pero no trata con el fin de la edad, conocido como Premillennialismo. Estos dos puntos de vista teológico, Preterismo y Premillennialismo, son diametralmente opuestos, aunque ambos toman su significado de la misma serie de los pasajes se encuentran en la Biblia. La guerra en Judea, en particular, el asedio y la destrucción de Jerusalén, han inspirado a escritores y artistas a través de los siglos. El bajo relieve en el Arco de Tito ha sido influyente en el establecimiento de la menorah como el símbolo más espectacular de los saqueos del Segundo Templo". Bien. Aquí se está hablando de los zelotes. ¿Quiénes eran los zelotes? Vamos a seguir basándonos en la imparcialidad del Archivo de Wikipedia: "Los zelotes o zelotas fueron un movimiento político-nacionalista en el Israel del siglo I fundado por Judas el Galileo poco después de nacer Jesús. El nombre (del hebreo qanaim, de "celar") se refiere al celo por Yahvé guardado por sus miembros. Los Emmanueles fueron la facción más violenta del judaísmo de su época, enfrentándose frecuentemente a otras facciones como los fariseos o saduceos, a quienes acusaban de tener "celo por el dinero". El vocablo zelota ha pasado a ser sinónimo en varios idiomas de intransigencia o radicalismo militante. Algunos historiadores los consideran como uno de los primeros grupos terroristas de la historia ya que utilizaban el homicidio de civiles que a su entender colaboraban con el gobierno romano, para disuadir a otros de hacer lo mismo. Dentro del movimiento zelota, una facción radicalizada conocida como los sicarios, se distinguió por su particular virulencia y sectarismo. Su objetivo era una Judea independiente del Imperio Romano mediante la lucha armada tal y como sucedió en la Gran Revuelta Judía del 66-73 durante la cual controlaron Jerusalén hasta que la ciudad fue tomada por los romanos, que destruyeron el Templo, y tres años más tarde ocuparon la fortaleza de Masada, el último refugio zelote, tras el suicidio de sus defensores. Robert Eiler ha creído descubrir un vínculo entre el cristianismo naciente y los zelotes, nacionalistas fanáticos. Este autor ve un mensaje cristiano inicial que se correpondería al de un mesianismo político tendiente a instaurar el reinado de Jesús, en caso necesario, en una Palestina libre de romanos e idólatras. Este mismo punto de vista es sostenido por Brandon. Todo esto, como ya sabemos muy bien, no es cierto ya que Jesucristo no solamente no era un revolucionario armada -su fuerza era precisamente el pacifismo- y bien dijo: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Diois". Jesucristo jamás fue un zelote o zelota. Lo único que sabemos con mayor seguridad es que el mundo en el que vivía Jesús estaba fuertemente imbuido de espíritu zelote, pero según Cullmann el mismo Jesús debió constantemente tomar posición en contra de esa avanzada del nacionalismo judío frente a los romanos, desautorizándolo. Esto demuestra claramente que Jesucristo no fue jamás un guerrillero armado sino que llegó a decirle a Pedro: "Guarda tu espada porque quien a hierro mata a hierro muere". Jesucristo en la Paz y no la Guerra. Judas el Galileo es mencionado como uno de sus líderes más relevantes y recordado por sus acciones en la época del primer censo en Judea, tal como figura en los Hechos de los Apóstoles. En el Nuevo Testamento es conocido el capítulo en la que la libertad de Barrabás, quien podría ser un líder zelota preso, es preferida por una muchedumbre a la de Jesús de Nazaret, atestiguando la popularidad de dicho movimiento en su época. Uno de los discípulos de Jesús, escogido por él como apóstol, provenía posiblemente de este movimiento, pues es designado inequívocamente como Simón el Zelote en el Evangelio de San Lucas. Esta traducción que hace Lucas, zelotei, contrasta con la trascripción griega καναναιον, kananaion, de Marcos y καναναιος kananaios, de Mateo, que obviamente se refieren al hebreo qanaim o al arameo kanán. Se ha especulado en cambio sin ninguna prueba, con que Judas Iscariote era "Judas el sicario". Sin embargo, en el Testamento en Galilea de Nuestro Señor Jesucristo, evangelio apócrifo etíope, se menciona a Judas como zelota (capítulo II, versículo 12) y se le reconoce como hijo de Simón el cananeo o el Canaíta. El nombre de Iscariote sería nada más un apelativo derivado de ishi-karioth (hombre de la sica, el temible puñal curvo de los sicarios). Fuera como fuere, muchos estudiosos consideran la condena de Jesús por la comunidad judía como una actitud que responde al desengaño de los israelitas respecto a Él, que se reveló, no como un líder militar zelote que liberara a los judíos del yugo romano, sino como un líder espiritual, que solo prometía una liberación más allá de este mundo. Igual se piensa de la actitud de Judas Iscariote, desengañado porque su mesías no era el líder terrenal que él deseaba. Y terminamos ya volviendo al Rollo de Cobre. Algunos suponen que los judíos sectarios de Qamrún eran conocidos por su ascetismo (lo cual se lee en los rollos) pero... ¿habrían podido tener tantas riquezas como dice el Rollo de Cobre si el rollo hubiese sido escrito por ellos? La opinión generalizada es que existen problemas y dificultades para explicar de dónde provino el tesoro originalmente. Si observamos los objetos sagrados de la lista es probable que hubiesen salido del Templo de Jerusalén porque no sólo tenía riqueza propia sino que era un depósito de seguridad. Ahora bien, lo conocido de aquella secta de esenios es que habían roto todas sus relaciones con el Templo y sus dirigentes. Así que si hubiesen vivido en Quamrán... ¿aceptaron este tesoro proveniente del Templo o se les encomend´´o su custodia? Podemo deducir que, quizás, y sólo es una hipótesis más, o reconsideraron la naturaleza de su comunidad o debemos pensar en otra hipótesis más lñogica. Norman Golb opinó que se inclinaba por esta opción y mantuvo la opinión generalizada sobre Quamrán y los orígenes de la colección de roolos es errónea; afirmando que este Rollo de Cobre no tiene ninguna conexión con el asentamiento de los que vivían en las cuevas, señalando que nunca fue hogar de ninguna comunidad sectaria. Esto nos lleva a concluir que los rollos habrían venido de Jerusalén, algunos qui´zas del Templo y alguinos quizás de biliotecas privadas. Esta opinión es muy factible de que sea verdadera porque hay información dentro del Rollo de Cobre que ha sido minimizada por algunos: se menciona un total de 8 lugares donde se dice que habría libros escondidos. Si aceptamos esto como lo más seguro se deduce que la colección de Quamrán no era única en su género y sería solamente manuscritos provenientes de Jerusalén que no fueron descubiertos o recuperados hasta los tiempos modernos. La alternativa a esta hipótesis es creer que la comunidad sectaria de los esenios escondió los manuscritos en las cuevas que están encima de Quamrán mientras que, al mismo tiempo, alguien relacionado con los zelotes y proveniente de Jerusalén pudo esconder este Rollo de Cobre en la cueva 3.
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