La pesada noche vuelca su encanto en tu piel rosada mojada por la lluvia de hace un rato.
Tus ojos cansados alumbran hacia abajo, en los charcos formados sobre el cemento.
Y la gente da vueltas como moscas a tu alrededor, creo entenderte mas que nadie, creo.
Ese vértigo travieso que circula en mi garganta al verte pesa mil toneladas cuando escucho tu voz burlona, solo un susurro a la distancia que se ríe de mi y lo que represento o que creo representar.
Enojado o triste no se  corres a tu casa, empujando todas esas moscas molestas, pero tu figura sigue donde antes estabas, la contemplo con fascinación  mientras mas moscas inquietas llenan ese lugar vació en el espacio pútrido.