Luz Celeste (Novela - Cómic - Guión Cine) -93-
Publicado en Dec 12, 2012
Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid... El Salón de Actos de la Facultad está de nuevo lleno de estudiantes masculinos y femeninos para atender la segunda charla de la Jornada de Reflexión. En esta ocasión el conferencista es el Decado Don José Ángel de Benito y de Beneyto que comienza a dirigirse a todos los alumnos y todas las alumnas allí reunidos. - Después de todo esto, futuros señoritos periodistas y futuras señoritas periodistas, comunicadores sociales todos, sólo tengo que leerles a todos ustedes el siguiente texto, escrito por el joven antes citado por el Señor Director del Centro Nacional de Inteligencia, sobre loq eu debe ser la Deontología de esta profesión Comienza con un pensamiento que quizás les haga pensar a todos ustedes: "La ética es aquella embarcación dónde sólo se atreven a subir los conocedores de la Verdad". Escuchen en total silencio: "Leo un pensamiento escrito en una vieja hoja de un cuaderno mío de la infancia. El cuaderno es mío pero el pensamiento no y dice "porque nadie puede nacer por ti ninadie puede crecer por ti debes buscar dentro de ti". Nadie puede hacer por ti lo que tú debes hacer con tu vida. Descubre que siempre el principal responsable de todo lo que te suceda, bueno o malo, eres tú mismo o tú misma. Sólo si nos sentimos valerosos y valiosos por ser tal como somos, podemos aceptarnos como somos y podemos ser nobles, auténticos y verdaderos. Todo ello solamente nos hace felices si somos tal como somos. No somos responsables del todo en cuanto a nuestras emocione, que son innatas de nuestra genética interna, pero debemos ser responsables de lo que hacemos con ellas. Estoy leyendo, esta tarde, un libro de Anatole France y subrayo el siguiente párrafo: "Cada cual tiene la edad de sus emociones". Afortunadamente, superado ya el pensamiento de Franco, no tenemos por qué parecernos a retratos. Nuestros retratos sólo son instantáneas, más o menos perfectas, de un punto concreto de nuestras vidas... pero nuestras vidas fluyen y discurren, por los meandros de la existencia, perfilándonos diversos momentos diferentes según transcurre el tiempo. Somos más libres de lo que nos enseñan a ser. Somos realidades vivias en nosotros mismos sea lo que sea que opinen los demás En nuestras vidas, todo lo nuestro lo sabemos mejor que nadie y todo nos lo decimos a la cara y sin tapujos cuando, a solas, nos miramos al espejo de nuestra propia verdad. Es ahí donde somos tal como somos y es ahí donde debemos comprobar si estamos a gusto o no estamos a gusto con lo que somos. ¡Los jóvenes nunca dejamos de serlo! ¡Los periodistas y las periodistas, deontológicos y deontológicas, nunca dejamos de ser éticos ni dejamos de tener moral! ¡Los jóvenes no nos morimos nunca, porque perduramos duratne todo el tiempo siendo jóvenes!. Es por eso por lo que hacemos que nuestras ideas perdures también siemrpe y evolucionen unas tras otras, sin envejecer jamás. Defiendo esto porque es lo que puedo sentir siemrpe con entusiasmo y sonando. ¡Soñad con un Dios que nos transforma tanto en lo físico como en lo espiritual y no hagamos caso a otros dioses sino a cómo se porta en la vida Jesucristo! Lo que realmente somos es lo que realmente escribimos con palabras sinceras o lo que guardamos silencios con sentimientos honestos. ¿Comprendéis ahora? ¿Habéis comprendido ahora y para siempre? Sin miedo... sin miedo nunca... siempre llegaréis a alcanzar vuestros Grandes Sueños. ¡Soñad siempre en Grande como Jesucristo os pide! Otro imponente silencio se apodera de todos los estudiantes que llenan el Salón de Actos, hasta que Carmen levanta su mano derecha. - ¿Tiene usted, señorita Vergara, alguna pregunta que hacerme? - Sí. Tengo una inquietud. - Adelante. Pregunte lo que más le interese sin ninguna clase de prejuicio ni de temor. - ¿Qué es lo mejor que puede soñar un periodista o una periodista? - Lo mismo que cualquier otro ser humano que tenga ética y actúe con principios morales; o sea, que entienda lo que es la Deontología Profesional, puesto que debe usted saber, señorita Vergara, que un buen periodista o una buena periodista debe ser, ante todo, un buen ser humano, una buena persona que sepa lo que significa soñar con los ojos abiertos sin hacer daño a nadie de manera consciente y a conciencia. Quienes no creen en Jesucristo no tienen en cuenta nada de esto porque no saben lo que es un Gran Sueño. Los periodistas cristianos y las periodistas cristianas sabemos muy bien lo que queremos. Todos los periodistas deberían saber distinguir entre lo que es la Deontología Profesional... porque algunos sí somos de verdad periodistas pero otros no lo son por muchos títulos que hayan obtenido vaya usted a saber cómo, de qué manera y gracias a quienes les han ayudado siempre a cambio de vender su dignidad por unas cuantas monedas como verdaderos judas traicionando a los demás. Así que depende de nosotros mismos y de vosotras mismas ser tal como pensamos o ser tal como nos esclavizan los intereses creados de los que tanto habló Jacinto Benavente y con lo cual alcanzó a ser Premio Nobel de Literatura. ¿Alguna pregunta más, señorita Vergara? - Sí. Una última cuestión. Tengo una duda existencial sobre todo lo que nos habló, anteriormente, el Señor Director General del Centro Nacional de Inteligencia - Eso de la duda existencial sucede por haber leido tanto a Ginsberg en lugar de haber ojeado un poco la Sagrada Biblia Cristiana. Ginsberg, como otros muchos filósofos existencialistas... ¿qué sabían en realidad sobre la existencia si dudaban de la existencia?... y es por eso por lo que existen periodistas que sólo llegan a ser hasta jefes de programación de algunos canales de televisión; pero no llegan a ser más que eso, porque carecen de lo más fundamental que es lo que yo explico en mis clases de Deontología Profesional y de Ética del Periodismo. En otras palabras, esa clase de periodistas de prensa escrita, radio y televisión, que alcanzan altos puestos laborales gracias a que están enchufados y están apadrinados o amadrinadas por quienes dirigen los medios de comunicación de masas, y digo comunicación de masas y no comunicación social porque son dos cosas diferentes y usted ya me está entendiendo lo que quiero decir, no tienen ninguna clase de valor ni de credibilidad alguna... puesto que no escriben ni hablan más que aquello que les imponen, desde fuera de ellos mismos, quienes les han comprado su dignidad si es que alguna vez tuvieron dignidad. Si usted duda es que está haciendo un ejercicio de su profesión pero, al dudar tanto, hágase un favor a usted misma y deje su lugar a otro u otra que no dude demasiado. La duda deja de ser razonable cuando hay que llevar a cabo una investigación periodística que incluya eliminar mucho tiempo de fiestas, ocios y juergas y hasta incluso poner en peligro nuestras vidas. Yo siento ahora nostalgia de que en mi aula nunca haya estudiado el más joven investigador del CNI, porque él si es capaz de ofrecer la vida por alguien. ¡Eso es ser un verdadero reportero y un verdadero profesional aunque todavía sea solamente un estudiante que se encuentra en Tercer Curso de Periodismo! ¡Dar la vida por alguien! ¡Setamor! ¿Ha leído usted algo de la novela Setamor, señorita Vergara? ¡Eso es ser un verdadero profesional de reportajes únicos y originales! ¡Y yo digo aún mucho más porque eso es ser un verdadero y valiente ser humano! ¿Qué es ser un verdadero hombre, señorita Vergara? Yo le ahorro el esfuerzo de tener que contestar porque le afirmo que lo que ha hecho ese joven Jota Jota es ser un verdadero hombre y, aún más, es ser un verdadero héroe. Asi que doy por terminada mi conferencia y les animo a que hagan verdaderas tertulias si han aprendido algo de esta Jornada de Reflexión pero no me hagan corrillos de chismosos y comadres, por favor; porque eso de los chismosos y las comadres sólo son propio de cotillas y cotorras y no tertulias de profesionales con comentarios y opiniones de calidad. Nada tienen que ver con la cultura los chismes y las alcahueterías que muchos usan como comunicación interpersonal cuando, en realidad, la verdadera comunicación interpersonal se basa en la comunicación de valores y principios cristianos. Yo les digo a todos ustedes, señoritos periodistas y señoritas periodistas del futuro, que cuenten hasta diez antes de decir y escribir tonterías absurdas y necedades; o cuenten hasta veinte, o hasta treinta incluso, cuando quieran decir o escribir algo que sea verdadera comunicación social o interpersonal. Esto es lo que les recomiendo para que sepan y estudien sabiamente no sólo para saber lo que es la Deontología Profesional y la Ética del Periodismo, sino para sentirlas y no perderlas jamás. Por eso es por lo que el Señor Director General del Centro Nacional de Inteligencia, conocido por todos como CNI, está buscando a seres humanos, verdaderos seres humanos, para formar el Departamento del Centro Internacional de Corazones, que no es una idea de Club de Entretenimiento, sino un proyecto de Centro de Trabajo; porque bastante falta nos hace ya que seamos profesionales no cuando hay fiestas de por medio, no cuando hay cócteles por medio y no cuando hay toda clase de vicios por medio. Aprovechen el tiempo estudiando de verdad y no solamente acudiendo a saraos. Hay que olvidarse ya de ser vividores y bebedores acudiendo a los grandes restaurantes de la ciudad y ser capaces de no terminar como alcohólicos si es que deben, en alguna ocasión, de investigar hasta en oscuras tabernas o entrevistar a chavalillas muy sexys sin caer en las redes de la prostitución de nuestro oficio; porque el periodismo no es solamente un trabajo más o menos atractivo sino, sobre todo, un esforzado oficio donde se adquiere verdadera cultura. Debemos redefinir lo que es cultura para aprender que cultura no es solamente "el conjunto de conocimientos de una persona" sino, sobre todo, "el conjunto de sentimientos de un ser humano". ¿Han comprendido la enorme diferencia que existe entre ambos conceptos si es que desean, algunos y algunas de ustedes, aspirar a ser incluídos en el CNI? Quizás sea solamente eso lo que de verdad valga la pena de asumir como búsqueda del éxito en lugar de ansiar la fama... y no la obtención de dinero sólo por acumular dinero. Saber cómo se debe tener dinero y saber cómo emplear el dinero basándose, primeramente, en el amor. Posiblemente mucho más importante que la Comunicación Social sea, sobre todo, saber lo que debe ser la Comunicación Interpersonal y, si de amor hablamos, lo importante sea amar a una sola chavalilla, y digo a una sola nada más, antes que ser una simple marioneta de amores. Sólo tiene 18 años de edad pero es el estudiante con más talentos que he conocido. No sólo entiende perfectamente lo que es amar a una sola mujer, a una sola chavalilla, sino que le sabe ser fiel hasta la eternidad. He terminado. Ahora son ustedes quienes tienen que saber actuar en conciencia y que sus conciencias no tengan nada que reprocharles. Ahora ya no interesan las preguntas. Ahora sólo interesan las respuestas. Mientra el Decano José Ángel de Benito y de Beneyto abandona el Salón de Actos, Alberto Carnero Cabrito se acerca, desde el fondo de la fila de asientos, hacia la parte delantera donde todavía está sentada Carmen Vergara Ordóñez y se sienta a su lado izquierdo. - Carmen... ¿puedo hablar contigo? -¡Escucha, Alberto! ¡Estoy hasta las narices de ti y de todo lo que representas para mí! - ¿Qué represento yo para ti? - La mentira, la trampa, la traición, la envidia y los celos... cosas que nunca haría Jota Jota contra ninguno de sus amigos ni contra ninguno de sus enemigos. - ¿Y tú? ¿Quién eres tú para hablarme a mí de mentira, trampa, traición, envidia y celos? - Yo sólo soy una mujer qe ha aprendido, quizás a través de él y de chavales como él, que la sinceridad de los sentimientos sólo radica en la nobleza del comportamiento. ¿Qué te parece ahora a tí lo que yo pienso? Alberto Carnero Cabrito intenta acercarse un poco más a ella. - ¡Quieto, Alberto, o te rompo la cara delante de todos los compañeros y de todas las compañeras! - Está bien... quizás hasta hayas cambiado... - Tú lo has dicho. He cambiado tanto como para no volver a salir contigo nunca más. He aprendido a cambiar de verdad. Ahora ya sé la diferencia que existe entre Jota Jota y todos vosotros y, por supuesto, la próxima vez que me enamore será también de verdad pero he aprendido lo suficiente para que, la próxima vez que me enamore de verdad, seré lo suficientemente inteligente para amar otra vez de verdad pero lejos de vuestras malignas presencias. Carmen se levanta y sale del Salón de Actos, camino de la Cafetería de la Facultad pensando para sus adentros. - Sólo me queda el futuro y eso sí que es importante como me lo ha demostrado Él.
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