Tinieblas Capitulo 1
Publicado en Dec 13, 2012
Últimamente no se en quien confiar he dejado de lado el ser dulce y amable que soy, por este ser uno completamente distinto y decidido.
E vuelto a estar en la frontera de mi vida en una guerra permanente no sé si de nuevo me lo merezco o si esta vez necesito renacer de las cenizas pero sé que hasta un fénix se cansa de renacer mil veces. E tomado de nuevo el camino más duro por lo visto pronto estaré sola como siempre ¿es lo mejor? No lo sé y quiero romper lo que ocurre dejar que ellos ganen y darme por vencida, para ver si me maten, para ver si me cortan estas alas que yo misma me e destrozado y adorado toda mi vida o como sea que se llame esta guerra contante entre lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad. Sé que pronto me dejare llevar por la luz pronto adorare a Lucifer como un ser aceptado por los otros caídos o nacidos…. La mayoría hemos perdido contacto con dios o simplemente hemos dejado de creer en el de manera simple se pierde su nombre en un mundo como este, ser un ángel, un caído, un semi dios o como sea que los humanos nos llamen no es lo mismo ellos han dejado de creer y por lo mismo estamos libres de escoger nuestro caos, para alimentarnos de las almas de los incautos y perversos pero sobre todo de humanos débiles y creyentes. No puedo negar que en una de mis fronteras creí escuchar la voz de Dios pero mi padre negó tal acto castigándome y alegándome de mi familia, Gabriel por su parte escucho a Dios y fue perdonado. No sé si creer o no en el renace pero esta fue mi primera reencarnación y la primera vez que sentí envidia a este ser, pero no es su culpa nuestro padre a escogido y el quedo en el cielo y yo libre. Deseo arrancar mis alas deseo gritar con fuerza, los tatuajes que cubren mi cuerpo no me dejan libre soy prisionera a de mi propio ser de mi propia alma. Tomo un cuchillo que hay sobre la mesa necesito descubrir como arrancarme las alas como ser un humano, pero sobre todo olvidar lo que soy, lo que fui y esta guerra. Corto de manera profunda la punta izquierda de mi ala grito antes de caer, es dolor es insoportable, la sangre cae a un costado junto con unas alas blancas, me niego a detenerme a que el dolor me domine, un corte más profundo en distintas aéreas las necesito, necesito el dolor, necesito saber que puedo luchar contra lo que soy, grito antes de volver a caer sin fuerzas el cuchillo ensangrentado deja un sonido metálico y frio sobre la habitación, que es llenada con mis gemidos de dolor, no sé cómo se ven mis alas, solo que las plumas, sangre y uno que otro trozos de piel, mi piel, esta sobre el suelo de la cocina. A la fuerza logro levántame y quedar en una posición algo decente mis manos se mueven a un costado, necesito destruirme, necesito abandonar este cuerpo inmortal pero al mismo tiempo humanos, el fuego comienza antes de que lo planeado y caigo completamente débil al suelo, mi cabeza suena hueca mientras se azota contra el suelo. Me pierdo antes mis deseos pronto moriré, pronto la muerte misma morirá para abandonar lo que es, un ser humano que no pertenece a ninguna parte y que no escucha ni siquiera a sí mismos -¡Azrael!-alguien grita en medio del fuego-¡Despierta Azrael! Los ojos entre las sombras no lo ven, no pueden saber si es verdad o mentira lo que ven Gabriel sus alas espantan el fuego que rodean todo el lugar, su ropa blanca se ve sucia y llena de hollín. -¡Azrael!-vuelve a gritar antes de tomarme en sus brazos- ¿Qué has hecho Mairya? No contesto ya no me quedan fuerzas ni siquiera para abrir mis ojos, me retuerzo de dolor sobre sus brazos, recordando su hermoso rostro, oliendo su piel pero sobre todo recordando sus tatuajes esos tatuajes que nos condenan y nos mantiene vivos. -Miguel…-grita- La encontré… Apúrate por Dios… Azrael ¿qué te has hecho? No sé cuando llega Miguel solo escucho su voz débil y distante, antes de que vuelva a abrir mis ojos, el fuego se ha ido el sonido constante de violines me dicen donde estoy, anuncian mi llegada al infierno no logro dar un paso o siquiera levantarme antes de volver a los brazos de Gabriel. -No te dejaremos entrar hay-susurra Miguel Escucho pasos pero sé que Abadón no los acompaña hace años el ángel de la destrucción los abandono, todo lo que alguna vez amo por una simple vida humana hasta que el fin de los días llegue y él se levante como el ser que es, capaz de destruir todo lo que pase por su lado. -Azrael se que estas despierta escucha-susurra Gabriel – Nuestro padre nos ha dicho que corres peligro pero aun así no podemos sacarte del mundo humanos… Menos aun interferir solo no tenemos que dejarte entrar a Hades ¿Comprendes? -Menos aun tu misión sobre este mundo no ha acabado –Miguel susurra- Volveremos cuando sepas que es lo que buscas… Por qué estar aquí ya es un castigo para nosotros… -Encuéntralo…-Susurran Antes de que se marchen vuelvo a abrir mis ojos mis alas aun están expuestas a los humanos el fuego a mi alrededor no me deja respirar, no actuar estoy inmovilizada bajo un peso muerto, intento gritar pero el humo entra a mis pulmones. Puedo escuchar como todo cae y se destroza, a lo lejos escucho el sonido de un camión de bomberos que nunca llegara pero no me percato de los gritos de un chico que entra lo que fue mi cocina, sus ojos es lo primero que pienso cuando lo veo aun en la oscuridad se cual es su color, alarga la mano hay, donde todos los ángeles tienen su marca única una serpiente escurridiza se mueve intentando liberarse de su cuerpo, luego me sostiene en sus brazos antes de que me desmaye. - Abadón-susurro y todo es tinieblas
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