La Historia de mis Fracasos: La Modelo
Publicado en Dec 14, 2012
Son muchos los fracasos sentimentales que he tenido en mi vida, de una manera muy triste para mí, son muchos más los fracasos que los éxitos que obtenidos en el ámbito amoroso, por suerte pocos de ellos han terminado en peleas y rompimientos de relaciones, para ser exactos solo en dos casos he dejado de hablar a esa persona, solo en dos que yo sepa, tampoco es sea el típico Latín Lover o "Gamboa", el que entendió lo de Gamboa, sabe que no está solo en el mundo, tranquilo hay otros como tú.
Ciertamente nace en mi la necesidad tal vez para poder vaciar de una vez y olvidarme de todo eso malo que he sentido, escribir a manera de un relato autobiográfico mi versión de los hechos para poder así darle paso a nuevas ideas y seguir más tranquilamente mi transitar por el mundo, porque a pesar que el tiempo ha pasado a veces me acuerdo y me pega un poco el cómo sucedieron las cosas. Empezare sin orden cronológico, pero si por una especie de orden de los que me afectaron más, y sin duda alguna de todos los fracasos el que más me afecto al punto tal de volverme "Emo" por aproximadamente una semana y media, al punto tal que por esa semana y media la repulsión que sentí hacia ella era extraña en mí. Empezare con ella, muchos de mis amigos saben a quién me refiero, empezare por "La Modelo" o como le decimos cariñosamente "La Modelito". Aproximadamente al cursar el Tercer semestre de Ingeniería Civil, fue que la conocí al principio no me pareció la gran cosa, y de hecho todavía no me parece la gran cosa, pero tiene algo que la hace simplemente bonita, yo tampoco soy de gustos muy exigentes. Empezamos a platicar casi por error, ya ni recuerdo en qué circunstancias exactas la conocí (Ahora voy por el 8vo semestre) pero si recuerdo que inmediatamente me cayó muy bien ella, podíamos pasar horas hablando sobre cualquier cosa y no nos aburríamos, estuvimos así de amigos todo el semestre, al concluirlo ella simplemente no pudo con la carrera por lo cual abandono y dejamos de hablarnos. Dos semestres más tarde (5to semestre) fue que nuevamente nos empezamos a escribir por las redes sociales (Facebook) nuevamente tuvimos ese contacto, nuevamente comenzaron las grandes charlas, si fui notando que poco a poco me empezaba a gustar, llegue a tal punto que en más de una ocasión salía de clases (estudio de noche) y me iba a verla a su casa solo para hablar con ella, entonces reflexione y supe que era el momento de saber si ella sentía lo mismo, le dije que me gustaba y como toda buena mujer me dijo - Eres perfecto, eres el hombre que cualquiera quisiera tener, pero es que no quisiera dañar la amistad - (El Coño e su madre...) eso fue lo que pensé, pero en pro de salvar la relación decidí optar por lo sano y seguí siendo su amigo, pero ahora en busca de otra. Obviamente el trato no fue el mismo después de eso, yo empecé a mirar para otros lados, y ya charlábamos menos, luego volvimos a perder el contacto yo seguí mi vida y la olvide, o al menos eso pensé haber hecho, en el transcurso de ese semestre recuerdo que estaba cayéndole a otra muchacha (Cayéndole = cortejando) con la cual iba muy avanzado, pero "La Modelito" volvió a tocar mi puerta, volvimos a hablar, me volví a enamorar, me le volví a declarar pero esta vez sin dejar a la otra candidata a la cual denomine "Opción B" "Mi Numero 2" (Si entendiste te repito, tranquilo no estás solo) "El porsiacaso". Esta vez no me dijo que no, pero tampoco me dijo que si, esta vez demostraba que quizás querría algo conmigo, esta vez sí me ilusione a tal punto que llegue casi a prometerle bajar las estrellas, si me decía que sí. Como todo hombre serio me dispuse a darle una patada por el soberano trasero a la "Numero 2" para buscar enseriarme con "La Modelo" porque ella era la que yo quería, insistí y seguí insistiendo todo para lograr ese tan anhelado sí. Cuando peleaba con ella me ponía triste y ella también, todos los síntomas de una relación, hubo un momento en que ya me di cuenta que algo no estaba bien, que algo pasaba así que me le fui de frente en busca de respuestas, si acaso había otro, a lo cual ella se negaba, recuerdo que dos días antes del Día-M le dije - Si yo me entero que tú me sales con una pareja por allí mientras yo ando aquí insistiéndote para que seas mi pareja... Olvídate de mí - claro no se lo dije así en realidad le dije - Mira XXX si yo me entero que tienes otro novio escondido, ni por el coño e la madre me vuelves a hablar porque mucho te he jalado para que me hagas esa vaina -. Posiblemente no fue lo más romántico pero entiéndanme estaba desesperado por respuestas, dos días después por medio de la mensajería del BlackBerry MSN, procedió a decirme que yo era muy lindo, pero que no quería dañar la amistad, yo le respondí que bueno quedábamos como amigos, pero que me diera un momento para asimilar su respuesta. A los dos días me entero que se emparejo con otro muchacho... Si señores yo era su "Numero 2", desde ese día le dije olvídate de mí, un placer haberte conocido, y hasta el día de hoy no le he vuelto a hablar, ella me borro de cualquier red social donde me tuviera agregado, yo procedí a hacer lo mismo, porque como todo buen masoquista la primera semana me paseaba por su perfil de Facebook viendo como decía "En una Relación con: Un Guebon". Y así fue como sucedió así fue como "La Modelito" hizo que gastara parte de mi precioso tiempo.... Que moraleja se puede obtener de esta historia... Si tienes una "Opción B" no la sueltes hasta que la "Opción A" sea totalmente segura o te vas a quedar como yo, sin chivo y mecate. Aunque ni yo mismo aplico mis consejos, fue tanto el dolor que sentí en ese momento que sería incapaz de hacerle eso a cualquier muchacha... al menos de momento. Espero que les haya sido entretenida mi historia con "La Modelito", siento que he descargado algo que tenía mucho tiempo guardado y era tiempo que saliera de mi organismo, hasta otra siguiente entrada, hasta otro siguiente relato, otra opinión, otra reflexión que tenga... O tal vez otra continuación porque como dije antes, esta es solo uno... De mis tantos fracasos.
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Laura Camila