Ven a hacerme un beso de seda, una lengua de mariposa vieja
y solitaria, un paisaje de ropa azul donde las lágrimas
sean estrellas suicidadas en un mar que inmenso las traga.
Ven a buscar las puntas de mis senos como el pan tierno
y mojado en leche caliente que se da a los gatos más hermosos
del callejón del miedo: dame tus deseos, imprime las palabras de la gruta
que son oscuras como celdas de castillos pues a nadie se han mostrado.
Ahora yo te pido que adornen mi bonita blusa y todos lean que me amas
en el carrusel de la necedad pura, este sábado de vientos cálidos,
la noche que se acerca como una golondrina: noche de vientre blanco,
y susurros extendidos como aceites perfumados. Toda mi casa es una fiesta,
los músicos aguardan que nos desnudemos con sensibilidad y elegancia,
ay amor que vienes como besos mojados en plata!!, urdidos en la seda
que los mercaderes de las rutas perdidas rescataron para las bellas
como yo y sus enamorados.