Reflexiones Culturales.
Publicado en Dec 22, 2012
Aunque Robert Couver afirme a Laura Fernández que "la literatura acabará con la prensa" según este último superviviente de la vieja generación posmoderna, comete un grave error. Claro que su frase se puede entender en dos sentidos por lo mal escrita que está: que el Periodismo acaba con la Literatura o que la Literatura acaba con el Periodismo. Robert Couver será muy especialista en militar en las filas de los absurdos "sartrianos" (Kurt Vonnegut junior, John Hawkes, Thomas Pynchon y Richard Brautigan por ejemplo) pero en cuanto a lo que le afirma a Laura Fernández se equivoca más que un soldado metido en la trinchera del ejército de los enemigos. Insisto. Los periódicos -como bien significa esta palabra- tienen un período de existencia (se inician en una fecha muy moderna de la Historia de la Humanidad y van acabándose para dar paso a otros) pero la Literatura es inmortal. Yo soy periodista y lo reconozco. Como periodista puedo llegar a soñar que recibo el Pulitzer. Pero como escritor, que también lo soy, puedo llegar a soñar que recibo el Nobel. Y todos sabemos que es más valioso el Nobel que el Pulitzer de cara al conocimiento del público en general. Que yo sepa, en este absurdo enfrentamiento entre periodistas y escritores y, como he repetido ya varias veces, se puede ser escritor sin tener que ser periodista pero para ser periodista hay que ser escritor (palabras de Emil Dovifat que se pueden leer en su libro titulado simplemente "Periodismo"). Por eso se equivoca, en la forma de presentar la frase por lo menos, este tal Robert Couver del cual, dicho sea de paso, no sabía yo nada de su existencia mientras que siempre he sabido, desde mi época escolar, de la existencia de Don Miguel de Cervantes y Saavedra, de Don Miguel de Unamuno y Jugo y de Don Miguel Hernández. Tres grandes escritores por cierto. El tal Robert Couver, al cual casi nadie conoce en España... ¿se cree capacitado con su pluma periodística para superar a la pluma literaria del insigne autor del Quijote? Que la generación del absurdo sartriano tenga ya sus días contados no es el final de la Literatura. Hay mucha más Literatura (y mucho más importante) que la escrita por William Gass, John Barth, Donald Barthelme, William Gaddis, Richard Brautigan o el misterioso Thomas Pynchon a los cuales no los conoce ni el panadero de mi barrio, ni el bodeguero de mi barrio, ni el zapatero de mi barrio ni tan siquiera las chavalas de mi barrio que, sin embargo, sí que conocen o han oído hablar alguna vez de Don Miguel de Cervantes y Saavedra, de Don Miguel de Unamuno y Jugo, de Don Miguel Hernández y hasta de Don Miguel Delibes... La generación del absurdo nunca ha sido una verdadera generación de literatos sino, como ellos predicaron, una generación de anti literatura. Así que todo buen periodista admira siempre la actitud de un escritor que se deja de experimentaciones absurdas como hacía Dadda, facilonas de escribir como hacía Apollinaire y tortuosamente literarias como hacía Sartre. En estas discusiones bizantinas entre periodistas y escritores es necesario aclarar que si no hubiese sido por la novela "Gilgamésh" no hubiera existido el Periodismo. Como ejercito ambas profesiones sé muy bien lo que digo. Si la Humanidad no hubiese sabido de "La Divina Comedia" de Dante (por poner uno de los miles de ejemplos que podria poner) no existiría ni tan siquiera el "New York Times". Y eso es tan fácil de demostrar que basta con leer un tomo de la Historia de la Literatura Universal y un tomo de la Historia del Periodismo Universal para darse cuenta de que la escritura es primero y la información periodística nace muchos siglos después. Paso de esta discusión que, repito, es bizantina porque no tine sentido alguno y, dejando atrás a la generación del absurdo, entro en la galería del arte. El artista sevillano Luis Gordillo presenta su serie "Celulario" en la Calcografía Nacional de Madrid. Lo de "Celulario" me hacer recordar a otro Don Miguel famoso. Me refiero a Don Miguel Cerulario que también es mucho más conocido y reconocido por los chicos y las chicas de los colegios y los institutos que culaquiera de los autores citados como últimos representantes de la generación del absurdo. Sólo basta con leer la Historia Universal para darse cuenta de ello. Don Miguel Cerulario también es mucho más reconocible, por los estudiantes de la cultura en general, que todos esos escritores existencialistas de la generación del absurdo. Hablando de Don Miguel Delibes muchos saben que escribió la inolvidable novela "Los santos inocentes". ¿Cuantos colegiales saben alguna obra de Robert Couver? Jamás sería yo tan inocente como para creer que un puñado de escritores del absurdo puedan destruir la verdadera Historia de la Literatura Universal. El Periodismo era un arte totalmente desconocido en la Grecia Antigua (salvo que consideremos que las obras de los historiadores griegos tenían bastante de información periodística pero como Dios manda y no escribiendo absurdos) cuando los astrónomos descubrieron la Constelación de las Ganímedes. Miren a las estrellas y se darán cuenta de ello. ¿Existe una Constelación de las Ganímedes? Lo que afirmo, rotundamente, es que hasta que no apareció la galaxia de Guttenberg el Periodismo era casi un perfecto desconocido salvo algunos textos de pergaminos que se parezcan un poco. Yo afirmo rotundamente que tengo dones de escritor y talentos de periodista. Pero si se fijan he citado, en primer lugar, los dones literarios antes que los talentos periodísticos. Por algo será...
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