PRDIDA
Publicado en Jan 02, 2013
Alcohol y tabaco, son la compañía de la noche. Me siento en una mesa, hago una seña al mozo este se acerca sin ofrecer sonrisas falsas, se lo agradezco en silencio, recibe mi pedido con un movimiento de cabeza. Esto es lo que me gusta de la noche, nadie se molesta en ocultar su mal día detrás de una falsa cara, casi sin quererlo son sinceros con el mundo que los rodea. Alguien pone una moneda en la vitrola y Charles Brown, como si me hablase a mí, se digna a anunciarme una negra noche. Debido a la tardanza del mozo, los recuerdos que vine a ahogar toman la delantera. Casi la veo sentada en la silla del frente, hablando de manera alborotada como siempre, contándome de su día haciendo una pausa solo para sonreír tiernamente. Para acompañar la imaginada escena, las aves del paraíso de Charlie Parker saltan de los parlantes rodeándome, tratando elevarme a un lugar que gracias a ella jamás volveré. ¿Cómo olvidarla? Cómo puedo olvidar su rostro de muñeca de porcelana. No puedo, no quiero olvidar sus ojos color inmensidad, aun así recordarla me duele y debo de buscar anular ese dolor. El mozo alfil decide traerme mí terapia. Le pregunto si puedo fumar, con su blanca mano me invita a sentarme en la mesa al lado de la ventana, tomo la botella y el vaso y lo hago. El primer vaso tarda en llenarse, pero se vacía a la velocidad de la luz. Prendo el cigarrillo el cual arde como el sol. Despacio pretendiendo que es mí alma, dejo escapar el humo de entre mis labios. Veo la gente pasar, al verlos abrigados me percato de que hace frió. Yo también debería sentirlo, creo que me estoy volviendo insensible. Entre el ruido de los autos siento a Billie Holiday contando como al día sigue a la noche, pero luego de la noche viene otro día. Algunos descubrimos que la noche se vuelve eterna fácilmente, especialmente cuando estas de luto. El manto de melancolía en el que te sumerges es eterno, seguramente alguno dirá que lo duro es el primer año. Lamentablemente no saben que la tristeza te acompaña durante toda tu vida, pues lo peor no esta en lo vivido sino en aquello que pudiste disfrutar con ella y ya no esta. Solo tu, camina entre las mesas interpretada por una mujer de voz cascada. Solo tu, así es nunca hubo otra y no lo lamento. No podría remplazarte y ellas jamás podrían competir con tu recuerdo. Hay quienes lo intentaron pero tu eres mas fuerte y te niegas a ir. Las primeras luces de la mañana aclaran el cielo, descubro sorprendido que los hielos del vaso han desaparecido, la botella se encuentra bacía y que tan solo me quedan dos cigarrillos, los suficientes para llegar a casa. La luz del sol y yo nonos llevamos. Dejo el pago debajo de la botella. Visto con el luto, el aire que me rodea es azul melancolía, abandono el bar, Ray Charles me despide con Georgia on my mind, lo entiendo se lo que es tener al ser amado en la mente. Fin Autor: Nicolás Vilaró-Tronfi
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LETICIA SALAZAR ALBA
NICOLAS VILARO