3.- NO QUIERO SER MAM (3er. captulo)
Publicado en Jan 05, 2013
Pedro y Amy se maravillaban con los espléndidos paisajes que ofrecía la Tierra. Vieron los grandes océanos, llenos de embarcaciones, gaviotas y magníficos puertos. Luego fueron a los verdes bosques, donde corrían ciervos y volaban búhos. Más tarde se les presentaron los nevados picos de las montañas, que irradiaban una luz intensa como reflejo del sol.
Llegaron a la ciudad, con su tumulto, la rapidez de su gente, la imponencia de sus edificios y un sinfín de autos por doquier. Encontraron a Lili, sentada en la banca de un parque, leyendo una revista de historietas. - ¡Lili! ¿Por qué no nos seguiste? ¡La Tierra es maravillosa!- le dijo Amy, la niña de los ojos grandes. - No es la primera vez que vengo a la Tierra como piensa Suprema- aclaró Lili con cierta presunción -ya me he escapado otras veces para acá y no le encuentro ningún atractivo. - Pues si ya conoces la Tierra, deberías ocuparte en buscar a tu mamá ¿No lo crees?- le recriminó Pedro. Lili dejó de leer la revista y miró con cierta pereza a sus compañeros. - Son realmente aburridos. ¿De verdad piensan buscar a sus madres? - Es lo que el Hada Suprema dijo. - Pues pierden su tiempo. ¿Saben por qué vivimos en el Reino de los No Nacidos? Muy sencillo: no nos quieren aquí. - ¿Es verdad eso?- exclamó Amy angustiada. - No, no es cierto- la consoló Pedro -vámonos, Amy. Si Lili no quiere obedecer al Hada, allá ella. Pero Amy insistió. - Ven con nosotros Lili. Conoces la Tierra mejor que nosotros y sabrás qué hacer si estamos en peligro. ¡Ayúdanos! ¿Quieres? Lili se levantó y los guió por las calles de la ciudad. Allí les mostró las jugueterías y las tiendas de caramelos. - ¿Y podremos venir aquí si nacemos?- preguntó Pedro emocionado. - Así es- dijo Lili -pero no todos los padres y las madres son simpáticos y traen aquí a sus hijos. Algunos son muy malos. - No te creo- le dijo Pedro -¿Cómo sabes todo eso? - Me lo dicen los niños que ya viven aquí- aseguró Lili. En eso, las linternas que llevaban los tres pendiendo de sus manos, se iluminaron súbitamente. - ¡Cerca de aquí está la mamá de alguien!- exclamó Amy emocionada. Vieron a una joven pareja que atravesaba la calle con grandes bolsas cargadas de artículos para bebés. - ¡Apúrate Harry!- exclamó la mujer, que llevaba un lindo vestido de maternidad color palo de rosa -se nos hace tarde para la cita con el médico. Los tres se miraron entre sí. ¿De cuál de ellos sería mamá? - ¡Vamos a seguirla!- dijo Pedro, tomando a Amy de la mano. - ¡Anda Lili! ¡A lo mejor es tu mami! Lili titubeó un instante al ver a la pareja de padres avanzar lentamente entre puestos y personas con regalos hasta el consultorio médico. Por fin, se decidió a seguir a los niños. Entraron en un espacio amplio donde muchas mujeres en diferentes etapas de gestación esperaban su turno para ser atendidas. Había carteles de niños recién nacidos y padres muy contentos por su llegada. Una secretaria atendía a las pacientes y las hacía llamar cuando les tocaba su turno. No encontraron a la pareja que habían visto en la calle. - Juraría que entraron aquí- dijo Pedro sorprendido - Están dentro- dijo Lili -allí, detrás de esa puerta. Están hablando con el hombre de la bata blanca. - ¿Qué hacemos? - Entrar- dijo Lili -nadie nos ve. Entraron sin ningún problema por la puerta. La joven, rubia y delgada, de rasgados ojos azules, lloraba apoyada en el hombro de su fornido marido. - Pero no puede ser...- decía El médico. Un hombre muy serio y barbón les miraba con gravedad. - Haré todo lo posible por rescatar al bebé. Pero quiero que consideren lo que les digo, no es conveniente poner en riesgo la vida de usted, Julie. - Pero ¿acaso la ciencia no puede hacer nada por nuestro caso?- preguntó acongojado el hombre. - No en este caso. La amenaza es demasiado para lo que podemos hacer. Es posible que el feto no llegue a las seis semanas. Los niños volvieron a mirarse angustiados. Entonces las linternas de Amy y Lili se apagaron. Pedro se quedó petrificado. - Es tu mamá- le dijo Lili, con cierta desilusión.
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Antonio JImenez Villa
FELICIDADES.
MAVAL
qué es lo real? ...en fin...todo llama a redescubrir ...eso es el poder d ela palabra..que logre enganchar y despertar una búsqueda...
besos!
El...vi...ra
Saludos amiga, gracias por leerme.
Mara Ester Rinaldi
Son como espíritus que rondan y duelen.
Voy por el próximo capítulo!!!
El...vi...ra