ENVIDIAS
Publicado en Jan 08, 2013
Me dijeron en el colegio que el clan de los payasos se reveló contra el largo mandato de las salamandras, algo que todos en el circo veíamos venir desde cuando varias lagartijas desplazaron de su acto a la hija del payaso más antiguo. El público no lo observó porque era primera vez que el director incluía lagartijas en el espectáculo. Ninguno de nosotros protestamos, aunque tuvimos encima esa semana, dentro y fuera del circo, las miradas acusadoras de los payasos. El viejo tropezaba con nosotros por cualquier motivo. Como ellos preparan las comidas, entonces los alimentos simples o muy salados se volvieron rutina para el paladar. Cuando ocurrió el quinto asesinato, abandoné el circo. Convirtiéndome en un espectador más, mirando desde la silletería mis imponentes tigres. Nunca defendí ni ataqué el comportamiento de las salamandras. Animales o no, las salamandras eran las que atraían el público al circo. Ni las hábiles trapecistas, ni las voluptuosas contorsionistas poseían su encanto. Las salamandras cautivaban al público cuando presentaban su acto. Teníamos celos, emoción normal en un circo de la fama que gozaba el nuestro. Pero había un límite, claro está, que no permitía llegar hasta el asesinato. Actuaban como estímulo para uno mejorar la parte del espectáculo que le correspondía. La hija del payaso fue la causa del desastre. Su juvenil hermosura rivalizaba con la destreza de las salamandras para danzar sobre la cuerda floja. Creo que ahí comenzó todo. Esa noche ocurrió el primer asesinato. Las salamandras subieron a la cuerda cuando era ella quien debía estar ahí, frente al público infantil.
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Battaglia
Battaglia
Saludos, no se si es correcto o no, por el momento leo a Banana Yamamoto, y me ha engancho su narración........
Moises David Hernandez
también baila Gangnam Style
emocionada