Lina Cavallieri canta desde un bilete de cinco dlares
Publicado en Jan 15, 2013
Otoño; septiembre 26, de 1931
Salvatore Chialdotti, ácrata y tipógrafo de profesión experto falsificador de cuanto papel moneda exista y pueda llegar a existir, conocedor de cada retorcido arabesco e hipnótico vericueto gráfico, diestro en orlas, volutas y filigranas, siniestro causante de la estrepitosa caída de los principales mercados europeos; maximalista y máximo responsable del crac financiero y crisis del año veintinueve Salvatore Chialdotti, el terror de la Reserva Federal hoy preso, incomunicado y pudriéndose en vida y a la sombra en el presidio estatal de New Hampshire por adulterar en billetes de a cinco novecientos noventa y nueve millones de dólares Marche una ración de silla eléctrica para uno, y dos mil cuatrocientos cincuenta voltios en tan sólo quince mezquinos segundos y al mejor estilo del foxtrot o del charleston para Salvatore que prefirió la tinta, el papel y la minerva al devastador instinto de la bomba Marche una morgue fría y un bisturí express sobre el pecho de un hombre que fue descubierto por esa utópica torpeza de trastocar el ceño fruncido de Abraham Lincoln por el encanto inconfundible e imperecedero del azul verdoso en la mirada de Lina Cavalieri, soprano que hacía las delicias del cielo y del infierno Salvatore Chialdotti, el anarquista que adulteró la ridícula barba del presidente Abraham Lincoln por la desnudez alucinada de un cisne en fuga como el cuello de Lina Cavalieri en el frente de los billetes de cinco dólares Salvatore, el que mancilló la frase “In God We Trust” por el irreproducible y antiamericano “Ni Amo, Ni Dios, Ni Patria” en el dorso de los billetes de cinco dólares y cero centavos Y hoy, los encantos de la soprano empapelan los cuatro costados y el cielo hermoso y raso de su celda y Lina Cavalieri canta, canta sobre el plateado espectro del último instante canta sobre el rojo otoño de hojas moradas canta sobre el ajado pasado de cada rostro canta un aria de ópera y sin coro un aria vindicadora y sin responso canta la más evocadora de todas las fiebres Canta, y le inculca alas de mariposa a la tozuda epopeya de una polilla, canta y le escarba un amanecer de luz a la llama mortecina del desespero canta desde un empapelado de billetes falsos canta Lina Cavalieri, canta la autenticidad de aquellos sueños que nada compran, nada venden; les sobra valor y no tienen precio.
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Gustavo Silva
No, no tiene ninguna corrección ni modificación alguna, es el de siempre. Mil gracias por dejar tu palabra! Abrazo grande!
ricardovidela caceres