Estoy experimentando una nueva sensación en mi caminar por el mundo variado y variopinto de mi existencia. Me refiero a que, de momento, me he instalado, con todo mi equipaje a cuestas, en la localidad guadalajareña de Yebes-Valdeluz. Y aquí me encuentro formando parte de los 4.128 supervivientes que nos resistimos a claudicar ante la galopante crisis que está atravesando nuestro planeta. ¡Hasta un planetarium tenemos en los alrededores para entreternos en visiones estelares!. Una estela de polvo, sudor y no sé qué más, se ve en los cielos. Es tiempo de reflexionar sobre el futuro de nuestra localidad. Se prevé que para el 2014 lleguemos a ser, a este paso indetenido, 5.005 supervivientes. La supervivencia nos hace ser más más fuertes, más altos y llegamos a lo más lejos que, como se sabe, es el lema oficial de los deportistas olímpicos; a saber "Más Fuerte, Más Alto, Más Lejos". 
 
Atrincherados, cuando el tiempo se vuelve gélido, en la Biblioteca de Ciudad Valdeluz, miramos por la puerta de cristal y, cada día, observamos que nuevos supervivientes de toda España acuden a refugiarse de las descabelladas ideologías de los políticos y los sindicalistas de cualquier color que sean. En realidad, los supervivientes de Yebes-Valdeluz estamos ya acostumbrados a seguir adelante. En la Biblioteca hasta podemos llegar a razonar... y con toda la razón del mundo un nuevo panorama de futuro se nos abre...
 
Esperemos que no se nos cierren las puertas de la Biblioteca para seguir siendo eternamente fieles a la cita diaria con la Cultura y el Conocimiento. En estos últimos días se está llevando a cabo el "nuevo enganche" al Círculo de Lectores para poder charlar como buenos vecinos y buenas vecinas que somos. Además de todo esto de ser más fuertes, ser más altos y llegar más lejos... ¡hasta somos más guapos cada día! Eso, al menos, es lo que piensan nuestras chavalas y llevan toda la razón. He aprendido, aquí en Valdeluz, que a las chavalas nunca hay que llevarlas la contraria y si dicen que también somos más guapos cada día que pasa pues todos contentos. A la hora del yantar todo es otro cantar. Se me ha ocurrido este refrán porque la Cultura y el Conocimiento siempre sirven para algo más que perder el tiempo en zarandajas sin sentido algunos. Los porros están desapareciendo y ahora podemos hasta desayunar café con leche más una porra por un precio muy módico. 
 
Antes de cerrar hoy mi Diario, pienso en lo módico. Y es que hay modos de sobrevivir a la crisis terrestre haciéndonos cada vez más fuertes, haciéndonos cada vez más altos y llegando cada vez más lejos. Sin olvidar que, como dicen nuestras chavalas con toda razón, cada día que pasa somos más guapos.