La bruma era espesa en la carretera, ya casi no lograba divisar el camino y la noche nos cubrio completamente. Melina, muerta de miedo revisaba un viejo mapa buscando una salida del bosque pero era inutil, gracias a las fuertes tormentas de los dias anteriores todos los caminos se encontraban cerrados o eran imposibles de atravesar. La gasolina se acabo, era el fin, varados en la nada sin medio alguno de comunicarse con alguien... Nos abrazamos fuertemente y aguardamos, aguardamos hasta que la bestia llegara por nosotros.
 
 Nos despetarmos, estaba amaneciendo un nuevo dia gris, oscuro, una tenue llovizna cubria los arboles secos, muertos... Por alguna razon aun estabamos con vida, teniamos una oportunidad de salvarnos... Caminamos por la acera esperando un milagro, algun vehiculo que pasara por aquel lugar olvidado de dios y nos rescatara... Fue todo en vano, nadie paso jamas ni pasara...
 Un fuerte ruido detras nuestro nos saco de nuestro estupor, volteamos y vimos un enorme camion que se acercaba a toda velocidad hacia nosotros, antes de poder reaccionar escuche a Melina gritar desesperada - ¡La bestia! ¡La bestia esta conduciendo! - Corrimos en busca de un refugio pero lo inevitable sucedio...

 Abri los ojos, la noche me cubria por completo, no podia ver ni a un centimetro de distancia, en el cielo las nubes aun cubrian el firmamento, poco a poco fui recobrando el sentido y me encontre tirado entre unos pastizales cuando trate de levantarme un dolor agonico en la pierna izquierda me arrojo nuevamente al suelo, me toque y note que mi rodilla pendia de un hilo totalmente desgarrada, grite y los pajarracos tomaron vuelo en busca del inquebrante silencio. Mire hacia todos lados, Melina no estaba, lo ultimo que recordaba eran las enceguecedoras luces del camion sobre nosotros y luego la bruma, la espesa bruma... Grite su nombre al firmamento una y otra ves en espera de una respuesta pero jamas la hubo... Jamas la volvere a ver y yo... Yo morire en esta oscuridad.