Antes de seguir entrando en materia he de aclarar que los citados historiadores García de Cortázar y González Vesga son vascos y se sienten, además, españoles (para que nadie venga a pensar que son madrileños por aquello de que tienen algo en contra de los catalanes, lo cual es falso porque los madrileños no tenemos nada en contra de los catalanes). Seguimos con la época medieval. Como ya hemos visto anteriormente, el imperio romano inicia sun decadencia durante el siglo III después de jesucristo. Toda la Hispania Romana cae en poder de los pueblos bárbaros y, de ellos, los visigodos se apoderan de la gran mayoría de la Península Ibérica dominándolas todas en el siglo V (entre ellas el territorio de los catalanes que siguen siendo parte de la Tarraconense). Salvo algunas excecpiones, el paso de la Hispania Romana a la Hispanian Visigoda no tuvo grandes conflictos bélicos. 
 
Ahora bien, y aquí viene un dato digno de aclarar, las invasiones visigodas y árabes no fueron tan influyentes para Cataluña como la romana, aunque los conflictos entre francos y musulmanes llegaron a despertar un sentimiento de identidad. ¿Este sentimiento de identidad catalana qué significa? Solamente un sentimiento de nacionalidad, como hay también un sentimiento de nacionalidad entre los castellanos, entre los andaluces o entre los canarios por no citar a todas las Comunidades Autónomas Españolas (luego no es lo mismo nacionalidad que Nación para que se aclaren ya de una vez estas cuestiones).
 
Lean esta párrafada no escrita por mí sino encontradas en mi investigación: "Hay muchas naciones culturales sin Estado propio. Por ejemplo, el pueblo judío antes de la aparición del Estado de Israel o el pueblo palestino, cuyos miembros se encuentran en diferentes países, con un origen común, según el sentido de la diáspora. En África y Sudamérica abundan los estratos tribales repartidos entre diferentes Estados fijados en sus fronteras por las colonizaciones artificiales de Occidente. En el planeta se encuentran muchos pueblos como los chechenos, kurdos, asirios, tibetanos, bereberes... que se describen como naciones culturales sin Estado. Igualmente se pueden ver Estados como Suiza (cantones franceses, alemanes e italianos), Bélgica (valones y flamencos), Gran Bretaña (escoceses, galeses, norirlandeses), Francia (bretones, corsos) y Canadá (la provincia francófona de Quebec, ante la mayoría anglófona del resto de las provincias) como compuestos por varias naciones culturales distintas y en estos casos el pegamento es el territorio, o bien conjunto o bien muy cercano. El idioma castellano establece una sutil diferencia (que en otros idiomas no existe de esta manera) entre nación y nacionalidad. Para el concepto de nacionalidad, añade el DRAE, que puede contemplar a una autonomía en la que en su Estatuto se le reconoce una especial identidad histórica y cultural dando por válido el concepto "nacionalidad" como denominación oficial de algunas comunidades autónomas. No la de nación, y sí la de nacionalidad. Por eso se armó un follón de padre y señor mío cuando Catalunya quiso incluirla en su Estatuto y al final se llegó a un acuerdo salomónico de mencionarla momentáneamente en el prólogo y no en el contenido".
 
Mi opinión la tengo muy clara: dentro de una Nación llamada España, existen muy diversas nacionalidades de tipo cultural. Y eso eso es lo que sucede en Cataluña o en cualquiero otra Comunidad Autónoma que está integrada en una sola Nación llamada España que tiene un sólo idioma común a todas ellas (el español/castellano) y una muy variada y diversa cantidad de dialectos en todas las Comunidades (como ocurre con los muy variados y diversos dialectos catalanes). ¿Cuántod idiomas tiene España? La respuesta es muy sencilla: sólo tiene un idioma que se llama español (al que muchos también llaman castellano) y una gran pluralidad de dialectos cuyo conjunto (y sigo diciendo conjunto de dialectos) no forma un idioma sino que forma una identidad cultural o nacionalidad cultural. Queda perfectamente explicado y quien quiera entender que entienda y quien desee seguir siendo un ignorante que siga en su ignorancia.
 
Seguimos con la Historia de España (en lo referente a su territorio catalán).  En el siglo VII los Cristianos Catalanes buscaron la ayuda de Carlomagno para expulsar a los invasores moros. La posterior reacción carolingia ante la presión islámica supuso la ocupación por su parte de las actuales comarcas pirenaicas, de Gerona y Barcelona, tras la cual se formó una zona fronteriza que se conocería como la Marca Hispánica para la defensa del Imperio. Fue entonces cuando surgieron los rasgos especiales de la región. Este territorio se organizaba políticamente en diferentes condados dependientes del rey franco. A finales del siglo IX, el monarca carolingio Carlos el Calvo designó a Wilfredo el Velloso, conde de Cerdaña y Urgel (870), y conde de Barcelona y Gerona (878), lo cual suponía la reunión bajo su mando de buena parte del territorio catalán. Durante el siglo X, los condados catalanes se convirtieron en verdaderos condados independientes del poder carolingio. La unión de los diversos condados catalanes anticipó, aunque todavía no de forma definitiva, lo que habría de ser una nueva comunidad cultural y política. En estos años de formación de los condados catalanes, se desarrollaron los primeros pasos de repoblación del territorio tras la invasión musulmana proceso que se conoció como la reconquista.
 
El período que le sigue a la reconquista y al reinado de Wilfredo el Velloso es reconocido como el origen de la nación catalana. Este dato está totalmente falseado por los que se empeñan en el absurdo independentismo catalán. En primer lugar porque no estaban reunidas en él todas las tierras catalanas (solamente una parte de ellas) y en segundo lugar porque era una nacionalidad compuesta de muchos condados diferentes (una alianza de condados pero no una Nación) y esto lo demuestra las tremendas luchas que hubo entre todos ellos por conseguir el dominio. Barcelona, entonces, se convirtió en la principal fuerza de dominio político y militar pero no de toda Cataluña ni de todos los condados catalanes y siguió siendo solamente un Condado y no un Estado, ni una Nación, ni un Reino ni, tan siquiera, un País. 
 
El siglo XI se caracteriza en Cataluña por el desarrollo de la sociedad feudal. Una figura sobresale entre los numerosos señores feudales (y observad como la Historia habla de numerosos señores feudales enfrentados los unos contra los otros, lo cual viene a demostrar que no había una unión nacional catalana sino una pluralidad de señores feudales nada más), Hasta que, cansado de tantas luchas y de tantas taifas comarcales o, como mucho, regionales, Ramón Berenguer IV, descendiente de Wilfredo el Velloso, al casarse con la heredera del trono del Reino de Aragón, Petronila de Aragón, produjo uno de los hechos fundamentales de la historia de Cataluña cuando el condado de Barcelona  (y observad que es solamente un condado nada más) y el Reino de Aragón  se unieron. A partir de ese momento el territorio común sería conocido como Corona de Aragón. Tras un periodo de agitación, en 1227, Jaime I el Conquistador asumió plenamente el poder como heredero al trono de la Corona de Aragón y se inició la expansión territorial sobre nuevos territorios. A lo largo del segundo cuarto del siglo XIII se incorporan a la corona las Islas Baleares y Valencia. Éste último territorio, el Reino de Valencia, pasó a convertirse en un tercer Estado de la Corona de Aragón.
 
Para el siglo XII bajo el reinado de Jaume II, Barcelona rivalizaba con Génova y Venecia como potencia marítima, gobernando un imperio que comprendía una gran parte del mediterráneo. Es esta la edad de oro de Cataluña (formando parte íntegra de la Corona de Aragón), la gran prosperidad promovió el comienzo de un periodo signado por la construcción de grandes infraestructuras incluyendo muchos de los monumentos góticos y románicos que aún se mantienen en pie hoy en día. Sin embargo, desde el segundo cuarto del siglo XIV se inició un cambio de signo para Cataluña, marcado por la sucesión de catástrofes naturales y crisis demográficas, el estancamiento y recesión de la economía catalana y el surgimiento de tensiones sociales. Estos episodios generaron una delicada situación financiera, en un marco de crisis demográfica y económica, pero también un poderoso desarrollo institucional y legislativo, en el que destaca la creación de la Diputación General de Cataluña o Generalitat de Cataluña (1365) pero nunca jamás un Estado, una Nación, un Reino (ni tan siquiera un País) independiente pues, una vez más hay que insistir (para las mentes más cerradas de los más reaccionarios), que dependía del Reino de Aragón. Sería Fernando II de Aragón, El Católico, quien con su matrimonio con Isabel la Católica, reina de Castilla, condujo a la Corona de Aragón a una unión dinástica con Castilla, efectiva a su muerte, en 1516. Desde entonces el destino de Cataluña ha seguido unido firme y totalmente al de España. Cabe destacar que a pesar de la unión, ambos reinos conservaron sus instituciones políticas y mantuvieron las cortes, las leyes, las administraciones públicas y la moneda propias.
 
Nota Adjunta: ¿Dónde desean los "interesados" independentistas catalanes situar el "corte" histórico para crear una falsa Nación de Cataluña? ¿Donde les da la real gana a ellos? Porque, en ese supuesto, también le puede dar la ral gana a cualquiera de situarlo en la unidad de los Reyes Católicos, en la Hispania Romana (que tiene mucho mayor sentido y es más verdadero) o incluso en la Iberia de los múltiples y variadas tribus y pueblos ibéricos, celtas y celtibéricos. ¿Dónde esté el origen de Cataluña? No dónde les da la real gana decir (con total interés para esconder lo mucho que han robado a España y los catalanes) a familias poderosas que han dejado al borde de la ruina al pueblo catalán que es uno más de los pueblos de España. El origen de Cataluña es ibérico como el resto de toda nuestra Península pero, si queremos rizar el rizo histórico lo vamos a situar en el próximo capítulo (para que lo sepan los ignorantes y los interesados en querer "cortar" la Historia de España donde les da la real gana y no donde está la verdad).