Nevada en Valdeluz. Hacía ya mucho tiempo que no había visto nevar. Te recuerdo, Mayte. Te recuerdo tirando bolas de nieve. Cima. Toda la cima de la cercana montaña está nevada. No importa la montaña ni la nieve. Sólo importa el tiempo. Tiempo. Todo el tiempo es uno solo nada más. Vamos a ver. Mi Athletic Club ha conseguido un punto de oro. Con mi Deportivo Olímpico hemos conseguido otra nueva victoria. Yo no soy un tipo duro ni lo sigo siendo. Sí. Era yo el que viste cruzar,  tiempo después, por Las Vistillas de Madrid. Espero que consiguieses casarte con tu príncipe soñado. Yo conseguí casarme con mi soñada princesa. Hoy he conseguido 53 puntos. Mágico Solitario. Sí. Era el el Mágico Solitario que, tiempo después, viste pasar por Las Vistillas de Madrid. ¿Existimos porque existe el tiempo? No, Mayte, el tiempo existe porque nosotros existimos. Cima. Recuerdo a todos los corazones pequeñitos cuando cae la nieve en Valdeluz. Quizás se blanqueen los recuerdos... mientras la blanca nieve cuaja. Ni yo era un tipo duro ni jamás he sido un tipo duro. Como dice Isabel Allende: "Inolvidable... una de esas historias que permanecen en la memoria durante años". Por eso te recuerdo tirando bolas de nieve. Yo yambién he tirado unas cuántas bolas de nieve durante mi existencia. Hasta que acerté con mi princesa. Espero que tú hayas acertado con tu príncipe. 
 
Como tengo que seguir adelante yo sigo siendo el líder obligatorio de mi Deportivo Olímpico y aún estoy todavía jugando bajo la nieve... quizás porque el tiempo no ha pasado y sigo estando dentro de él. Estar dentro del tiempo es seguir tomando mi café con leche y recordándote tirando bolas de nieve. Sí. Yo soy el mismo que viste, tiempo después, cruzar por Las Vistillas de Madrid... posiblemente con las manos dentro de los bolsillos de mi pantalón. Ahora sólo puedo seguir jugando. Hoy he conseguido 53 puntos. Mágico Solitario. Sigo siendo el Mágico Solitario acompañado de mi princesa y todavía estoy subiendo hacia la cima. Cima. Toda la cima está nevada. Posiblemente este sea el tiempo indetenido del que hablan los poetas. Verte tirando bolas de nieve a tu príncipe mientras yo, pensando en mis historias, sigo existiendo...
 
Dicen que hoy es 22 de enero del año 2013 pero, en realidad, hoy puede ser 22 de enero de cualquier otro año. Quizás hasta hoy sea 22 de enero de 1966. Por eso estoy todavía viviendo en medio de los pequeños corazones. Ya sé que nunca podré ser un tipo duro... pero el tiempo a veces me convierte en un ser invisible... menos para mi princesa. 
 
Nieva en Valdeluz y soy lo que cada una de vosotras queréis que sea. Todo menos un indiferente de esos muchos que pasan por la vida como tipos duros, a lo Jimmy del Oeste, que no conocen ni las sonrisas ni las lágrimas. Es muy posible que lo haya escrito al revés y la verdad es que no han conocido lágrimas y sonrisas. Y es que esta existencia es como una película filmada en la cima de nuestros sentimiento. Por eso hoy nieva para recordarnos. Por eso me acuerdo de ti jugando a tirar bolas de nieve. Y por eso hoy creo en la Verdad. ¿Cuál es mi Verdad? Solamente la del joven que cruzó por Las Vistillas de Madrid, tiempo después, con las manos metidas en los bolsillos de mi pantalón. 
 
Salgo de la cafetería Moon. Camino sobre la nieve y llego a mi Destino.