Y los nios nos escuchan (Reflexiones)
Publicado en Jan 26, 2013
Leo que Antoine de Saint-Exúpery, el insigne escritor de "El Principito", dejó para la posteridad una frase muy interesante: "Los niños deben tener mucha tolerancia con los adultos". Y uno llega a pensar en los absurdos kafkianos de este mundo actual. Si cuando siempre se ha dicho y predicado que son los adultos los que tienen que tener mucha tolerancia con los niños... ahora resulta que todo se ha vuelto del revés. Todo ha dado un giro hasta poner la cabeza del mundo en los pies del mundo y los pies del mundo en la cabeza del mundo.
Hace tiempo, en las conversaciones mantenidas con mis amigos, no solía faltar nunca el tema político, el tema económico y el tema social. Algunos podrán hoy decir que hoy es mejor no hablar de esas cosas por los miles y miles y miles y más miles de desfalcos, de trampas y de estafas cometidas contra los pueblos llanos y sencillos que creyeron en los políticos, que creyeron en los economistas y que creyeron en los sociólogos. En estos tiempos, como dice hoy Ernesto Sáenz de Buruaga "no se habla de otra cosa". Pero los niños escuchan todo. Con sus correos electrónivos "a tope" han electrocutado al silencio. Y ahora hablan de los ilusos que creen en que la independencia de Cataluña es un bien para Cataluña. Y ahora hablan del fin irreversible de la ETA. Y ahora hablan de lo bien que está la farsante Lady Gaga. Carreteras cortadas. De tanto hacer partícipes de nuestros conciliábulos a los oídos de los niños los estamos introduciendo en carretaras cortadas por donde circulan a tan enorme "velocidad" que terminan por estrellarse. Pero pienso que debe haber todavía un punto de apoyo para construír otro tipo de futuro. Es necesario que exista ese punto de apoyo y que exista ese camino. Ante el drama de la sociedad actual (que tiene mucho de tragedia deshumanizada y mucho de charlotada descomunal) ya no viene la calma tras la tormenta. Ahora, tras la tormenta llega otra tormenta aún mucho peor. Porque una especie de virus hace que la corrupción sea el ejemplo a seguir. Hasta este abismo social hemos llegado. Falta de escrúpulos. Falta de controles. Parecer sin ser y ser sin parecer. Abusos de todo tipo, uso y mercadotecnia (con el marketing de la violencia siempre incluído). La picaresca secular reflejada en las acciones ¿humanas?... y los niños nos escuchan. Es espantoso reconocerlo pero abundan los viejos de 14 años de edad. Viejos adolescentes porque no adolecen de nada pero carecen de lo esencial: esa ingenuidad congénita que todos los normales tenemos dentro de nuestra alma infantil. Ellos nos están creando un "campo de urnas" prehistórico en donde enterrar todas nuestras esperanzas. Por eso muchos niños nacen ya cansados de existir. Quizás habría que plantearnos volver a los orígenes. Volver a los tiempos de Adán y Eva y vivir como salvajes. Al menos los niños serían naturales.
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