Menta - Miel
Publicado en Aug 15, 2009
La calle era un mundo de gente,
ella trataba de no pensar que desde hace unos meses, se levantaba sola a desayunar. Él iba cantando, tararear le ayudaba a no recordar que la suerte nunca lo había saludado. ella iba al banco a pagar impuestos, él iba al banco a pagar una deuda del cual era garante. La cola era larga, una multitud se quejaba. Ella miró la larga cola, él miró la larga cola y en un punto del vacío sus miradas se encontraron. Ella sintió que, los ojos miel de él le endulzaban el alma, él sintió que los ojos esmeralda de ella le devolvían la esperanza. Se estremecieron, un escalofrío les recorrió la columna y todo el mundo fue sombra gris, solo quedó, menta-miel, menta-miel. Ella pensó en decirle, “déjame calmar la amargura de mi corazón en la miel de tus ojos”. El se acordó de un cuento de García Márquez una naranja dulce por fuera con corazón de esmeralda. Se miraron mientras la cola avanzaba, ya no importaba. Se amaron en silencio, profundamente. Ella, sonrió; él, se sonrojó, y sin querer romper la magia del encuentro, ella se marchó. Ya no le importaban los impuestos, no le importaba más nada, había descubierto que, él que se fue, no le llevó su corazón; él la vio marcharse, y se dio cuenta que, por primera vez la suerte le había hecho un guiño de amor. Nunca se hablaron, nunca se conocieron, no supieron sus nombres, ni siquiera... rozaron sus dedos, sin embargo, fue la historia de amor más profunda que alguna vez existió.
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Orlando Jos Biassi
Un abrazo y espero que nos sigamos leyendo...
Andreita
Con tu permiso para comentar, el tema de este poema me atrae en especial: el amor en silencio, sin necesidad de más.
Saludo!!