Claro que no lo he olvidado, es más, cada vez que se acerca ese abismo yo lo percibo y con gran facilidad. Lo bonito de una persona es lo visible ante los ojos del alma, lo demás, está demás.
A él lo recuerdo por esa esencia infantil,aventurera,sin miedos, con potente adrenalina y muy apasionado, él es como ese tipo de personas que creen no guardarse nada. Mientras que yo con esa esencia tímida, otras audaces, algunas casi místicas y sobre todo esa esencia hechicera que me hacía encantandora ante sus ojos, así como un dulce caramelo. 
No se por qué pasó todo esto, pero diganme, ¿quién no se ha enamorado de una esencia?
Esa, la que nos define, y nos crea un universo paralelo al que vivimos, pero que mantenemos viva cuando estamos ilusionados y no queremos ver más allá...
Aquella tarde, ese aroma que no he sabido como describir hasta el momento, me generaba cierta intriga por saber de donde provenía, días después como lo nombré, su esencia apareció y desde ahí me ha dado miedo tener ese tipo de aromas cada vez que empiezo un nuevo ciclo de mi vida.
Pero...qué bien huele el amor que me das, el que antes no había y que ahora me da la vida.
Qué bien huele el olor de una noche agitada, entre pasiones y caricias, besos y fragancias unidas por un sentimiento paralelo al que llamariamos amor. Ese hermoso momento en el que no parabas de mirarme como un tierno niño. fue el último suspiro que di cuando te dejé partir y juro que no quería separme de tu lado y grite tu nombre hasta el cansancio y no me escuchaste...
Tu esencia vivirá por siempre en mi corazón y en mi alma, conmigo estará tu recuerdo y tu aroma, y no como un viejo amor, por el contrario, como el más joven de todos y que no cambiará porque siento que no es igual a los demás.