guilas Negras -5- (Novela y Guin para Cine). (captulo corregido y terminado).
Publicado en Feb 15, 2013
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Juan recoge otra vez las 11 fotografías y las vuelve a mirar, ahora con bastante más atención, mientras va soltando el humo de su cigarrillo, creando volutas en forma de interrogaciones. El Jefe Superior, Diego Castillejo Ríos, observa las volutas.

- ¿Cómo eres capaz de hacer eso?
- ¿Te refieres a las interrogaciones?
- Sí. Me refiero a las interrogaciones. 
- Si quieres las convierto en admiraciones... porque es que si tengo que admirarte porque quizás tengas un poco de envidia... sana por supuesto... es algo muy importante. Admiro a Jesucristo y a alguien más que no puedo decirte ahora; pero si quieres te incluyo también a ti entre las personas que admiro. En realidad, no me importa eso, pero estoy preguntándome que si tantos ya están muertos y muertas quizás ya no pueda yo solucionar sus vidas.
- ¡Jajajajaja! Muy bueno tu humor negro.
- Pues no estaba intentando hacer ninguna clase de humor de ningún color conocido. 
- Está bien, Juan. Ahora vamos a ponernos de verdad a investigar en serio. 
- Que yo sepa, aunque tú no lo sepas, llevo un buen rato comenzando con mi investigación en serio. A veces no lo parece. 
- ¿A veces no lo parece?
- A veces. 
- A veces eres más serio que otras veces. 
- Bien deducido, Diego... ¿has pensado mucho para llegar a esa conclusión?
- Bastante... bastante... bastante...
- Pues te basta ya con tanto bastante y coloca estas fotografías en el orden en que fueron asesinados y asesinadas; porque necesito completar la secuencia para sacar conclusiones muy importantes para empezar, amigo Diego. 

El Jefe Superior de la Policía de Madrid queda callado de nuevo. 

- Dicen, por ejemplo, que el silencio sirve para confirmar... ¿Te ha confirmado a ti el Arzobispo de Madrid-Alcalá?
- También... también...
- Otra información muy buena que me sirve para aclarar por dónde debo ir. ¿Y desde entonces te convertiste en niño bueno o tan bueno como te crees tú?

El Jefe Superior de la Policía de Madrid vuelve a guardar silencio...

- Sigamos hacia adelante como los de Albacete.
- ¿Querrás decir como los de Alicante?
- No. He dicho a conciencia Albacete para ver si me estás poniendo atención. 
- Te estoy poniendo toda la atención del mundo. 
- Me parece que sueles exagerar bastante. 
- Corrijo entonces. Te estoy poniendo toda la atención de medio mundo. 
- Eso es más exacto. ¿Recuerdas tú a un tal Benito Molinero Cuenca. el que antes de ser espía se dedicaba a recoger papeles y basura y al que, por eso, le denominaban "El Molinero de Papel"? ¿Trabajó para ti en alguna ocasión?
- Ya lo jubilé. No tenía muy buena vista para seguir siendo espía. 
- ¡¡Jajajajaja!! Muy buen humor negro el tuyo, Diego. 
- Trabajando contigo se aprende...
- Pues cuando te des una vuelta por Alicante le entregas este papel de mi parte. 

El joven detective Juan saca un papel escrito del interior del bolsillo izquierdo de su chaqueta de color azul eléctrico y se lo entrega al Jefe.

- No es precisamente un recibo de la luz eléctrica aunque hoy venga vestido de azul eléctrico.
- ¿Estás jugando al despiste?
- Puede que sí o puede que no. Pero si le ves por la costa alicantina le dices de mi parte que quizás deba leer algo, alguna que otra vez en su vida, como "Tiempo de silencio" de Luis Martín Santos para ver que siempre hay tiempo para guardar silencio a ver si, así, se aclara un poco más la idea, y mira que no digo ideas porque me da por pensar de que sólo tiene una idea, de cómo se comporta uno con las mujeres de los demás. Al tal Benito Molinero Cuenca, ex espía, ex barrendero y hasta ex persona, le das cordiales abrazos de mi parte; pero la verdad cuanto más desnuda es mejor y sólo me refiero a la verdad. Es mucho mejor que esté desnuda. Una verdad desnuda a tiempo, y no me refiero a una mujer sino a una verdad, es siempre mejor que mejor. ¿O no es mejor que mejor una verdad desnuda, y no digo una mujer sino una verdad, y no esa idea que siempre está pensando ese tipo? 
- ¿Cómo voy a decirle eso?
- Tú le dices eso nada más, aunque se haga como que no entiende lo que le estás diciendo, Y entonces, cuando se esté haciendo el despistado, le enseñas la pegatina del Anís del Mono que viene pegada en este papel para que aprenda que hay momentos en que hacer el mono no es conveniente cuando se es espía con aspiraciones a ser barrendero. Momentos hay muchos, amigo Diego, pero la verdad es que para cada momento hay una aclaración... algo así como bicarbonato para limpiar la mente de suciedades innecesarias.

Diego Castillejo Ríos se pone nervioso... 

- ¡Espera un poco, hombre!
- ¿Así que soy un hombre, verdad?
- Sin duda alguna, Juan. 
- Pues venga, adelante. Vamos despejando dudas como hacía Quincoces... porque a veces algunos que yo he conocido en todavía mi muy joven vida dan coces a la honra de las personas. ¿No te ha pasado a ti eso?
- Que yo sepa no.
- Pero tú no lo sabes todo. Así que piensa... piensa Diego...
- ¡Es que no puedo pensar nada sobre eso!
- Pues a ver si te enteras que la honra de una mujer, supongamos por ejemplo la tuya, no puede ser jamás puesta en duda sin prueba alguna... y es que de hurtados está el mundo de los espías lleno. 
- ¿Conoces alguno?
- Un tal Jesús Hurtado Moreno de la Calle que se cree que conoce las calles de Madrid mejor que nadie y por eso insulta a quien no debe insultar. ¿A tí te gusta que alguien que se cree más salvador que Jesucristo sólo porque se llama Jesús insulte a tu esposa?
- ¡Le parto la cara aunque se llame Jesús!
- Pues los hay que hacen eso...
- Espera un poco y verás cómo lo localizo enseguida. 
- No es necesario. Salió volando. 
- ¿Le diste?
- Sí. Le di un buen golpe porque se lo merecía. Por aquello de que quien roba a un ladrón tiene mil años de perdón. Quiero decir que ya no se va tanto de la lengua porque creo que está con los dominicos.
- ¿Se metió en algún convento?
- No me extrañaría que se haya metido en un convento porque se las daba de muy santo siendo más chorizo que los de Cantimpalos. Pero lo último que sé de él no es que esté con los dominicos sino que quiero decir que está con los dominicanos. 
- Como vuelva por aquí me lo cargo, Juan.
- No es necesario. Bastante cargado ya está por lo mucho que bebe...
- ¿Además le da por la bebida?
- Sí. Por las bebidas espirituosas según dice él.
- Poco a poco, Juan. 
- No. No bebe poco a poco sino mucho a mucho... quizás para olvidarme... porque es de los que debe pensar, aunque analfaburro es bastante cuando habla de las mujeres de los demás, que un poco es demasiado tarde. ¡Rápido! ¡Se fue de Madrid más rápido que el Orient Express de las novelas policíacas! 
- ¡¡Jajajajaja!!
- ¿No has leído nada sobre el Orient Express de Sherlock Holmes? Me parece que sirve hasta para reflexionar... 
- ¡¡Jajajajaja!!
- Bueno, dejemos a Hurtado que siga con su marcha para atrás como los cangrejos y entremos ya de lleno en nuestro mundo. 

Por fin el Jefe Superior de la Policía de Madrid consigue colocar, en el orden que le ha pedido Juan, las 11 fotografías sobre la mesa. 

- ¡Ajá pecaminoso! ¡Digo ajá pecaminoso por no decir ají picoso por ejemplo, como tanto le gusta decir a tu teniente Antonio Muros Caramillo cuando le pica algo... sea lo que sea que le pica... y supongo que será la curiosidad de meterse en asuntos que no le importan o no le deberían importar antes que pensar en otra cosa que tiene como colgajos!
- ¿Ya has resuelto el caso?
- Pero... ¿tú te crees que yo soy el adivino Rapel que mienta más que habla y mira que habla mucho y más de la cuenta el tal dichoso Rapel? Todavía no tengo ni idea de qué va todo esto... pero, mira por donde, he acertado con mi primera intuición. Cosas de manejar bien las células grises como decía Hércules Poirot. Mira la secuencia. ¿Existe algo en ella que explique por qué se produce de esa manera?
- ¿Qué cosa has descubierto?
- Dejándose ahora de esas mamarrachadas de tener neuronas más o neuronas menos, te quiero demostrar que yo no sólo tengo todas las neuronas completas y en su verdadero sitio sino que, como futbolista que soy, sé muy bien donde tengo las pelotas y cómo manejar bien las pelotas. Escucha bien lo que te digo, ¡gran campeón imbatible de ajedrez!, el ajedrez está muy bien para los lógicos como tú pero yo prefiero jugar a las damas que es mucho más interesante. Y le dices, de mi parte, a tu cabo primera, otro gran campeón de ajedrez, que se baje ya de la rama del árbol en que está viviendo. ¿Te has fijado o no te has fijado en la secuencia de los muertos asesinados y asesinadas?
- No tengo siempre tiempo para ocuparme de esas tonterías. 
- Pero... ¿no eres tú, amigo Diego, de los que tanto os gustan las secuencias porque habéis estudiado Ciencias Exactas y no como yo que sólo estudio Ciencias Inexactas? ¿Por qué llamas tonterías a lo que estoy haciendo? ¿De verdad te estás creyendo que estoy loco tal como me llamaste mientras estaba solucionando el caso de la fuga de dinero? ¿Te acuerdas de lo de la fuga del dinero y lo del teléfono cuando estaba yo en plena investigación y te dio por querer romperme la línea de mi pensamiento o te lo recuerdo yo, Gran Jefe?
- Perdona. 
- ¿Otra vez pidiéndome perdón como si yo fuera Dios? Que ya os tengo dicho a todos los del Cuerpo de Policía que no me pidáis perdón a mí porque resulta que yo sólo me concentro en mi trabajo y no ando metiéndome en camisas de once varas. ¿Por que llamas tontería a lo que estoy haciendo si estoy llevando a cabo un método científico para averiguar un dato importante y vosotros sois tan dados a los métodos científicos? ¡Mira bien la secuencia! No me interesa para nada la secuencia de la frecuencia de Fibonacci sino la secuencia que está utilizando este asesino en serie. 
- ¿Puedes decirme ya lo que has descubierto?
- Es muy sencillo. Yo diría que hasta exacto. Muy sencillo y muy exacto a la vez. Si te das cuenta, la primera víctima es una muy guapa chavala de pocos años de edad; la segunda víctima se trata de un señor muy mayor y de tanta edad que no se puede saber cuántos años tiene; la tercera víctima, como puedes ver, es otra muy guapa chavala de pocos años de edad; la cuarta víctima vuelve a ser un señor muy mayor y de tanta edad que no se puede saber cuántos años tiene y así va sucediéndose la cadena secuencial de todas las víctimas por el orden en que los va asesinando. ¿Ya has comprendido lo que acabo de descubrir si es que te das cuenta de que lleva 11 asesinatos cometidos?
- Supongo que te estás refiriendo a que la próxima víctima debe ser un señor muy mayor y de tanta edad que no se puede saber cuantos años tiene.
- La suposición es siempre una duda. Yo no estoy suponiendo nada sino que lo estoy afirmando. Lo que sucede es que los que jugáis tan perfectamente al ajedrez que os creéis imbatibles sois excesivamente lógicos pero la lógica no os entra en la cabeza en los momentos más importantes de la vida. ¿Por qué no usas la lógica cuando te meten doblados los cuentos chinos, las leyendas tibetanas y los rollos patateros y pasteleros de eso que llaman EPOC y que cuando me dicen que lo sufro yo es que me parto de risa? Se lo dices de mi parte a tu maestro "El Spassky". ¿Eso del EPOC es de su época del cuplé o producto de un charlatán de la época del jazz o de la época de Hipócrates? ¡Hay mucho Hipócrates diciendo majaderías como hipócritas, amigo Diego. ¿Y ese tal "Spassky" es el doctor que examina a todos tus hombres del Cuerpo de la Policía de Madrid?
- ¿Te refieres a Pepito Castrillón D'Antonio?
- Sí. Todavía recuerdo que he jugado con él tanto al ajedrez como a darles patadas a una pelota. Así que, mira por dónde, acabo de matar a dos pájaros de un solo disparo. Ahora volvamos a lo que nos interesa. ¿Estás de acuerdo conmigo en que la próxima víctima de ese asesino en serie debe ser un señor mayor de tanta edad que no se puede saber cuántos años tiene?
- Ya estoy convencido, Juan. 
- Antes de seguir adelante... ¿puedes decirme tú que es ese petardo de EPOC que nos han querido colar para que me apartes de la investigación?
- ¡Ostras! ¡Eso no lo sabía yo!
- Pues hay que estar al día, amigo Diego, y a ver si coges la onda, motorista... te encantan las motos, ¿no es cierto?
- Me encantan las motos, Juan, pero no sé que tienen que ver con eso del EPOC
- Pues es muy fácil de averiguar. Eso del EPOC lo dijo Maroto el de la moto. Así que deja la onda y coge la Honda y bájate de la moto alguna vez que otra para caminar un poco... porque caminando un poco se entera uno de lo que sucede a nuestro alrededor. Te aconsejo que vigiles mejor lo que puede suceder dentro de tu casa en vez de fijarte en lo que te dicen algunos de tus queridos subordinados de la Policía de Madrid. Pero ya veo que no estás preparado todavía para ciertos acertijos. ¡Deja ya el biberón, Diego, que hace muchos años que dejaste de ser un niño consentido de los criados con tatas y en vez de tanto tatarear canciones gilitontas mejor dedícate a ayudarme en lo que puedas si es que puedes ayudarme en algo! Y donde te digo Diego es que te digo Diego y no tengo por qué corregir, para nada, mi conducta... aunque alguno de tus hombres te esté haciendo pensar que mi conducta deja mucho que desear... ¡que más quisieran ellos tener una conducta como la mía cuando me da por jugar con las damas! Mejor revisa los antecedentes de todos tus hombres en vez de revisar tanto los míos. ¿Quién puede ser la próxima víctima del asesino en serie? 
- Me estoy perdiendo...
- ¡Pues no te pierdas tan pronto porque los brujos y las brujas no existen pero, como dicen muy bien los gallegos, hay brujos y hay brujas. Ese asesino en serie, observando de nuevo a sus víctimas, resulta que es un bisexual.
- ¿Es cierto eso?
- No me equivoco cuando me concentro lo suficiente como para no equivocarme. Pero tú no te vuelvas a equivocar conmigo ni se te ocurra volverte a enfrentar violentamente contra mí porque puedes morder el polvo antes de lo que te puedes imaginar. Me basta con darte un golpe en la yugular y donde pongo el ojo pongo el golpe para que te enteres de una puñetera vez. Y volviendo a este asesino en serie, digo que es bisexual porque le da lo mismo el sexo y género de sus víctimas después de haberlas violado como dicen los informes policíacos... luego estoy pensando algo muy interesante.
- ¿Algo muy interesante?
- Sí. Estoy pensando que este asesino en serie es de los que se dicen que han salido del armario... ¿vas comprendiendo ya bastante mejor?
- ¿Algo más, Juan?
- Supongamos que estamos ante dos pesos pesados. ¿Recuerdas la época de Joe Louis y Primo Carnera?
- ¿A dónde quieres llegar ahora?
- Joe Luis traducido es José Luis y lo de Primo Carnera te lo hago conocer para que pienses en un primo gozando de carne ajena y ya está. Ahora sigamos con otro aspecto del caso pero que es colateral aunque entra de lleno en la materia. Pero no te rías que es mejor, Diego, mucho mejor de lo que te imaginas... ya que me estoy acordando de la canción infantil que dice ¡Los caballitos trotan trotan trotan trotan trotan! ¿Qué tal trota tu subordinado Foncho Perea Ginés "El Gineta"? ¿Sabes lo que es una gineta disfrazada de jinete? A tus nenes, que hasta están afiliados a los sindicatos y todo esa parafernalia de intereses, les gustan mucho las ginetas, esos mamíferos mamones y carniceros, y mete en el saco a unos cuantos de ellos para que vayas pensando qué te quiero decir, de pelaje claro moteado de negro y de la familia de los vivéridos porque quizás son muy vividores o se creen muy vivos. ¿Por qué será que se les llama también "monchitos" a todos ellos? ¿No será que trotan demasiado cuando montan ginetas que, como tú bien sabes o deberías bien saber, también se los conoce como "monos", "monitos", "monicacos" y monicaquitos"... sobre todo "monicaquitos" por lo "caquitos" que están? Pues a partir de ahora dales un pequeño toque de diana para que se quiten de mi camino o los quito yo de otra manera menos elegante... ¿de acuerdo?... Vamos a ver, amigo Diego, si a todos tus nenes, que no llegan a ser ni soldados de primera pero sí que son bastante tontos útiles, les enseñas bien los que son los asuntos de los caballos y los asuntos de los cabellos porque de caballeros tienen menos que yo de mariposa y, hablando de esa cosa, algunos de ellos tienen las alas demasiado pintadas porque quieren ser gallos de pelea cuando solamente son gallitos de corral. Mientras dure toda mi investigación a esos nenes no los quiero ver delante de mí y, mucho menos, detrás de mí por si las moscas.... ¿lo sigues entendiendo?... y si quieres se lo dices a tu subordinado Fonchito Perea Ginés de mi parte y si te pide que se lo explique yo en persona con todo gusto se lo hago conocer para que sepa lo que es un salto de la montaña porque resulta que yo de cimas sé un buen mogollón mientras que él no sabe ni tan siquiera de faldas. Luego no quiero ver maricones a mi lado durante toda la investigación. Asi que si se empeñan en obstruir mi trabajo les voy a tener que cantar la de ¡Mire usted que maravilla que se amaron dos caballos en la cuadra de Castilla! Si no tienen nada que hacer, como casi siempre, mándales a hacer puñetas de mi parte y que se den una vuelta por los juzgados de la Plaza de Castilla que buena falta les hacer saber lo que son los caballos porque resulta que yo lo sé de sobra porque soy hijo de un caballero... o sea, de un militar de caballería... ¡para que se enteren todos tus nenes que no llegan ni a ser soldados de primera!. Son tan ineptos que parecen de la época de Mari Castaña y como sé que les gusta mucho meter las narices donde no les importa ni donde nadie les ha llamado para que las metan... que se alejen de mí a varios kilómetros a la redonda mientras estoy trabajando y se vayan, por ejemplo, a Pinto o a Valdemoro ya que nunca se saben bien si están en Pinto o están en Valdemoro y eso me mosquea tanto que me suelo cabrear y no quisiera sobarle a alguno de esos moscas muertas. Quien trabaja con nenes que tienen que estar sindicados para darse un poco de valor, del cual carecen por completo, siempre sale cagado y yo, si me tengo que cagar en alguno de ellos antes de que alguno de ellos se caguen en mí pues me cago en todos juntos y así termino cuanto antes. ¿Qué opinas, tu, Gran Jefe Superior? ¿Te conviene que trabaje de esta manera o me marcho por donde he venido y contratas a otro mejor que yo? Por mí no hay problema alguno pero a ver si alguno de ellos es capaz o está lo suficientemente capacitado. Quien en soldado de segunda se queda es que se la acabó la cuerda. 
- ¡¡¡Jajajajaja!!!
- ¿Es tan gracioso ser sincero? He dicho lo de que Joe Louis significa José Luis por tu subordinado José Luis Cañete Doblado y Reina; al cual se le vuelve el cuerpo como de jota serrana porque ya todos los delincuentes de Madrid saben bien que es un bisexual al que le gusta meterse buenas cañas para el cuerpo y no me refiero a las cervezas que toma mientras le pone los cuernos a su chavala con la hermana de su chavala. Tiempos de Mari Castaña que se han vuelto a poner de moda, amigo Diego. De cuando algún mochales iba metiendo la pata continuamente en los charcos de lo tonto que era. Y lo de Primo Carnera lo digo por el primo ese que tienes de cabo primera que no se llama Carnera pero que lo sacaste del oficio de carnicero y bien carnicero que es cuando abusa de los pobres rateros de barrio porque con los grandes ladrones, banqueros por ejemplo, no se atreve.
- ¡¡Jajajajaja!! ¡Cuántas grandes verdades estás diciendo! Pero déjate ya de risas, Juan.
- Que yo sepa el que se está riendo eres tú porque para mí estos asuntos son muy serios aunque en ciertos lugares me lo he pasado muy bien viéndoles a todos ellos bailar como orangutanes, chimpancés, gorilas y toda clase de monos aulladores, titís y hasta monas de Gibraltar. No es tan difícil descubrirles porque son ridículos hasta el extremo de no poder ser más ridículos. Si me entra la risa es porque me dan pena. 
- Bueno. No vayas a pensar de que todos lo son. Pero yo sigo diciendo que tú eres el único que puede resolverme este asunto. 
- Es que si lo dudas ya sabes que no tengo ningún problema. Yo, ante la duda siempre escojo la más cojonuda. Y en este caso la más cojonuda es salir del caso y no haceros ni puto caso. 
- ¡Que no te vayas, por favor! ¡Que te pagaremos lo que nos pidas!
- Espera, Diego. Que otra vez te repito que carrera de caballos parada de burros. ¿De verdad estabas pensando que voy a trabajar gratis? 
- ¡Jajajajaja! Por supuesto que no. 
- Pues supones bien del todo. Ya no trabajo gratis ni para mi padre. Sinceridad a tope, Diego. Cuando lo hice solamente fue para darme a conocer nada más... pero una vez ya conocido que trabajen gratis los gilitontos. 
- ¡¡Jajajajaja!! ¡Te creo! ¡Te creo!
- ¿No te estoy diciendo que no es asunto de risa? No sé por qué causa, razón o motivo tontusco te ríes tanto porque quizás te lleves más de una sorpresa si no me fallan mis intuiciones. Esto no es el juego infantil de los comecocos y no te comas demasiado el coco porque es mucho más fácil de solucionar. Esto quiere decir que no quiero que trabajen conmigo un número excesivo de tus hombres. Cando vamos demasiado deprisa y demasiado acompañados todo termina en fracaso. No es una metáfora para reírse lo de carrera de caballos parada de burros sino que he visto que os ha sucedido multitud de veces. Lo he aprendido de una señora muy sabia. Así que necesito espacio libre para actuar. Si piensas que soy el mejor me dejas hacer las cosas como me dé la real gana o me voy a descansar mientras os rompéis los sesos intentando descubrirlo. A mí me da lo mismo que os rompáis los sesos los unos y los otros y los de más allá. ¿Comprendido? 
- Comprendido. Tienes toda la libertad para trabajar a tu manera. 
- Pues entonces necesito hacerlo a mi manera y no a la manera que lo hacéis vosotros... que ni sabéis ni entendéis cómo tratar a este asesino en serie que se ha estado burlando de todos vosotros durante meses enteros. 
- Por eso recurro a ti. Insisto en que eres el mejor. 
- Insisto en que no me importa ni ser el mejor ni ser el peor... pero soy como soy... y no me vais a poner límites a ser como soy y a actuar como actúo. O aceptas esta condición o chao chao bambino que me voy por el camino. Quiero me me pongas como ayudante al mejor de tus hombres. 
- ¿Quién es el mejor para ti?
- Atilano Eros. 
- ¡Imposible!
- ¿Por qué es imposible? Si yo digo que el mejor de tus hombres es Atilano Eros es porque resulta que es el mejor. O trabajo solamente con Atinalo Eros o no trabajo en este asunto.
- ¡Imposible! ¡Tienes que elegir a otro!
- Pues entonces... adiós con el corazón que con el alma no puedo... y te deseo que encontréis tú y todos tus nenes sindicados la solución y que le atrapéis antes de que deje a medio Madrid entero enterrado en el Cementerio de la Almudena.

Juan se levanta del sillón para abandonar el caso del asesino en serie que tiene atemorizado a toda la ciudad de Madrid. 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Novela y Guin literario para Cine al mismo tiempo.

Palabras Clave: Literatura Novela Relatos Narrativa Guin Cine.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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