guilas Negras -6- (Novela y Guin para Cine).
Publicado en Feb 15, 2013
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 Ya está Juan abriendo la puerta para salir del despacho privado de Diego cuando éste le sujeta el brazo derecho y le conduce de nuevo hacia su asiento. Juan apaga el cigarrillo en el cenicero y se sienta. Después, Diego se sienta frente a él.  
 
- Te digo que es imposible que te acompañe Atilano Eros porque está suspendido de sus funciones por un tiempo de tres meses. 
- ¿Por qué? ¿Qué ha sucedido con Atilano Eros?
- Ayer mismo se enzarzó a puñetazos contra otros dos compañeros del Cuerpo de Policía.
- Interesante... muy interesante...
- No es la primera vez que lo hace, así que es imposible y tienes que elegir a otro para que te ayude en la investigación.
- Quizás en otro momento; pero en en este caso no. Y no admito que sea imposible que me acompañe él. 
- Olvídalo ya. Para que tengas una nueva y buena pista tengo que contarte que el asesino en serie siempre deja un catecismo de Ripalda sobre el cuerpo de sus víctimas. 
- ¡Ostras! ¿Deja siempre un catecismo de Ripalda sobre el cuerpo de sus víctimas? Eso quiere decir que...
- ¿Qué? ¿Qué significa? ¡Cuenta, cuenta!
- No, Diego... espera porque el que espera no desespera. Es muy buena esa pista que me das. ¿Usa ese método con todos y todas a quien asesina?
-Sí. Tanto con ellas como con ellos.
- ¿Tú querías ocultarme ese detalle? Necesito que confíes plenamente en mí  y haz el favor de no ocultarme detalles tan importantes. De momento no te puedo decir nada más y haz el favor, también, de no poner en conocimiento de este asunto a los medios de comunicación. Ni lo de los catecismos de Ripalda ni lo de que selecciona a las víctimas por el orden de asesinar primero a una chavala muy guapa y de muy pocos años y después a un señor mayor que es tan viejo que no se sabe qué edad puede tener. 
- No voy a dar nunca esas informaciones a los medios de comunicación. 
- Si lo haces arruinas la investigación. Quizás no sepas muy bien del todo lo que significan ambas cosas... así que no se lo digas ni a los hombres en los que más confianza tengas. 
- ¿No se lo puedo decir a ninguno de mis hombres de mayor confianza?
- A ninguno. 
- Pero, al menos, dime a mí qué significa eso de los catecismos de Ripalda.
- Eso  no te lo puedo decir ni a ti mismo. A ninguno de tus hombres debes decirle nada, absolutamente nada, de lo que hemos estado hablando aquí, a esos quizás sea a los que menos se lo debes contar. Porque con todos esos detalles voy a descubrir quién es el asesino en serie. No me interesa, para nada, que pienses mal si te pido que no des ninguna información a tus hombres y, menos aún, a los que más confianza tengas. Y no te enfades conmigo porque es muy importante ocultar todos esos detalles. Si tengo que conocer al asesino debo cuidarme mucho del terreno que piso y no quiero que ninguno de tus hombres esté detrás de mí. 
- ¡¡Jajajajaja!! Te daré más detalles si eliges a otro como compañero. 
- Me cuentas esos detalles y luego decido yo quién será mi compañero de investigación. 
- Quiero que sepas que, según me contó el propio Atilano Eros, el motivo de la pelea fue porque un compañero llamado Fernado Morenosa Tachella le tocó el trasero.
- ¿Ese italiano de dudosa condición sexual? No me extrañaría nada que fuese cierto. ¿Hubo algún testigo de la pelea?
- El íntimo amigo de Fernando Morenosa Tachella.
- ¿A quién te estás refiriendo?
- Te estoy hablando de Giuseppe Garza Siboni; al cual también le agredió con unos buenos puñetazos.
- ¡¡Ni estando yo borracho, cosa que nunca lo estoy, trabajaría con ninguno de desos dos italianos de dudosa condición sexual!! ¡No quiero formar parejita con ninguno de esos dos no vaya a ser que me rompan el corazón de lástima!
- Eliminemos a esos dos. Elige a otro.
- No. Tiene que ser Atilano Eros; así que levántale el castigo y le devuelves la placa o a otra cosa mariposa... que tengo a alguien mucho más interesante que todo tu Cuerpo junto a quien tengo que hacer una visita y ya me está esperando desde hace una hora y no quiero llegar tarde a la cita para no darla un disgusto ni para llevarme yo una bronca... porque tiene un cuerpo mucho más completo y bonito que todo tu Cuerpo junto, tanto en bruto como en neto. 
- Espera, por favor... ¡te presento otra solución!
 
Juan mira su reloj...
 
- Espera tú, Diego. ¡Yo ya no aguanto ni un minuto más viendo tu fea cara cuando ya podría estar, desde hace un buen rato, viendo la cara más bonita de las chavalas que he conocido y he conocido a muchas chavalas con caras muy bonitas! La solución es que no voy a sacrificarla por culpa de este sucio asunto. ¿Has entendido bien o te lo vuelvo a decir más alto porque más claro es impoisible que te lo diga? ¿Cuánto es uno más una, Diego, ya que tú sabes tanto del sistema binario de esa informática que tanto manejas y de la que eres todo un experto además de en otras materias similares? Te vuelvo a repetir, estimado y admirado Jefe Superior de la Policía de Madrid, que sólo seré un simple y sencillo detective privado, aunque me hayas puesto, de manera circunstancial por supuesto, una placa de capitán en la solapa de mi chaqueta, pero tú ignoras bastantes cosas sobre mi vida. Por ejemplo en cuanto a chavalas muy guapas se refiere. O trabajo con Atilano Eros o vete tú y todos tus policías profesionales al cesto de la basura o, si no lo deseas, busca a otro que te haga el trabajo para luego llevarte tú toda la gloria. A mí la gloria no me interesa para nada pero me interesa mucho hacer bien mis trabajos como siempre. 
- ¡Está bien! ¡¡Está bien!! ¡¡¡Está bien!!!
- Menos gritos Milagritos y decídete ya porque el tiempo pasa volando y no quiero que vuele mi oportunidad con esta chavala.
- Pero... ¿por qué te empeñas tanto en trabajar con Atilano Eros?
- Mal... muy mal echa esa pregunta... y lo que no quiero es que ahora te vayas otra vez a cabrear conmigo porque esta vez no te lo aguanto. Tengo motivos para hacerlo. Es el mejor de tus hombres y me ayudará mucho  a resolver este rompecabezas. Pero quiero que lo decidas antes de que llegue la noche. Ella no suele esperar demasiado a nadie.
-  Está bien. Ahora mismo le llamo para presentártelo y así lo conoces.
- No es necesario que me lo presentes. Le conozco mucho mejor que tú.
- ¿Conoces a Atilano Eros? ¿Lo conoces mejor que yo?
- Mejor que tú y que todo tu Cuerpo de Policía juntos. Es el mejor y por eso necesito trabajar con él. 
 
Diego Castillejo Ríos se queda mirando, perplejo, al tranquilo Juan...
 
- ¿Qué te sucede? ¿Estás creyendo que yo soy un fantasma diciendo alguna fantasmada? ¿Te recuerdo a alguien?
- Por un momento pensé....
- ¿Qué pensaste por un momento? ¿Piensas que yo hago algo indebido por las noches madrileñas? ¿Tú crees que yo soy un brujo de esos que te aseguro que sí existen?
- Esto... yo...
- En algún otro momento hablaremos de eso cara a cara para que sepas cierta verdad todavía oculta y para que aprendas que los gallegos llevan razón. Recordarás lo que el otro oculta.
- ¿Quién es el otro?
- ¿Crees que va de coña lo de que existen brujos y brujas? ¿Sabes lo que es el método persuasivo?
- ¿Impedir que una persona se entere de algo por medio de la coacción?
- No está mal deducido, amigo Diego. Pero yo más que a la coacción me estoy refiriendo a la ocultación también llamada ocultismo. ¿Te vas enterando ya? Persuadir, mediante la brujería, cuando de por medio hay un inocente al cual hay que hacerle pasar como culpable. Para todo eso hace falta planificarlo todo muy bien. Hacer que un inocente pase como culpable es propio de la ocultación brujeril. ¿Te vas enterando ya de que no estoy de coña?
- ¿Me puedes explicar con suficiente sencillez comprensible que es todo eso de las ciencias ocultas y que tienen que ver con este caso? Es que sobre ese tema tengo ideas muy contradictorias. 
- Lo voy a intentar, Diego, a ver si comprendes algo. Las ciencias ocultas es un conjunto de conocimientos y prácticas cuyos principios resultan inaccesibles a los experimentados científicos como tú que caen como moscas en sus telas de arañas. Y como tú eres solamente un gran profesional de las Ciencias Exactas olvidas que las ciencias ocultas incluyen disciplinas como la astrología, la nigromancia y el espiritismo entre otras cuestiones. 
- Estoy hecho un verdadero lío. 
- Te voy a intentar desliar poco a poco. Para empezar, la astrología no es la astronomía, sino una de las artes adivinatorias que consiste en determinar la influencia de los astros en las conductas humanas. ¿Y por qué se practica esta clase de arte diabólico? Para poder influír en una persona inocente con el propósito oculto de que crea que el que lo practica es muy sabio cuando en realidad es sólo un ignorante que se hace pasar por sabio; por su parte, la nigromancia es el acto de adivinar el futuro o alguna cosa oculta por medio de la manipulación de la mente del inocente que se deja engañar, lo cual demuestra que quien usa este arte es un verdadero bruto y no un ser sumamente inteligente como el inocente cree; y en cuanto al espiritismo no es una espiritualidad como algunos como tú pueden llegar a creer, en algunas ocasiones, bajo estados de hipnotismo porque os hacen creer en la existencia de espíritus a través de prácticas engañosas que provocan esa falsa creencia de que existen dichos espíritus y para ello, quienes lo usan, utilizan objetos personales de alguien, como fotografías, libros y artículos de uso cotidiano, digamos que, por ejemplo, pendientes por decir algo que usan mucho y, por supuesto, alfileres o agujas para pinchar en las fotografías o muñecos confeccionados con esas intenciones diabólicas, hasta que consiguen hacer creer, con más fuerza todavía a quienes se dejan influir e hipnotizar a través de las miradas fijas en los ojos, y asi les hacen creer lo que no es cierto. Recuerda lo que dijo Jesucristo, amigo Diego, recuerda lo de "por sus obras los conoceréis" y no lo olvides nunca tanto para saber donde está el Bien de una persona y donde está el Mal de otra persona. 
- ¡¡Yo no te estoy ocultando nada!!
- Es que no me estoy refiriendo a ti. En este asunto tú eres, más bien, la victima. Pero debes saber, y el tiempo te lo demostrará, que yo estoy contigo aunque te guste o no te guste lo que al final, si todo lo que intuyo es cierto, resulta que es verdad.
- Esto... yo... pues...
- Claro que a ti también te gusta y te gusta mucho... pero yo ahora sólo me quiero concentrar en el asunto para el que me has contratado, y que conste que no lo haré gratis como  en otras ocasiones sino que tendrás que pagarme bien pagado si consigo demostrar lo que intuyo. Yo  no me dejo influir por rumores como haces tú, y eso tendrás que aprenderlo si quieres seguir teniendo éxitos profesionales, sino por demostraciones verídicasy comprobadas sin ninguna clase de error. Así es como deberíais trabajar tú y todos los de tu Cuerpo de Policía. Y no me chilles demasiado porque, a veces, no sabes controlar tus nervios ni aún cuando practicas deportes como el fútbol. Serás todo lo figura que quieras ser pero muchas veces te expulsan del terreno de juego por esa misma razón. En otro moomento más oportuno te recordaré algo para que cierres la boca antes de que recibas una hostia cuando te metas a enjuiciar a alguien sin saber ni la mitad de la mitad de la verdad.
- Pero... ¿estás conmigo o estás contra mí?
- En este caso, que es de carácter público, estoy contigo... pero en cuanto a otros asuntos privados sólo estoy con Ella y digo Ella con E mayúscula de Enamorado. Ella solamente es mi chavala y ninguna otra. ¿Te has enterado ya? Te guste o no te guste la verdad es la verdad.
- Esto... yo... pues...
- Claro que te gusta y te gusta mucho... pero yo ahora sólo quiero dedicarme a la solución de este caso público y no a ningún asunto privado... así que aprende a investigar porque nos enfrentamos a alguien que es muy inteligente y a la inteligencia sólo se la derrota siendo más inteligente todavía que él. ¿Me comprendes ahora?
- ¿Es demasiado inteligente?
- Yo no diría que es demasiado inteligente sino demasiado interesado. No voy a solucionar este asunto de la manera que a ti te interesa sino de la manera que más interese a la sociedad en general. ¿Sigues confiando en mí después de haberte cantado las cuarenta en bastos?
- Esto... ¿no te he llamado a ti para que encuentres la solución?
- Por eso mismo... por eso mismo... ¿por qué me has elegido a mi?. Y quiero la verdad.
- ¡No te entiendo!
- Es que entenderme a mí es como entender a Jesucristo. De momento, antes de que sigas hablando tonterías sobre mi persona... ¿me puedes decir dónde están ahora la mayoría de todos los tuyos? ¡Tomando copas en el bar de la esquina porque tienen miedo! ¿Me has escuchado bien? ¡Salvo unos pocos valientes de verdad, que son hasta los más anónimos, los demás están tomando copas en el bar de la esquina porque tienen miedo, estimado Jefe Superior!
- Vuelvo a no entender nada.
- Pues si quieres saber más vuelve a la escuela o, algo mucho mejor todavía, pregúntale a tu sargento Louis Edouard Auate, ese que va pregonando que o se lleva a esa mujer o entre los tres nos las arreglamos para pasarlo bien. ¿Quieres preguntarle a tu sargento Louis Edouard Auate, el de lo voz cascada de tanto que casca cantando, cuál es la solución a todo esto? ¿Crees que me estoy refiriendo a otra cosa? ¡Pues aciertas! ¿Crees que ese tal Auate es mucho más inteligente que yo? En ese caso dale el caso a él. Pero en verdad te digo que ese tipo no es capaz de encontrarle aunque crea que tiene tanta imaginación como para poder quitar cierta mujer a cierto hombre. ¿No tiene ese tal Auate tanta experiencia vital que asombra a los pobres chavales y las pobres chavalas que le consideran héroe de las heroínas? Pues dale el caso a él a ver si lo resuelve. Tu sargento Auate es demasiado inteligente pero creo que se pasa de listo cuando se hace el interesante delante de los pobres chavales y las pobres chavalas que le adoran tanto que lo han encumbrado en la fama sin saber que es un fumata y nada más que un fumata. ¿De dónde saca tanta pasta tu sargento Auate para fumar tanto y tan caras sustancias? ¿Habrá llegado ya a conocer lo que es la génesis del universo? Porque resulta que hasta va cantando por ahí no sé cuántas chorradas sobre la génesis del universo. Hasta tiene engañado a José María Halcón Maza diciendo tonterías tales como "yo es que pasaba por allí". ¿Por dónde ha pasado, si se opuede saber, el ricachón de tu sargento Louis Edouard Auate? ¿Habrá llegado ya a conocer dónde está la última frontera de todos nosotros o sigue perdiendo documentos en las camas de las habitaciones de los hoteles donde tanto liga? Porque sucede que pierde demasiados documentos sin darse cuenta. ¿O se ha dado cuenta ya de que es incapaz de encontrar a este asesino en serie y disimula diciendo que pierde los documentos? ¿Será que bebe tanto para olvidar? ¿Y qué tiene que olvidar tu sargento Auate? Yo no soy ni la centésima parte de lo famoso que es él entre los pobres cahavales y las pobres chavalas pero cuando me habla de tesis y pretesis ya sabe él muy bien, aunque se lo calla, que le pongo una prótesis en la boca para que no diga tantas sandeces. Ya ves. Yo ni tan siquiera soy soldado de primera mientras él es todo un elegante sargento... pero no ando por ahí engañando a nadie como a ese tal José María Halcón Maza porque ni lo necesito. Me basto yo solo para solucionar mis problemas sin ir engañando a los pobres chavales ni a las pobres chavalas que se creen que es todo un ídolo de masas. ¿Se puede saber qué méritos tiene ese tal sargento Auate para ser todo un ídolo? Yo sólo soy Juan pero... ¡aquí estoy dispuesto a enfrentarme con ese asesino mientras él es el primero que se esconde debajo de la cama del hotel donde estará ahora con alguna de sus admiradoras! Tu sargento Auate es otro de los muchos que se creen que lo saben todo sobre lo que sucede y ocurre en las calles madrileñas pero bien acomodado en su chalet a todo lujo. ¿Y cuántos lucrativos viajes hace ese menda al Ecuador para embaucar a todos los pobres chavales y las pobres chavalas que no saben qué clase de pájaro es? ¿A quién anda buscando por aquellas tierras ecuatorianas? ¿Es por eso por lo que va cantando lo de una de dos o me llevo a esa mujer o entre los tres nos las apañamos para pasarlo bien? Cuando le veas dile que haga el favor de bajarse de la luna lunera cascabelera porque si tengo que ponerle el cascabel en el rabo se lo pongo... ¿entendido?. ¡Qué gran filosofía de la vida de las calles madrileñas tiene tu sargento Auate! ¡Es tan interesante su filosofía que me tiene admirado.. pero de lo tonto que es! Claro que puedo hacerle una entrevista sobre su vida y sus hazañas pero él no quiere. ¿Por qué será que el zorro de tu sargento Auate se me esconde cuando quiero hablar con él de su vida y sus hazañas? Y lo mismo digo de su compañero de trabajo Sabino Sabina y Sabina... ¡que me tiene hasta los huevos de tanto hablar de caballos! ¿No te parece fantástico este dato sobre el tal Sabino Sabina y Sabina? Haz una investigación seria sobre los dos y verás la cantidad de mierda que tienen  bajo sus alfombras. Ya sabes a lo que te atienes si sigues empeñado en contar conmigo para solucionar este caso. ¡No quiero ver a Louis Edouard Auate y a Sabino Sabina y Sabina ni en pintura! Porque entre mis capacidades y las suyas hay más abismo que entre una bomba atómica y dos pompas de jabón. ¡Para mí son dos simples jaboneros nada más! ¿Sabes lo que significa ser dos jaboneros nada más? Que sólo sirven para tocar y para nada más. Así que si trabajo yo en este caso a esos dos sargentos los quiero más lejos de mí que Plutón de la Tierra no vaya a ser que tenga que liarme a hostias con ellos. Todo esto te lo cuento para que sepas que yo no soy un hipócrita como ellos y que si tengo que cantar pues canto... pero sin engañar a los pobres chavales ni a las pobres chavalas. ¿Lo has comprendido todo, amigo Diego?
 
Diego Castillejo Ríos se queda simplemente anodadado...
 
- Diego... por sus obras los conoceréis dijo Jesucristo...
 
Diego Castillejo Ríos le ofrece, completamente nervioso, otro cigarrillo marlboro a Juan.
 
- No, gracias. No fumo.
 
Y un silencio profundo llena el tenso ambiente del despacho del Jefe Superior de la Policía de Madrid que rompe Juan con una de sus finas ironías...

- Pongamos que hablo de Madrid... 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Novela y Guin literario para Cine.

Palabras Clave: Literatura Novela Relatos Narrativa Guin Cine.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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