Caen suaves manos sobre el teclado
el piano iza alas con su música
allí el alma viajera escala en son
 elevando el decir que cautiva.
 
El corazón es un mar de ritmos
un subvenir de pasos en notas
siendo enredadera de tu pecho
alcanza el balcón de tu ventana.
 
Sobre ejes de aspírales va y surge
el canto del palpitar que aclama
un sentimiento ahora en acordes
que pregonan el sentir, del amor…
 
Todo es idilio en el pentagramas
que busca en sus gemas un brillo
el detonar de bellas palabras
tesoro, de un amado corazón.
 
Dios es la voz de cada plegaria
la inspiración divina de un logro
al cristalizar el eco en gracias
retumbando en halitos de ilusión…
 
Tan solo escucha amado mis notas
dale aire, ejercitar de tímpanos
busca ellas de dim, dom, de campanas
desgajando en melodía, mi creación.
 
 Mi ave en su remanso tintineante
alza vuelo por surcar tu cielo
en busca de tu ángel que me escuche
que haga un nido en idilio, contigo…