guilas Negras -8- (Novela y Guin para Cine).
Publicado en Feb 18, 2013
Atilano Eros golpea en la puerta.
- ¡Adelante, Atilano, que está abierta! ¡Sólo tienes que mover el pomo hacia la izquierda! Atilano Eros entra en el despacho. Lleva el cabello muy bien peinado, lleno depegamentoPtrico y con un tupé que le hace muy parecido a la imagen de Elvis Presley.Parece,exactamente, un doble de Elvis Presley en plena juventud, pero ya excesivamentegordo. - ¿Para qué me has llamado, Jefe? - ¡Caramba! ¡Pareces Gray! - ¿Me has llamado gay, intruso? - Limpiate mejor las orejas, guaperas. Me llamo Juan y no intruso; pero no te he llamadogay,por lo menos de momento hasta que no se demuestre lo contrario. Te he llamado Gray...porlo El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde que, da la casualidad, sí que era gay.Noconfundas, si sabes inglés, gay con Gray. Y para tu conocimiento cultural me estoyrefiriendoal persoanje que vendió su alma al diablo para ser eternamente joven. Aunque creo,o intuyo,que tú no has leído "El retrato de Dorian Gray" y por eso no tienes suficiente culturaliterariapara saberlo. Por lo que estoy viendo sí que pareces un poco gay pero no puedotodavíaafirmarlo ni negarlo. - ¿Qué demonios estás diciendo, desdichado? ¿Eres tú acaso un gay para saber tanto deesetema? - Escucha, mamarracho. Para saber bastante sobre cualqueir tema basta sólo conhaberestudiado algo sobre dicho tema sin tener por qué serlo. De pequeño, por ejemplo,estudié lasLeyes de Ga-Lussac y de los gays conocí, por ejemplo, a varios como John. Tucultura,Atilano Eros, sólo se limita a Tupelo? - ¿Estás diciendo locuras?- No tienes ni idea de lo que dices y por eso no sabes que meestoyrefiriendo a John Gay quien inspiró a Bertolt Brecht y del cual Kurt Weill escribió lapartitura dela "Ópera del mendigo". ¿Quieres seguir aprendiendo algó más que lo poco quesabes deTupelo? - ¿Estás loco? Qué pasa con mi pel,o? - Por ejemplo te pregunto ¿a tí te interesa tanto el rock de Elvis Presley que le imitas enelpeinado porque quieres ser como él con respecto a las chavalas? - ¿Quién te ha dicho esa estupidez? - Eso lo saben todas las que te conocen bien. ¿Te encanta bailar "El rock de la cárcel" deElvisPresley pero en la versión española de Miguel Ríos, so payaso? ¿Te crees de verdadesaestupidez de que los viejos rockeros como tú nunca mueren? - ¿Qué diablos está está diciendo este tipo, Diego? -¡Siéntate con nosotros! En la silla que, precisamente, está al lado de este loco... pero sitehe levantado el castigo y te he llamado a mi despacho ha sido solamente gracias a él; asíquepor lo menos le podías estar algo agradecido. Atilano Eros Amazote lanza una dura y expresiva mirada a Diego Castillejo Ríos pero noseatreve a hacer lo mismo con Juan. Así que se dirige solamente a Diego sin atreverse a miraraldetective prque ha visto que lleva, en la solapa de su chaqueta, la placa de capitán delaPolicía de Madrid. Así que se sienta al lado de Juan pero sólo mira y se dirige al Jefe. - ¿Se puede saber por qué tengo que darle las gracias a este gracioso? - A mí, mamarracho de mierda, no tienes por qué agradecerme nada. Sólo quiero instruirteunpoco. No me importa ni Tupelo ni tu pelo y valga la redundancia aunque quizás no sepasloque es la redundancia... ¿o sí sabes lo que es la redundancia de un asesino en serie túqueestás tan acostumbrado a resolver esos asuntos? Atilano Eros Amazote mira de soslayo a Juan. - ¿Pero estás loco del todo? - ¿Puedes decírmelo mirándome de frente? Por fin Atilano Eros Aamzote se atreve a mirarle a los oojos y siente una especie detemorinconfesable pero como es un tipo duro sólo lo percibe Juan y no Diego. - ¿Qué absurdo es todo esto? - Que quiero decirte, por si no lo sabes, que Tupelo es la ciudad donde nació tu queridoyamado Elvois Presley, mut famoso por "El rock de la cárcel" y otras canciones quetantoadoráis los del rock and roll y todos esos rollos de gays incluídos. - ¡Del mundo gay no sé nada de nada! - Exacto. Te lo estoy diciendo para que aprendas a relajarte un poco porque has entradomuynervioso y la música amansa a las fieras. ¿Tú conoces el Vals de los Patinadores? - Ni idea... - Pues rsesulta que a mí me parece que sí la has escuchado bastantes veces... - ¿Cómo puedes adivinar eso? - Porque para eso llevo la chapa. - ¿La chapa? - ¿No te dicen nada una chapa? - Ya veo que eres capitán. - Luego si te dice algo la chapa es que conoces bien "El Vals de los Patinadores". ¿O noescierto? - Si. No puedo mentir. Conozco muy bien "El Vals de los Patinadores". - Entonces, una vez comprobado esto, volvamos al principio de nuestra conversación.Yotampoco sé nada del mundo de los gays pero los huelo a mucha distancia y huelenqueapestan. Pero hablemos de Bertoltd Brecht, ese ilustre creador del teatro"brechtiano".Hablemos de la "Öpera del mendigo". ¿Has visto tú alguna vez a algún mendigopor estosmudnos de la Ópera? - ¿Mendigos en la Ópera? - Si. Estoy hablando de la estación del metro de Ópera. ¿Conoces bien esas calles desusalrededores en plena oscuridad de la noche? ¿Algo así como por donde camina "El fantasma de la Ópera" digamos por ejemplo? - ¡Claro que conozco la puerta del metro de Ópera y las calles aledañas por las noches!Hepatrullado muchas veces por ahí. ¿A qué viene esa pregunta - Lo digo por los mendigos que a veces duermen por esas calles. De esos viejos mendigosqueno se saben que edad tienen de lo puro viejos que son y que, a veces, sonvíctimaspropiciatiorias de los asesinos en serie. - ¿Tengo que seguir soportando a este loco, Jefe? - No te queda otro remedio si vais a trabajar juntos. - ¿Qué yo voy a trabajar a las órdenes de él? - Eso quiere decirte el Jefe. Pero antes de hacerlo quiero saber si alguna vez has tenidoqueintervenir en asuntos de mendigos, cuya edad no se conoce bien de lo puro viejos queson,por culpa de haber sido asesinados. - Alguna vez... pero de esos temas no hablamos los policías más de lo normal. - Todavía no te veo totalmente tranquilo. Así que voy a ver si consigo que te serenes antesde trabajar conmigo porque trabajar a mi lado supone sopportar mucho estrés. Así0 que tesigo contando que esa obra es un retrato crítico de los bajos fondos que mezcla diálogos concanciones. Fu9e adaptada al cine por Georg Wilhelm Pabst, quien también realizó "Bajo lamáscara del plcaer" y "Lulú". ¿Qué te parece a tí todo esto? - Normal. Muy normal. - Ya. Es muy normal. Si tú lo dices es muy normal. Si las uniésemos en una sola películatendríamos un producto muy itneresante. ¿O no es cierto, Atilano Eros? ¿Cuá es tu segundoapellido? - ¿Te lo tengo que decir? - Como yo soy el capitán y tú mi suvbordinado me lo tienes que decir para trabajar juntos. - Mi segundo apelliod es Amazote. - Interesante. A lo mejor me interesa alguna vez en mi vida dedicarme a hacer guiones decine y poder hacer algo coom "Las noches de Lulú" pero con escenas de amor con azotes. ¿Tegustó mi chiste? - No tiene ninguna gracia pero puede que sea muy gracioso. - ¿Por qué no me cuentas tú a mí algún otro chiste que tenga más gracia, Atilano?... porejempplo algo relacionado con el ano de Atila. - Sigue sin tener gracia tus chistes pero pueden ser muy graciosos. - Para trabajr conmigo tendrás que ser más rápido de reflejos. ¿Me cuentas algún chiste deJuanito? - No conozco ningún chiste de Juanito. - ¿No conoces ningún chiste de tontos? - Está bien. Conozco alguno. - Estupendo. Ya voy sabiendo algo muy interesante de ti. Por lo menos sé que te sabesmcuhos chistes de tontos. ¿Y los cuentas con mucha gracia? - Procuro tener mucha gracia. - ¿Por ejemplo con chistes de subnormales? - No tengo por qué responder a eso. - Entonces... ¿estoy loco de remate y tengo que ser internado en una residencia psiquiátricao solametne es que soy muy imaginativo, Atilano Eros? ¿Tíu que crees? - No creo nada de nada... - Pues hay que creer algo de algo... - ¿Y yo tengo que trabajar al lado de este tipo, Jefe? - Mientras estés trabjaajndo con él el Jefe no soy yo sino él y valga la redundancia, Atilano. - Todavía no me has repsondido si estoy loco o solametne soy un enfermo azñlcohólicocontando chiustes sin gracia. ¿Qué soy para tí, Atilano? ¿Me quieres hacer un test pararesolverlo? - Yo sólo soy un subvordinado a tus órdenes... de momento... - Ten toda la confiazna del mudno conmigo, Atilano. Si necesitas hacerme un test depersoanlidad para saber quién soy no te cortes ni un pelo. - Es que no tengo ni idea de quién eres. ¡Vamos a ver, Deigo!... ¿tengo que trabajar con undesconocido? - Serña un desconocido para ti pero es el mejor investigador privado de todo Madrid. - Vamos a ver si seguimos serenando nuestros espñiritus, compañero de fatigas. Tpuedo contar, pr ejemplo, que hacer pelñiculas eróticas con niñas que no tienen todavía edad adulta ya que sólo son adolescentes es muy fáci, sobre todo si después de haberlas vioaldo se las asesina. ¿Has tenido también experiencias en casos de chavalas guapas que no tienen edad suficietne para ser adultas y que han sido asesinadas? - También he conocido eso... - Por fin nuestro diñálogo empieza a ser interesant del todo. Las películas porno son las más fáciles de ahcer porque no necesitan ninguna clase de imaginación para violar a esas niñas. Sólo se necesita morbo, maldad y locura. ¿O no estás de acurdo con eso? - Totalmetne de acuerdo. Pero... ¿se puede saber cuñanto te tengo que soportarte, capitán? - No me llames capitán. Llámame solamente Juan ya que vamos a ser compañeros de investigación. ¿De verdad no se te ocurre nigún chiste de algún tonto llamado Juanito? Es que me encantaría escuchar alguno. - De tontos y subnormales me sé bastantes pero no de ningún Juanito - Entonces, para seguir rompiendo el hielo entre nosotros, te voy a contar uno que me acabo de oinventar. Va Juanito "El Olivos" al mercado a comprar olivas y pregiunta... ¿por qué no lo terminas tçú, Atilano, a ver qué reflejos mentales tienes en vez de realizar test que no sirven para nada? - No se me ocurre nada. - Puies entonces termino yo el chiste. ¡Verás que gracioso es! Pregunta ¿cuñanto vale una aceituna suelta? ¿Quñe te parece? ¿Es un chiste po una tontería? - Una tontería. - Por eso te dije que era un chiste del tonto de Juanito. ¿Ves cómo funciona la lógica de un investigador? -
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