"Este no es un sueño extraño
no hay un par de alas que me protejan
Este no es un hermoso pueblo
pero, es el pueblo en el que estoy."

"Seguramente alguna vez hubo allí una sonrisa, justo donde antes había un rostro..."
 
-Ya tiene que no vienes por acá, ¿verdad?
Dudé un momento en contestarle, tenía el cigarrillo en los labios y mientras lo encendía pensaba qué podría contestarle; me miraba como si fuera un viejo amigo al que hace mucho tiempo que no veía; y sólo era un tipo más que pasaba a comprar un cigarrillo.
Eché una calada y respondí encogiendome de hombros.
-Sí hace algunos días que no había venido, hasta ahora que he tenido tiempo. 
-Ah, que bien; bueno, ¡suerte!
-Sí, hasta luego... ¡Gracias! 
Había pasado una semana desde la última vez que fuí a ese sitio, si no había regresado era porque no tenía a qué ir a ese lugar; pero le mentí, no había ido no porque no hubiese tenido tiempo, sólo, no había ido porque no había a qué ir.
¿Qué podía importarle si iba o no iba por allí?
A lo único que pasaba era a por un cigarrillo y nada mas, siempre que le veía era lo mismo, y sólo lo veía cuando iba a ese sitio.
-Hola, buenas tardes, ¿Me das un cigarro por favor?
-¿De cuál?- preguntaba mientras me extendía una cosa en la que tenía puestas las cajetillas de cigarro, tomabas uno y la ponía nuevamente en su lugar.
Entonces tomo un cigarrillo; ya no me importaba de cuál era, para mi era lo mismo; él me extendía un encendedor, lo tomaba y encendía el cigarrillo, le regresaba el encendedor; pagaba...
-Gracias, hasta luego- y salía del establecimiento.
-De nada, hasta luego- contestaba y regresaba a lo suyo. 
Pense en ello un momento más mientras caminaba por la acera; pocas personas, algunos establecimientos aún abiertos; dos farmacias juntas, una pollería, comida ambulante...
Las lámparas que iluminaban las calles parecían cansadas de iluminar, las autos lucían cansados de andar y andar sin descanso, incluso el cielo y la Luna lucían cansados de estar siempre ahí, haciendo lo suyo.
Pero ello era solo un reflejo de lo que me ocurría; quien estaba cansado era realmente Yo; cansado de caminar y caminar, de ver siempre las mismas cosas, sólo la Luna me parecía diferente y era la misma Luna que se asomaba por sobre algún edificio...
Poso la vista en la lejanía; lámparas que hacen de las calles un lugar menos peligroso para transitar, postes alrgados alzandose sobre mi pesona, árboles estáticos; levantados firmes, y en sus cimas las ramas movidas por el viento, las hojas susurrando...
Los veo, ahí están esperando, silenciosos; tras de mí una mancha oscura se hacerca a gran velocidad, quiere atacarme; la sorprenderé justo cuando este por tomarme, ahí viene...
Giro para sorprenderla pero no hay nadie, nada, sólo árboles, lámparas cosas... 
 
"Para algunos el cielo es azul todo el día,
y la brisa de la mañana siempre es refrescante
Aveces sucede que aún hay días como aquellos en los que sonreía..."