El candelabro
Publicado en Mar 01, 2013
Al morir el alba, el lento transitar de las manecillas del reloj indicaban que llegaba tarde a la invitación a cenar, hecha por su viejo amigo de la universidad. Cuya extraña aparición tres días atrás, había dado un respiro a la ya te diosa rutina que ejercía como un funcionario publico. Apresuradamente y con el tiempo aun en contra, arrojo su maleta por entre los muebles de la pequeña sala, que conformaba una parte de su departamento. Automáticamente y con un ojo siempre en el reloj de mano, tomo su abrigo de piel y deposito las llaves del automóvil y las de la casa, las cuales gracias al invento del llavero jamás se separaban. Un segundo antes de cerrar la puerta de calle, recordó que la costumbre, al momento de ser invitado es llevar un obsequio de cualquier tipo, no importa cual sea, pero que bajo ningún concepto, el invitado podía llegar con las manos vacías, aquella norma de cortesía que había llegado de improviso como el canto de un gallo en la madrugada, lo hiso volver a recorre por las escaleras y abrir de una manera estrepitosa la puerta de su departamento, con una mirada rápida ojeo los distintos presentes que podía llevar, a la tan esperada cena. De pronto en su muñeca izquierda sonó un Vic sórdido y vacío, el cual indicaba el cambio de hora, aquella circunstancia de atraso hiso desesperar a un mas, su ya excitado corazón y tomando el ultimo objeto donde su mirada se había posado, y salió apresurado a tomar el primer taxi que pasara.
El trayecto transcurrió, con los contratiempos que solo los semáforos y los policías de transito pueden ofrecer al conductor urbano. Al momento de cruzar una concurrida avenida. Una extraña sensación invadió su cuerpo y provoco que posara la mirada en el objeto que había tomado de su casa.- un candelabro, entre las muchas cosas, que puede haber tomado, tenia que haber elegido un candelabro, voy hacer la comidilla en las reuniones sociales futuras y mas aun, jamás me volverán a invitar a ningún evento que requiera que el invitado lleve un presente, pero ahora ya no puedo hacer nada, mas que llevar este viejo candelabro. Después de cinco minutos, el taxi llego a una casa de color blanco con detalles barrocos en los marcos de las ventanas. Con paso decidido y con una sola duda en la cabeza descendió del taxi y siguió avanzando por el jardín que al igual que la casa poseía un estilo de decorado barroco. Al llegar a la puerta principal, noto que la misma estaba decorada con molduras y arreglos de querubines, los cuales poseían un acabado perfecto como si hubieran sido terminados hace solo unos cuantos minutos. Arreglándose un poco las mangas del abrigo, y tomando el pañuelo que siempre llevaba consigo en su pantalón de tela, se las ingenio para tocar el timbre, extasiado por los maravillosos acabados que la puerta mostraba al publico, empezó a balbucear en voz baja sin que se diera cuenta.- pero mira que maravillosa obra de arte, los detalles son perfectos, parecen como si estuviera en algún viejo palacio de Madrid, y lo mas extraño aun es que las molduras y los arreglos, combinan perfectamente con los detalles del candelabro que he traído, tal vez a Carlos, le guste este vetusto candelabro, y no quede en ridículo por mi imprudencia. Un señor de unos veintiocho años abrió la puerta traía puesto un terno negro entero con una corbata a rayas.- Ismael, me alegro que ver que al final aceptaste mi invitación, y yo pensaba que ya no ibas a venir, pero hombre pasa que esta es tu casa, pasa con toda confianza. El interior de la casa no se encontraba ningún detalle que atrajera la vista de un visitante, solo tal vez las arañas de cristal que colgaban del techo, pero como el ya sabia, a Carlos siempre le gustaban esos detalles exóticos, por lo que no le llamo mucha la atención.- Carlos te he traído este presente, como agradecimiento por tu invitación dijo Ismael con tono lúgubre como intentando apartar la vista de su amigo, es un candelabro que conseguido en uno de mis tanto viajes al extranjero. Lo compre en un mercado artesanal mientras realizaba unas pasantías por Madrid. Aun templando y con la mirada en el piso, Ismael entrego el vetusto candelabro, aun sabiendo que la historia que acaba de contar sobre su origen era una gran mentira, para disimular la vergüenza de su impuntualidad.- pero hombre no era que te molestes, los tiempos han cambiado, no era necesario que te molestaras tanto, ahora tendré que darte la mejor cena de tu vida, en compensación por tan bello presente, pero dejemos de hablar, pasa al comedor ahí esta mi mujer, quiero que la conozcas, ya que tu te has perdido por tu trabajo, pasa hombre. Ismael todavía recuperándose de la sorpresa de que su viejo candelabro fuera acogido con tanta facilidad, siguió caminando por el estrecho vestíbulo, de pronto una luz, ingreso por su pupila, y término cegándolo por unos breves segundos. Ante él se encontraba una habitación amplia, en cuyo centro se encontraba un enorme comedor echo de roble y cedrón, en el extremo del comedor se encontraba, la figura de una muchacha de unos veintiocho años, que llevaba puesto un vestido negro entero, con un escote pronunciado.- Ismael te presento a mi esposa Alejandra peña, La mujer que logro que me quedara quieto en esta vida. Una pequeña risa reboto en las paredes de aquella habitación.- mucho gusto señor vallejo, mi esposo me ha hablado mucho sobre usted, y de sus aventuras en la universidad.- mucho gusto en conocerla, no tenia idea de que Carlos ya se había casado, y me sorprende aun mas que tenga la valentía de contarle sobre nuestras aventuras cuando estábamos en la universidad. Un aire de fraternidad se empezó a respirar, Carlos adelantándose a su esposa dijo, bueno a cenar, que ya todo esta servido, pero antes que me olvide, mira amor, lo que nos a traidor Ismael un exótico candelabro cuyo origen se remonta a la madre patria, España y ole, pero bueno pongamos el presente en medio de la mesa, sentémonos a cenar, que la comida se nos esta enfriando. La cena, paso sin mayores imprevistos, solo unas cuantas risas, y los recuerdos de los tiempos universitarios se hicieron presentes, en aquella velada.- bueno Carlos, ya se ha hecho tarde, y mañana tengo que levantarme temprano, asido un enorme placer a ver revivido aquellos tiempos universitarios, esta de hacer estas veladas mas seguido, pero bueno me voy, acido un placer conocerla Alejandra. Con esas últimas palabras, Ismael se retiro de la habitación y acto seguido de la casa. Carlos lo acompaño hasta que consiguió tomar un taxi y con un apretón de manos se despidieron. Que gran amigo que es Ismael, dijo Carlos mientras recogía los platos que se encontraban en la comedor, esta de invitarlo mas seguido. - Amor, acércate un minuto, es urgente, estoy aquí en la sala principal, grito Alejandra, la misma que hace unos veinte minutos se había ido a descansar a la sala, llevándose el candelabro, que había dejado como presente Ismael. -Que paso amor, por tanto apuro en que yo viniera, sabes que estoy ocupado limpiando la mesa. Un silencio instantáneo invadió la atmosfera de toda la casa. El candelabro que te ha traído tu amigo, vale en si una fortuna, el limpión que sostenía, Carlos cayo en el piso como si una mano invisible lo hubiera arrojado, - Que estas diciendo mujer, que clase de disparates son estos, ¿Cómo va a constar una fortuna ese viejo candelabro?, estas mal.-¡No, Carlos Andrade!, te estoy diciendo la verdad, este candelabro data del siglo XVII en la época colonial americana, es una reliquia histórica, y por lo que se ve tu amigo, lo ha mantenido en buen estado, a pesar de sus años, lo que duplica su valor, toma y observa por ti mismo, y veras que no te engaño. Carlos sujeto el candelabro con extremo cuidado procurando no manchar ninguna parte con su sudor,- pues si es cierto que tiene los mismo detalles que nuestra puerta, y que su estructura parece haber sido elaborada en plata pura, pero me es posible pensar, que Ismael nos obsequiara algo tan valioso, como un candelabro de la época colonial. – amor, y si se equivoco, y en verdad no conocía su valor autentico, no crees que eso puede ser posible.-no se, tal vez tienes razón, en ese caso lo mejor será que le regresemos el candelabro. – no estas loco, este candelabro a de valer una pequeña fortuna, lo mejor es que lo vendamos, ya así terminamos de pagar la hipoteca de esta casa, por que ya estoy harta de que me llamen, por los pagos atrasados del banco. Carlos descargo todo el peso de su cuerpo en la silla que estaba mas próxima, a sus manos, y con un leve suspiro dijo,- mujer que te pasa, ¡acaso quieres que te llamen ladrona!, no lo mejor es que lo devolvamos y nos evitamos problemas a futuro. – el que esta loco eres tu, acaso no ves que este candelabro puede ser la solución a todos nuestros problemas, y suponte que tu amigo si sabia el valor real del candelabro, seria una tremenda descortesía devolvérselo, es mas nos tacharía de mal agradecidos. Alejandra siguió viendo a su esposo y con un rápido movimiento se puso de pie y camino hasta donde él se encontraba, lo tomo de la mano izquierda y beso con ternura su muñeca. – Carlos entiende, si devolvemos el candelabro, tal vez se escape esta oportunidad que Dios en el cielo, no ha ofrecido, no seria justo que desaprovecháramos tal oportunidad, además tu amigo Ismael, tiene un buen trabajo, a él no le servirá el dinero del candelabro, a nosotros si. Carlos quito rápidamente su mano de los labios de su esposa, he inmediatamente se levanto de la silla. – que estas diciendo mujer, sé que nuestra situación económica no es la mejor, y se también que oportunidad como esta de ganar dinero, no se va a volver a presentar, pero mi conciencia no me dejaría vivir, si no le devuelvo el candelabro a Ismael. Alejandra se alejó de donde se encontraba su esposo, ya en las escaleras dijo, - si tu entregas el candelabro, yo me divorcio de ti. Aquella noche, Carlos no pudo dormir, un fuerte cargo de conciencia lo atormentaba cada vez que cerraba los parpados, tampoco subió a su recamara, por el temor y la molestia, de escuchar las reiteradas amenazas de su mujer, si el regresaba el candelabro a su amigo. A las doce de la noche y para evitar que sus pensamientos le recordasen la historia de su amistad con Ismael, y el gran amor que su esposa sentía, decidió abrir una botella de vino importado, que la había estado guardando para una ocasión especial,-bueno, Carlos Andrade, que hacemos, devolvemos el candelabro, o lo conservamos y evitamos que Alejandra se divorcie, que hacemos Carlos Andrade, igual cualquiera que sea la decisión, yo quedare como el malo de la película, pero bueno hasta que eso pase, lo mejor será que siga disfrutando unas copas mas de este vino. Cuando Alejandra despertó, y bajo a ver si aun seguía el candelabro en la mesa donde lo había dejado la noche anterior, se llevo una gran sorpresa al descubrir que ya no estaba el candelabro, ni tampoco su esposo, en su lugar solo había una botella vacía de vino, y una nota, Alejandra corrió hasta donde se encontraba la nota y con sumo cuidado la abrió, en su interior solo había 6 palabras, “El que se divorcia soy yo “. En el ministerio de educación, como en todas las mañanas, se encontraba el abogado Ismael vallejo arreglando los papeles que su secretaria había olvidado de archivar, de pronto y sin ningún aviso el guardia de la puerta le indico que había un señor, de apellido Andrade que necesitaba urgentemente hablar con él. Ya en la resección Ismael reconoció a su amigo y se apresuró a tenderlo,- que gusto verte aquí, Carlos, me sorprende verte, y mas cuando recién son las ocho y media, pero dime, en que te puedo servir. Carlos saco el candelabro, de una funda negra que llevaba consigo.- toma amigo, te lo devuelvo, no sabes, como me a causado la de problemas, tu querida broma, de anoche, toma, y en tu vida vuelvas a llamarme amigo. Ismael aun confundido tomo el candelabro y antes que pudiera decir algo, Carlos salió corriendo, y tomo el primer taxi que vio, Ismael aun confundió por los acontecimientos sucedidos, solo dijo,- Al final creo que no le a gustado el candelabro.
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