He regresado del lugar
donde se esconde un esplendor de mariposa.
no he querido romper con los espejos
trastocados de un pasado
y este presente, que me muerde ferozmente
que no me permite olvidar viejos rencores.
sin embargo
sigo aquí desolada, pensándote.

Guardando silencio,
me alargo en tu arroyo
para beber de su impectuosa humedad
Haciéndose sándalo
en mi boca tu sombra.

Imaginando tu piel erguida
al recibir las caricias de mis dedos.
descalza, te descubro
en el vuelo de alguna luciernaga
entonces, su incandecencia,
la pasión destapa
restaurando las ruinas malogradas
de la existencia.

En el ámbito infinito de mi alma.
la silueta del tiempo camina,
sobre un manto de escarchas
sin limite ni miedos,
desmemoriada
De un espacio
donde el tiempo se eterniza
En cópula musical
de cadencias inagotables.