La suerte no es necesaria para poder enlazar poemas, frases nacidas desde el interior de mi corazón, que se fusionan en tu cabello. Con sólo cuatro palabras se puede definir nuestro universo: te amo como jamás. Entre los días del calendario siempre existe un pasar ligero ante tus ojos, un rozar ligero tu cuerpo, un acariciar ligero tu rostro. Entre los días del calendario siempre hay un destino: aunar tus 16 años de edad verdadera a mis misteriosos ejercicios de tener tan sólo 18 años de edad. Los exactos besos en tus labios.