Cuando yo tenía 10 años de edad, Nicomedes Martínez del Pozo, "Nico", tenía 16 años y era un jugador, en edad juvenil, que jugaba en el Campana Club de Fúbol, cuyo campo de juego se encontraba muy cerca de la calle del Doctor Esquerdo, con dirección por la carretera de piedra que llegaba hasta el Cementerio de La Almudena y el vestuario era una especie de garaje que vigilaba la señora de la limpieza. En aquel campo denominado del Campana, jugaba "Nico" como centrocampista (el número 8) del equipo que vestía camiseta verdiblanca y pantalón blanco, igual que el Betis. Todos los domingos, por la mañana, para mi era una ilusión ver jugar a "Nico" porque de él aprendí cómo se debia de jugar muy bien al fútbol (era el ídolo de toda la barriada) en el puesto teórico del número 8 que es, desde simepre, mi verdadero puesto natural como futbolista. Quizás fue viendo jugar a Nicomedes Martínez del Pozo "Nico" cómo aprendí a saber situarme en un campo de fútbol, a cómo dominar la pelota sin permitir que ningún rival me la quitara, a cómo levantar la cabeza para ver la situación de compañeros y rivales, a cómo dar pases en corta, media y larga distancia y a cómo disparar a puerta con muchas posibilidades de marcar gol. Precisamente el mejor gol que yo vi, siendo un niño de tan sólo unos 10 años de edad, lo marcó "Nico" en el inolvidable partido que el Campana jugó contra el Covadonga.
El portero del Covadonga era formidable y no había manera de batirle. El partido ya entraba en los últimos minutos finales y cuando ya parecía que el Campana no iba a conseguir la victoria, Nico cogió un balón en medio campo, se fue hacia el lugar donde se encontraba el banderín de córner de la esquina derecha y, cuando todos creían que iba a perder el tiempo para dar como válido el empate, lanzó un diparo que se elevó, pasó por delante del gran portero del Covadonga, trazó de repente una parábola en forma de rosca y, con un efecto angelical, entró por la escuadra derecha de la portería del Covadonga mientras que el portero y los defensas rivales se quedaron boquiabiertos viendo cómo el balón entraba en su red ante el folgorio general de toda la afición de los espectadores y la inmesa alegría de sus compañeros; entre los cuales recuerdo a Pepe (que me parece que era el portero), González "El Furúnculos", Jaime Liébana y Labernia (que fue fichado por el Valladolid junto con Nico) y hasta un chavalín, de edad prematura, llamado José, que alternaba partidos con el Campana menor y con el Campana mayor.
Por jugadas como aquella y otras muchas de excelente calidad superior al resto de los jugadores regionales, Nico fue fichado, cuando tenía 21 años de edad, por el Real Valladolid -junto con Labernia- donde jugó las temporadas 1964-1965 y 1965-1966 triunfando plenamente al alinearse junto con grandes profesionales de la Primera División como el portero Calvo; los defensas Miche, Pini y Pinto; su compañero de línea media Echarri; y los delanteros Fuentes, Juanito, Martínez, Melo y Plácido. Desde el Valladolid pasó a formar parte de la Unión Popular de Langreo en las temporadas 1966-1967 y 1967-1968, jugando con hombres como el portero Nieves (que llegó a destacar después en el Zaragoza) y otros compañeros llamados Martín, Jáuregui, Pastor, Falito, Miranda, Santamaría, Lastra, Del Álamo, Joselín, Alonso, Nito, Doblas. Óscar y Candi; siendo entrenador Carriega.
Aquellas dos temporadas en Langreo terminaron por convencer a los ojeadores de Primera División y lo fichó el Pontevedra. En el Pontevedra, Nico jugó 2 Temporadas en Primera División y 1 Temporada en Segunda. Debutó en Primera División, con el Pontevedra, en la Liga 1968-1969 y llegó a jugar 2 partidos. Fueron compañeros de él hombres como los titutares Cobo; Batalla, Antonio, Cholo; Irulegui, Norat, Fuertes, Roldán, Neme, Martín Esperanza y Odriozola. Nico era suplente junto con Celdrán, Calleja, Nando Yosu, Suso, Barros, De la Fuente, Rivero, Cárdenas, Fernández, ceresuela y Nito. El entrenador era el ex jugador argentino del Real Madrid, Héctor Rial. O sea, que el entrendador que hizo debutar a mi ídolo del fútbol, en época infantil. Nicomedes Martínez del Pozo, fue Héctor Rial.
La sengunda Temporada que jugó Nico en Primera División con el Pontevedra, los entrenadores fueron Belló, Campos y Louis Hon, ya que el equipo bajó a Segunda. Pero Nico llegó a jugar 9 partidos. Y sus compañeros fueron los titulares Ardao; Calleja, Antonio, Amavisca; Irulegui, Roldán; Huertas, Odriozola, Neme, Plaza y Martín Esperanza; mientras que, junto con Nico, eran suplentes Cobo, Batalla, García Sáiz, Luisín, Fernández, Celdran, Porlo, Rivero, Albino, Suso, Cholo, Norat, Néstor García, José, Hachero, Cárdenas y Barros.
Con el Pontevedra, Nico jugó en Segunda División durante la Temporada 1970-1971 (jugando 14 partidos) y llegó de nuevo a destacar tanto y a tan altura que fue fichado por el Oviedo donde jugó, en Segunda División, la Temporada 1971-1972 (jugó 24 partidos) y en Primera División de nuevo a la Temporada Siguiente. En Segunda lo hizo junto a hombres como Lombardi, César, J.A.González, Juan Manuel, M.Enrique, E.Galán, Marianín, Jacquet, Castañeda, C.Iriarte, Amarildo, Arévalo, Secades, Mendoza, Javier, Chuso, Carrete, Japo, Vicente,. Javi, Sano, Zurdo, Bravo, Tensi y Uría, más los refuerzos de Candi, Alarcón, Lolín, Alfredo y Djuric. Y subieron a Primera División.
Asi que, cuando tenía ya 29 años de edad, Nico volvió a jugar en la Primera División del Fútbol Porfesional de España con el Real Oviedo, haciéndolo en 5 partido. Su nuevo entrenador era Eduardo Toba a quien sustituyó Barinaga. Y sus compañeros de equipo en el Real Oviedo eran, en aquella Temporada 1972-1973, Bravo, Carrete, Castro, Chuso, Geli, González, Iriarte, Jacquet, Japo, Javier, Juan Manuel, Lombardía, Enrique, Marianín, Mendoza, Secades, Tensi, Uría y Vicente.
Después no colgó las botas sino que a los 30 años de edad volvió a fichar por la Unión Popular de Langreo porque, aunque habia nacido en Madrid, era un asturiano de corazón y no sé cuántas temporadas más jugó en la Unión Popular de Langreo pero en esta ciudad sigue viviendo todavía en su domicilio de la calle Constitución, número 35.
Recuerdo que escuché alguna vez oír a los viejos aficionados seguidores del Campana Club de Fútbol de Madrid, que el padre de Nico era carnicero o que Nico trabajaba de carnicero antes de ser fichado por la Unión Popular de Langreo y fue el diario Informaciones o el diario Madrid (ambos dejaron de existir por culpa de los censores franquistas) donde me dieron la pista de que Nico jugaba en la Unión Popular de Langreo al publicar las fotografías de los equipos de Primera División y de Segunda División, entre los cuales también salía el Club de Fútbol Badajoz, el Mestalla, el Cádiz y la Unión Popular de Langreo entre otros.
Fue exactamente en la Temporada 1966-1967 cuando salió la fotografía de la plantilla de la Unión Popular de Langreo, que valían incluso como cromos para jugar a las chapas, en el diario Informaciones o en el diario Madrid y salían jugadores como los porteros Nieves (jugó en el Zaragoza) y Candi (jugó en el Granada) más Pico Miranda, Poladura, Vizoso, Romero, Santamaría, Fidalgo, Morales, Jáuregui, Cholo y NICO.
En la Temporada 1973-1974, Nico seguía jugando al fútbol en la Unión Popular de Langreo siendo titular junto con Domìnguez, Braga, Giráldez, Prieto, Fidalgo, Herrero, Mortera, Jaime, Juan Carlos y Santi. Nico era el número 8 y el entrenador era Vicente Miera.
Un dato que acabo de descubrir es que en la Temporada 19754-1975, la Unión Popular de Langreo fichó a Soler como entrenador, pero sería una Temporada muy mala, se cesa al entrenador siendo sustituido por Manolín, que tampoco finaliza la campaña, haciéndose cargo del equipo el jugador Nico. Al final de Temporada se traspasa a Colás al Sporting de Gijçon y las figuras más destacadas eran Giráldez, Braga, Ricardo y Fidalgo. Después quizás Nico dejó de jugar como profesional y debió colgar las botas, proque no sé si en la Temporada 1975-1976 seguía jugando en la Unión Popular de Langreo o ya se había retirado pero puedo afirmar que en la plantilla de la Unión Deportiva de Langreo, en la Temporada 1976-1977 ya no estaba Nico.
Yo sigo recordando a todos que el fútbol no descubrió a Nico cuando jugó en el Valladolid -como informó en aquel momento El Mundo Deportivo de Barcelona- sino que el fútbol descubrío a Nico cuando jugaba, desde juvenil, en el Campana Club de Fútbol, en Madrid, y recuerdo a equipos como el Covadonga, el Arpemaga, la Unión Papelera Madrileña y los Salesianos, además de los vascos bilbaínos del Aranguren, Los Cepillos y Los Talegos, entre otros muchos que jugaron en el Campo del Campana. Tiempos de infancia. Tiempos de feliz e inolvidable infancia que jamás cambiaré por nada del mundo de los adultos. Cuando engañábamos a mamá diciendo que íbamos a misa pero doblábamos por la tercera o cuarta manzana para llegar al Campana y recordábamos los colores de las casullas y las estolas del cura "Perra Gorda" para convencerla de que habiamos estado en misa cuando, en realidad, veíamos varios partidos completos en el terreno de juego y yo soñaba con ser algún día, tan excelente medicampista como Nicomedes Martínez del Pozo, Nico para los aficionados, y seguía sonñando aún más allá... aún más allá del Atlantico... con el Ecuador de mi Princesa.