Viernes, 15 de marzo del año 2013 después de Jesucristo. Hoy, a mi 18 años de edad, soy, como siempre, solamente un chico de barrio nada más. He aprendido, en las calles, mi voluntad de ser, mi voluntad de existir, mi voluntad de soñar. Aprendiendo a vivir...
En una especie de papelera de mi barriada he encontrado una octavilla con el título de "Planeando a se feliz". La tomo entre mis manos y leo: "Si quieres ser feliz un día ve de compras, pero no dura porque llegan las facturas, si quieres ser feliz un mes vete de vacaciones a un lugar exotico, si quieres ser feliz un año, heredea una fortuna. Pero para ser feliz toda la vida busca el modo de servir y ayudar a los demás, busca el modo de aportarles algo. Muchos buscan el éxito y se olvidan del significado y ese gran viaje hacia el significado y no hacia el éxito. Unos pasan media vida diciendo soy muy joven para esto. La gente no fracasa porque quiera, fracasa porque no sabe cómo triufar, quien fracasa en planear, planea fracasar.Tenemos que tener un plan, porque no te vas a levantar un dia y de pronto decirle al espejo, "ahí estás", "eres mi mejor cara", "¿dónde estabas?", "esperaba que aparecieras". Debemos tener un plan; ¿cómo lo hacemos?. Entrando en el aula del silencio, necesitamos silencio, porque no descubrirás tu mejor cara en el mundo loco, ruidoso y estresante. Nos despierta la radio, en el baño la radio, desayunamos con el televisor, en el coche la radio, en el trabajo la radio, llamda en espera, ponemos la radio.Tenemos mñoviles, DVD, CD, televisor, ipods, etcétera. No oímos nuestros pensamientos, y no encontrarás tu mejor cara con todo ese ruido. Sólo al evitar ese ruido y adentrarte en el aula del silencio descubrirás tu mejor cara"
Dejo de nuevo la octavilla dentro de la papelera para que algún necesitado, algún mendigo, algún solitario... pueda también leer. Pienso que eso es hacer algo por los demás. Y al llegar al aula me siento ante el pupitre y guardo silencio. El profesor de biología está explicando, una vez más, la lección magistral sobre la cadena del ácido dexosirribonucleico... pero yo estoy pensando... pensando... quizás en las transformaciones que el dios Júpiter llevaba a cabo para poder tener relaciones sexuales con las bellas mujeres que más le apetecían. No. Ni soy el dios Júpiter ni deseo serlo. Yo busco, con los sentimiento a tope, encontrarme con la única chavalilla que depsierta mi interés. Tiene 16 años y está tan dentro de mí que puedo jugar con ella en el pequeño columpio del jardoin donde se encuentra, ahora, mi memoria y en dónde ha escrito una frase que dice "La felicidad está dentro de nosotros". Suena el timbre de la finalización de la clase de biología y hay que seguir sobreviviendo en el recreo; en un patio lleno de chirriosos chavales que no saben dónde me encuentro yo porque no les interesa saber mi secreto ni yo estoy dispuesto a que lo sepan. Así que paso de las escenas y me concentro, otra vez, en Ella... solamente en Ella...
Y al terminar la jornada colegial vuelvo a encender un cigarrillo y me traslado, con el humo, hacia esa región inexplorada donde los sueños de un chico de barrio como yo, que tengo solamente 18 años de edad, se convierten en ese realismo del que tanto he escuchado hablar al profesor de Literatura. Y escribo, en mi cuaderno de matemáticas, física y química, algo tan asombrosamente literario como: El sonido de tambores lejanos y los atardeceres de fuego en las playas desiertas mientras crujen los velámenes de los barcos en mitad de la tormenta marinera, son especie de cantos nocturnos expandidos por las tribus que habitan en la mitad de la selva. Aventura. La vida se nos puede convertir en aventura saltando entre los acordes de un sentimiento soñado que nos hace desear las libertades y perdernos en las épocas del tiempo. Incluso podemos llegar al Lejano Oeste como si fuera un viaje de mil noches o convertirnos en imágenes del Oriente de Sherezade en busca del cuento perfecto. Míticos momentos fabulosos que nunca desaparecen de nuestras fantasías. Mundos fascinantes de burbujas donde entramos para recrearnos en el borde artístico de nuestras mente. Poesia hecha aventuras metafóricas pero literales. Y vamos y nos vaciamos de los realismos para perdernos en lejanas montañas o profundos mares a través de viajes ubicados en nuestros cuerpos invisibles. Sentimientos y pensamientos se hacen, entonces, fantasía. Y con ellas podemos imaginar futuros más cercanos que las guerras de las galaxias; planteándonos dudas y ansiedades en el espacio exterior, con naves intergalácticas, planetas alucinantes, estaciones espaciales abandonadas por civilizaciones ya extinguidas. Ficción. Fantasía. Mito para guarecernos de la fría realidad. Y la brújula nos descontrola el ritmo y somos un cuento por contar...
Sé bien de sobra y conozco ya de memoria que por esto, por ser así, los profesores y las profesoras de Matemáticas, Física y Química me van a suspender en junio y me van a hacer que repita sus materias en septiembre. No me importa. Pienso seguir todo el verano pensando en Ella y seguir escribiendo algo tan asombrosamente literario como: Te amo tanto que aún te amo más que a mí mismo. Sin ti la vida no es vida. Sin ti la vida es tan sinsentido que, aunque viviera una eternidad no tendría ningún significado ese vivir. Sin ti la vida no es un pasatiempo sino, más bien, una pérdida de tiempo inútil y mortal. Contigo la vida es algo mucho más que vida, es algo así como un sentimiento profundo que está lleno de verbo, lleno de palabra, de silencio, de eternidad... Hoy me he despertado y he sentido un vacío tan grande que solo tú eres capaz de llenarlo. Nada hay sin ti. Sin ti el vacío existencial es algo así como un vaso vacío; sin agua para calmar la sed; sin agua para sentir lo que es la vida. Contigo ese vaso es el líquido elemento que me da la significación de mi persona: la significación de este mundo que, sin ti, es como si no existiera. Pero hoy también me he despertado pensando que es tan posible tu milagro vital que sólo por ello merece la pena vivir. Lo más importante de la vida es acampar contigo bajo las estrellas y luego, al amanecer, despertar contigo a mi lado y tenerte siempre presente toda la tarde, todos los días... todos los tiempos... todas las edades... Y así, de esta manera, comprender y entender, entender y comprender todos los porqués y todos los para qués de la existencia humana: más acá del corazón y más allá del sentimiento".
Sé que no voy a repetir el curso porque voy a aprobar Matemáticas, Física y Química, pero no me importa en absoluto las notas que me den. La única nota que me interesa es besar tu boca porque hoy, viernes 15 de marzo de 2013 soy, como siempre, un chico de barrio de tan sólo 18 años de edad.
José Orero De Julián
Federico Santa Maria Carrera
En esta oportunidad, mi distinguido José, yo me inclino ante su trabajo y le brindo mi admiración a usted.
Atentamente y con aprecio, Federico Santa María Carrera.
José Orero De Julián
Juan Martn Senz