A veces un extraño lugar suele convertirse en la primera letra de una historia, una historia que en el tiempo quizás ya no recuerdes aquellos días, pero  recuerdas aquellos momentos y  recuerdas todo lo que sentías en ese instante, y el volver ahí es lo mas cerca que puedes hacer de devolver el tiempo, donde la puesta de sol te dice que expreses lo que no puedes decir en palabras y al mismo tiempo no puedes mantener en silencio, donde el mar no permite que un mal día se convierta en una mala vida, donde la luna de noche se convierte en tu acompañante la cual siempre te escuche sin que le digas nada al respecto, donde las estrellas y las luces del lugar siempre brillaran para ti sin pedirte nada a cambio, donde la pequeña brisa la sientes como un vendaval que mantiene tus esperanzas con los brazos abiertos, donde puedes sentarte en el borde de una piedra y sientes que puedes esperar toda tu vida allí y no sabes el por que, y lo mejor de todo esto es que siempre estarán ahí cuando los necesites, por que no ahí nada mas reconfortante que tener un lugar a donde siempre ir....