Felicidad, esquivo sentimiento,
que hace desdichado,
a aquel que no la siente,
con un desasosiego incoherente,
que no deja que el alma 
sueñe ni planee.
Y al que la siente,
a la felicidad- se entiende…
No la suelta,
la quiere retener
con uñas y con dientes
y ese momento
se vuelve tan fugaz,
que al terminar de irse
nos queda un sinsabor
y una ansiedad inmensa.
Y el dolor de perderla
es mucho más grande,
que el de no haberla tenido
 ni un instante.
Eterna contradicción ,
de todo humano,
que anhela ser feliz y espera,
y es feliz y sufre tanto,
de solo pensar en que se acabe, 
ese instante en que  logró tenerla,
pero se fue.                                  Elvira Galeano.