El sueño más simple que recuerdo haber tenido es la simple idea de comenzar a soñar, y es que los sueños pueden abarcar una pequeña o enorme complejidad de ideas, sentimientos, creencias y conocimientos, tantos como el soñador lo requiera.
Los sueños son una pequeña ventana de la realidad hacia la imaginación, todas las cosas extrañas que recuerdes haber visto seguro han salido de tus sueños. Una persona soñadora ve el mundo de distinta forma, como si lo estuviera viendo con una pequeña capa invisible de fantasía. 
Si se piensa bien soñar es como tener el poder entero de crear un nuevo mundo, nada puede impedir que logres lo que piensas, puedes hacer y deshacer a tu gusto, puedes incluso compartir ese mundo con todas las personas que puedas; un sueño se puede convertir en un nuevo universo lleno de todos tus pensamientos y hecho solamente por ti, a tu manera, a tus criterios y a tus mandatos. Un nuevo e increíble mundo en donde puede vivir todo lo que la vida real te limita a vivir, sin consecuencias ni temores.
Eso simplemente es incomparable y pensar que solamente requieres dormir, para despertar a los muertos, salvar a los débiles, enfrentar tus temores, a animarte a hacer lo inimaginable, ayudar a legendarios héroes, conquistar ciudades e incluso el mundo entero, salvar a la humanidad de los peores villano y muchas cosas más que sin ningún contratiempo te permite generar la imaginación en los sueños.
Los sueños también son parte de la vida diaria, pero aquí y ahora ese no es mi tema a tratar, solo hablaré de lo intangible, inconcebible e inmaterial.
Un sueño grande y bien estructurado seria el tesoro de todo hombre, se tendría presente cada vez que se cierren los ojos e incluso despierto no se dejaría de pensar en él, bien podría ser un lugar, el más hermoso y vivo del planeta, tan grande como un país, tan complejo como un pensamiento, tan común y seguro como tu propia madre; o bien podría ser una persona, el amor de tu vida, esa persona que con tanta belleza y perfección logra robarte los únicos momentos de paz, la persona más importante que cada palabra mal dicha hacia ella te quita todo tu tiempo para pensar solo en disculparte; incluso podría ser una habilidad, la mejor del mundo, la más completa, la más increíble. Con la que puedes alcanzar todos tus objetivos. 
Podrían ser miles los sueños que cada persona están teniendo en este instante, pero nada nunca se comprara con mis propios sueños, mi sueño de ser una persona importante, de escribir y leer por el resto de mi vida, de salir adelante minuto a minuto, de ver una humanidad ascendente y preocuparte por mi futuro y tantas otras cosas. Afortunadamente mis sueños los puedo plasmar despierta y no requiero viajar a un mundo ficticio para sobrellevar mi existencia en este mundo.