UN MEJOR PORVENIR
Publicado en Mar 23, 2013
Recuerdo tu cara madre, iluminada, radiante, mujer morena, sonriente, tu pelo atado a un pañuelo. Te veía desde mi sitio, con anhelo, amaba verte así, y junto a ti nosotros cuatro, los hijos que pariste en el llano.
Yo la mayor de todos, mi corazón lleno de admiración hacia ti, sin límites. Tú en arrebato de amor decidiste por la familia, si… un mejor porvenir, la promesa habíamos de seguir, aquella inalcanzable utopía de orates. Adiós a la ignorancia, al machismo y su violencia, bienvenida la educación, prosperidad, esperanza en la ciudad, creyendo en ti, ciegamente…siempre. Fue un lejano septiembre, recuerdo la luz de la partida, atrás quedó aquel bello valle de pascuas, soleado, de siete casas. La ansiada llegada, en el mar de mi inconsciencia, completamente olvidada, Fui tierna planta arrancada de su hogar, la dulce tierra llanera; seducida con profecías de vida nueva, trasplantada a la selva de concreto, Pronto, mi vivaz inteligencia develó el oscuro secreto, formábamos parte de la vorágine de marginalidad y miseria. Interrogantes mil, se reflejaron en mi infantil rostro, mi mente diminuta que nada entendía, buscaba con afán comprender el cambio. Pretendía encontrar, unos fértiles jardines de verde grama. En la crédula inocencia del alma, conocí a aquellos pozos, que fungieron como fogatas nocturnas, incineradores de desperdicios. En los días de lluvia, en un confundido gozo, se convirtieron en las únicas piscinas que conocí de niña, en sus marrones aguas, en algarabía infantil las dos hermanas nos bañamos. De una bella casita de cuentos, cambiamos a cuatro paredes metálicas, una trampa para juegos. Horno ardiente en el día, y frío creo que nunca sentí- Que maravillas de suelo, jugaba con él y gritaba “es talco”. Era tan fino y suave. Y también picante. La piel ardía, cuando se impregnaba de sus partículas. ¡Qué progreso tan extraño aquel!, un encuentro de dos mundos. Ahora, ya conociendo al segundo, se adentró en mi corazón, una fiel añoranza por el primero. A su recuerdo me aferré, fue mi alimento de cada día. En ti madre mía, confianza plena., tu decisión una pena, si… un mejor porvenir
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