SOLAMENTE HAY QUE MORIR
Publicado en Mar 23, 2013
Quiero que me recuesten de lado, como una Musa, como una Diosa, y que mi mano izquierda se acomode en mi frente y la derecha en mi mejilla, así; como si pensara que estoy muerta.
No quiero caja, prefiero yacer sobre una mesa de fiesta, como un pastel de boda, como una estatua de cristal, erguida, delgada y paralizada, en la mirada de todos los que miran pero no se acercan. Después, que me conviertan en ceniza, que me incineren la piel y los huesos hasta volverme una figura de arena, y luego, que una suave brisa me sople de cerca hasta llevarme por el mundo al que nunca viajé ni de ida ni de vuelta. O… no. Que no hagan nada con mi cuerpo. Mejor que me dejen así, solamente muerta, como los perros que tiran a la orilla de la carretera, esos que solo se inflan pero que perdonan y se desintegran. En fin… que no dejaré nota, esperaré a ver qué ocurrencia les brota en el instante cuando se den cuenta. Será divertido observar la carga en que se convierte uno para los que se la echan a cuestas. Lo que sí, moriré ligera, sin culpas ni deudas, trataré de descansar del peso por estar viva, y procuraré regresar para castigar la maldad y la ira, con un poco de mi alma negra que juró vengarse cuando estuviera muerta. Vengaré a los animales, a los árboles, al mar, a la tierra… ¿Aterradora? No. La muerte será divertida, es más; la ansío, ¡me muero por estar muerta!, y poder hacer jugarretas a diestra y siniestra. Crucificaré toreros, acecharé cazadores, aterrorizaré a todo el que haya atentado contra seres indefensos, acosaré a todo aquel que masacró a la inocencia y a la bondad. Lo tendré en la mira. ¡No!, no me lo llevaré conmigo, lo dejaré viviendo una vida miserable apartado del universo, donde nadie le hable, donde no haga daño a nadie más. O… no. Tal vez solamente muera y me deje de idioteces, porque morirse es cualquier cosa y sucede todo el tiempo. De la muerte nadie vuelve, nadie regresa, nadie tiene el poder de la venganza, nadie tiene el lazo dorado de la reiniciación. No tendré el poder de dar lecciones, no tendré un lugar a dónde ir. Estaré seguramente muerta y para estar muerta, solamente hay que morir.
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