Epilogo 
Las voces en mi cabeza se volvían cada vez más fuertes ¡Me molestaban! ¿Me incomodaban? ¡No! Era algo aun peor. Una chica, una chica ¿Había provocado esto? ¿A mí? ¿El chico que nunca volvería a entregar todo por amor? ¡Vaya promesa que me eh propuesto a romper!

-Daniel ¿Me escuchas?

-Hmm –Me retorcí con delicadeza sobre la cama completamente dura en la cual me encontraba

-Me alegra que estés bien.- Sentí su brazo posarse sobre mi hombro izquierdo.

-¿Quién eres?- No me molesté ni siquiera en abrir los ojos, si era capaz de conocerme entonces respondería con su nombre ¿O no?

-Ralph Morguen, agente de la policía de Nueva York.- ¿Agente? ¿Agente? ¡Esto debe ser una broma pesada! ¿Quién era ese hombre extraño? Abrí los ojos de par en par tal y como pude hacerlo. ¡Oh triste y cruel realidad!- Díganos ¿Qué recuerda de la noche anterior?

-¿Dónde estoy?- Ignoré por completo su pregunta sin importarme que sucediera despues. Forcé mi mirada a ver hacia otra parte.- ¿Qué hago aquí?

-No se retirará hasta que obtengamos respuesta

-¿Respuestas?- Me levanté un poco de la cama dura que estaba por debajo de mí. Pero… ¡Era el suelo! Toque mi cabeza mirando a mi alrededor y me encontraba en una avenida muy transitada de toda Nueva York.- ¿Qué clase de respuestas? ¡Ni siquiera sé que hago aquí!

-No busque alterar las cosas o no saldrá nada bueno de esta conversación.- ¡Ah! ¿Que quería decirme con eso?- ¡Anda con cuidado!

-¿Que ha sucedido?- El dolor de cabeza era insoportable, de momento llegaba a mí con recuerdos y escenas vagas, además de dolorosas.

 Una chica, una chica en el suelo con la cabeza sangrando a mil por horas, habría perdido al menos la suficiente sangre como para morir en ese momento. Un chico igual a mí tomándola en su regazo y manchándose todo de ese caliente liquido rojo. ¿Que era  aquello? El lloraba sin compasión alguna ante el cuerpo inmóvil de esa chica.
 
 -Su ex-novia.- Lo miré de repente.-  Emily ¿La recuerda?
 
 Y esas escenas continuaron. Una y otra, y otra vez. Traté de poner en orden los acontecimientos que recordaba en ese momento y ¡Pom! Como si me hubieran golpeado con un mazo gigante  lo recordé. ¡Emily! Mi novia desde sexto grado de primaria ¿Cómo podría olvidarla?
 
 -¿Le ha sucedido algo?
 
-Más bien pregúntese ¿Le ha hecho algo?- ¿Hacerle algo? ¿Al amor de mi vida? ¿A la persona que más amo en este mundo?

-¿Hacerle algo? ¡Es mi novia!

-Según habíamos oído a usted la había incomodado mucho la separación.- Me miró de pies a cabeza y jaló de mi brazo para que me levantara del frio pavimento.- Tendremos que llevarlo a la delegación.- Apretó con más fuerza mi brazo.- Muchachos ¡Llévenselo!
 
-¿Qué? ¡No! ¡Esto es un error! .- Me retorcí al ver dos hombres bien fornidos frente a mi, apoyándome sobre el auto y colocándome algo helado sobre mis manos, justo a mis espaldas. ¡Estaba preso, por un acto que pronto recordaré pero del cual no soy culpable!- ¡Me han tendido una trampa!.