Mensaje de texto para Mariana
Publicado en Feb 20, 2009
La llamada al teléfono celular nos acerca
Pero no resuelve el asunto. Es una cercanía imperfecta, amiga mía, porque igual seguimos lejos sin saber el uno del otro más allá de esas cuatro líneas en un mensaje de texto que siempre me recuerdan que cuento con vos. Pero no sabes nada del dolor y las nauseas y la fatiga de los remedios que me tocan tomar. Y de cómo navego alucinado por mi inconsciente en sueños profundos. Como yo no se nada de tus deseos maternales, ni de tus romances. Ni de que te sucede en esta tarde mientras el sol brilla soberbio. Yo, observaba la seducción de la chica del mac donalds que mientras buscaba como llegar a su cita por el gps del celular lanzaba miraditas al rubio de traje que pide un cuarto de libra con queso canchero, ganador, sorbiendo grotescamente una Coca cola. En la boca del subte una multitud que se pierde tragada en sus entrañas y el hombre de pelo gris que habla a los gritos sobre cifras y dólares, para que todos los escuchen sobre todo las mujeres vestidas en ajustados trajes de oficina con sus escotes abiertos y los pezones duros al escuchar la palabra dinero. El flirteo de un par de maricas, un musculoso y un flaco, que se seducen con la mirada en la avenida y se pierden en la oscuridad de una calle lateral para toquetearse en secreto antes de decidirse a cojer. Cuando cae la tarde dos chicas gorditas y bonitas mean borrachas en el garaje de un edificio mientras hablan con sus novios por celulares del mismo color que sus bombachas que están bajadas y dejan ver sus sexos peludos. Pero la marihuana ya no tiene el mismo efecto en esta extraña noche estrellada donde a pesar de tu llamada diciendo que andas cerca seguimos perdidos. Y que pienso que jamás nos encontraremos o todo lo contrario que todo aquello es el preanuncio, amiga mía, de una larga noche extraordinaria. Y temo quedarme sin credito e incomunicado.
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