Parte II,
Publicado en Mar 25, 2013
-Lo que pueda, yo, decirte, no es para justificarme.
Cuando el amor se ha marchado, lo mejor, es separarse. No fue algo repentino, ni tampoco caprichoso, Cierto día desperté y me sentí hundir, en un foso. No deseaba estar contigo, tus caricias me alteraban Soporté lo mas que pude hasta que al fin dije ¡Basta! Porque nadie está obligado a vivir con quien no quiere, ni por lástima, seguir, junto al por quien nada siente. Nada hallé para decirte. Nada había por decir. Igual no comprenderías. Entonces, elegí huir. Marché con solo lo puesto a encontrar otro camino que me alejara de todo lo que había conocido. Si soy feliz, me preguntas, con este cambio de vida? No se si esto es ser feliz. Al menos, estoy tranquila. Confundida entre la gente, se va por el boulevard Se opaca la luz del día y avanza la oscuridad. El eco de sus palabras se empieza a desvanecer. El hombre vaga sin rumbo y se siente envejecer.
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Filiberto Oliveros
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Haydée