Cuentos seriales V por E.R.V.
Publicado en Mar 27, 2013
Wilmot: Tengo ganas de coger, ahí, mientras todos en la calle miran, así sucedió en Amsterdam... años atrás, el callejón estaba lleno de parejas... nos mirábamos mientras el éxtasis subía por los cuerpos, algunos se intercambiaban a mitad del acto, era una amalgama bella de sujeciones, distintos ritmos, posiciones, gemidos. No sé quien era él, no tenía caso preguntarle el nombre, nadie sabe nada cuando hay que lamerse el cuerpo, es mejor que todo quede entre desconocidos. Aquí no pasa, uno tiene que recoger a las putas en la calle, en lugar de admirarlas en sus finas vitrinas, extraño asesinar en el distrito rojo, todo es más difícil. Hay a quienes lo complejo excita, por eso preferí matar que vender, es la ecuación más simple que he podido aprender en la vida, desde aquellos recuerdos donde algo parecido a lo que debía ser una madre, llegaba para cambiarse en el cuarto de atrás, me río cuando los especialistas creen que el pasado tiene tanto que ver con lo que uno decide hacer en el presente. No tiene objeto alguno el análisis, leí a Freud antes de hacer realidad mi primer sueño latente, el cual tenía que ver con esas vitrinas y la carne expuesta, no es sólo carne pensarán pero la realidad es que creo... nuestro cuerpo es un tejido inteligente, para qué lo usamos es tan subjetivo, yo lo uso para crear, para sentir, para ser. Nadie va a notar si es prostituta o chica de sociedad, taxista ó un abusador de niños que trabaja como maestro de arte en la secundaria adyacente a tu casa, lo cierto es que nunca me quedo cerca después de haberlos hecho reír, mostrándoles que no hay sentido necesario cuando uno va a morir, cualquiera, no importa cual jodida sea su vida, quiere vivir cuando siente el cuchillo cerca de sus genitales, incluso un tipo decía que no le importaba que lo castrara, porque se dio cuenta de mis esculturas de miembros colgadas en la pared, pocos lo habían notado, él estaba dispuesto a regalarme el suyo si lo dejaba ir. Me gustó tanto golpear su cráneo hasta comenzar a ver el cerebro... ahí estaba pero nunca había pensado que pudiera palpitar tan seriamente. Ahora hay que escuchar a Velvet Underground, Venus esta por llegar, le he dejado la mejor parte... sé que ella disfruta cada vez más los detalles de la muerte, le gusta ser quien besa sus mejillas cuando exhalan el aliento final... se excita, sus pezones diminutos se hacen más finos todavía, yo la miro mientras preparo la inyección para mantener a los cuerpos suaves, flexibles, y es que para mí lo importante es lo que uno hace después de haber muerto, nunca lo hecho durante el preludio de lo que algunos llaman vida. Ah si... decía que tengo ganas de coger, en la calle...Me gusta · · Compartir
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Aete
saludos