Taken.
Publicado en Mar 30, 2013
Ahora que no puedes tenermede repente me quieres.
Estoy felizmente casado con la mejor chica que puede existir, pero el primer amor es algo que nunca se olvida. Ese primer amor por el que haces locura. Se llamaba Valeria, y siempre la amé. Pero… Fue lo más duro que me pudo pasar.Todos los pensamientos los interrumpió mi celular con su misterioso tono cuando llegaba un mensaje. Era ella. Ahora que estoy con alguien másme dices que me amas. Lo leí un par de veces para verificar que era la realidad, y sí lo era. “Me cansé de ocultarlo, te amo. Pasaron dos años, pero te sigo extrañando y queriendo como antes. -V” Era ella, la conocía perfectamente, su manera de poner V en vez de poner su nombre, las comas y los puntos exactamente dónde van y cuando se necesitan. El número todavía seguía agendado en mi celular como Vale.De repente todos los recuerdos empezaron a surgir en mi mente… Yo dormía en tu puertapidiendo una oportunidad. Cuando peleábamos, terminaba sentado en la puerta de su departamento, tocando, tratando de que abra. Pero se escuchaba que ella solo lloraba y no tenía ni intenciones de abrirme. Me quedaba horas ahí, hasta que me dormía. Ahora que finalmente salí adelanteme dices que me extrañabas todo este tiempo. No pude salir adelante varios meses, hasta que la conocí a Pau y nos terminamos casando. Me costó mucho su partida, pues creo que si buscaba en el fondo de mi ser, la seguía extrañando. Y ella… Me partió mi corazón diciéndome que todavía me extrañaba. ¿Quién te crees que eres?¿Quién te crees que soy? ¿Por qué tenía que venir a meterse con mi vida, cuando ya estaba acomodada perfectamente? Ella sabía perfectamente que nunca la dejé de querer, pero no era quién ella creía que era, un muñeco con el cuál jugar cuando estaba aburrida. Solo te gusta verme roto,solo me quieres porque estoy ocupado.Tú no quieres realmente mi corazónno, solo te gusta hacer lo que sabes,todavía eres la única que logra que esto se rompa,solo me quieres porque estoy ocupado. Amaba ver como lloraba, como le suplicaba que vuelva conmigo, pero nunca le importé lo suficiente. Era como si ella viniera y solo me quería de nuevo ahora que ya no estoy libre y que tengo una hermosa esposa. Juegas con mi cabezaniña, eso es lo que mejor haces. Apareciste en mi casa como si todavía fuéramos mejores amigos, sin tocar mi puerta, presentándote con los tacos y ese traje ajustado a tu cuerpo de secretaría. Tu pelo no iba recogido, pero lucías muy diferente.No puedo dudar de lo que siento, no, yo amo a Pau. Yo no quiero a Vale, no… No podía decir eso teniéndola al frente, todavía sentía ese amor por ella. Diciendo que no habrá nada que no hagas, para conseguir mi sí. «No me voy a ir hasta que admitas que todavía me quieras» dijo ella, sacándose sus tacos y dejándolos a un costado, apoyándose en la pared como si su único plan era arruinar mi vida. Eres imposible de resistir, pero no apostaría tu corazón en esto. Ella creía que el hecho de que la haya amado le daba algún privilegio. Aunque a la vez podría ser cierto…Ver su cuerpo, sus facciones, su sonrisa que conquistaba a todos, me hizo sentir como la primera vez que la vi, como si estuviera cayendo en sus redes.Pero, ¿tan importante era para ella, que apostaba todo en esto? ¿Su dignidad, su tiempo? Es como si finalmente despertara, y tú solo eres un hermoso error. Cerré los ojos y los volví a abrir, tratando de volver en el tiempo y no haberte conocido, evitar un error tan grande como fue haberte dado tanto lugar en mi vida. Gracias por mostrarmequien eres por debajo.No, gracias, no necesito otra miseria despiadada. Nunca pude saber quién realmente era pero ahora que la veía acá, tratando de arruinar todo, me di cuenta que solo le importaba ella. ¿Cómo pude haber estado tan enamorado de ella? Sufrí demasiado por una chica que nunca me supo valorar. Tú crees que hago esto para darte celos, sé que odias escuchar esto, pero esto ya no es sobre ti. — ¿Querés darme celos, no? - preguntó, todavía apoyada en la pared. — Sabes exactamente qué es lo que pasa. - dije, mostrándole mi anillo.— Ya sé que te casaste con mi mejor amiga, no es necesario que me lo repitas - se notó ese tono incómodo en su voz.— Bueno, no es necesario que vengas así.— ¿Querés darme celos? ¿Qué es lo que querés?— Vale, esto ya no es sobre ti. Noté como sus ojos se llenaron de lágrimas y se limitó a agarrar sus zapatos altos y salir corriendo. Ahora que no puedes tenermede repente me quieres. «Yo sé que te arrepientes por todo» dije por lo bajo, tocando mi anillo, y creando una sonrisa.
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Natascha