No puedo decir tu nombre…
Y en la distancia…sin verte…
No puedo nombrarte,
No puedo escuchar tu voz en el aire.
La soledad más profunda
Y el más infinito silencio…
Como nubes del otoño,
Arremolinan mis recuerdos.
 
Mirando al sur la tarde muere
Se resigna un nuevo día…
El ocaso atraviesa como flecha,
Dejando un aura de melancolía...
Reflejando, en su cara de roble,
Con tinte de oro a un rojizo cielo.
 
Musita mi guitarra….
Un antiguo verso
Que se apaga como fuego, y,
Es lo único que queda porque…
Ya no puedo ni decir tu nombre…
Porque ya no puedo gritarlo
 
Desde lo más profundo de mi alma...
Tal vez no la vida, pero dios,
O tal vez no dios y si la vida,
Nos dejaron en la desidia,
De este tiempo,
Que agoniza…
 
Héroes cobardes…
Reyes sin trono…
Mudos… sin manos…
Ahora gritar da lo mismo
Que tragarse el universo.
Si cuando quisimos
Que el viento nos lleve a su morada…
Nos falto sangre y venas,
Nos faltaron el deseo y las ganas.
 
No puedo decir tu nombre…
Y en la distancia…sin verte…
No puedo nombrarte,
Ni escuchar tu voz en el aire.
La soledad más profunda
Y el más infinito silencio…
Es lo único que ha quedado….