Atención: cada vez que aparezcan estos (**) me referiré a un pensamiento.
Me despertaron los primeros rayos del sol que entraban desde mi ventana. Trate de darme vuelta pero no pude. Estaba Teate al lado mío, dormido todavía. Que bello era poder verlo dormir, su cara tranquila me hacia recordar la primera vez que lo vi.
-Buenos días bello durmiente.- le dije dándome vuelta finalmente mientras tocaba su cara.
Abrió los ojos de repente, pero seguía inmóvil en su misma posición. Sus ojos parecían transparentes, porque la luz del sol los iluminaba.
-Buen día hermosa.-me dijo acercándose mas a mi cara.- ¿Cómo has amanecido?
-Bien, gracias por venir a verme.- le dije mirándolo mientras me sentaba.-
-De nada. Era lo menos que podía hacer. Eres muy importante para mi.- me dijo mientras se paraba.- Te vi tan linda dormida que no quise despertarte: vine a disculparme contigo, no tenia que tratarte así, yo...
Me levante rápidamente y lo abrase fuertemente. No lo deje terminar lo que estaba diciéndome.
-Está bien Teate, no tienes que pedirme disculpas por nada, ayer ya me las has pedido.- le dije separándome de él y mirándolo a los ojos.-
-¿No estabas dormida? Jajaja me has engañado!- dijo riéndose  con una leve mueca.- Enserio, perdóname.- me repitió nuevamente pero esta vez acerándose más a mi.-
-No te hagas más problemas Teate, todo sigue igual... como siempre.- le dije.-
Me abrazo; pero esta vez fue un abrazo mucho más fuerte que el anterior. Nos quedamos así un largo rato hasta que nuestro abrazo se vio interrumpido por mi abuela. Entro  y al vernos abrasados tan tiernamente, simplemente se limito a entre cerrar la puerta para avisarnos que el desayuno ya estaba listo.
-Espero que tu abuela no se enoje, no quisiera tener problemas con ella.- me dijo sonrojándose.- mejor bajemos rápido.
Asentí con la cabeza y bajamos rápido a desayunar. Estaba mi abuelo sentado en la cabecera de la mesa mirándonos con esa típica mirada de padre celoso, pero no ami, sino a Teate.
-Espero que hallas dormido bien, Teate. Creo que tienes que irte rápido. Tu madre debe estar preocupada.- dijo sacudiendo el diario y dando vuelta la hoja.-
-Ahí Thomas, nunca cambiaras, deja al pobre muchacho en paz. Todavía no ha desayunado y tu ya lo quieres echar de aquí.- dijo mi abuela sirviéndonos el té.
Tomamos tranquilamente todo. Cuando terminamos, yo y el nos levantamos y nos fuimos al jardín donde estaban las caballerizas.
-Tu abuelo, se nota que se preocupa por ti. - Me dijo mientras caminábamos hacia la tranquera.-
-Sí, somos muy parecidos, además, creo que es el único que entiende por lo que estoy pasando en mi casa.- le conteste.- creo que es por eso.
Llegamos y me senté sobre esas maderas mientras que Teate quedo parado frente a mí. Continuamos hablando pavadas, hasta que en un momento, el comenzó a acariciar mis piernas que quedaban sus pendidas en el aire. Ignore por completo su acción, ya que creí que solo se trataba de una broma, pero todo cambio cuando dejo mis piernas y me jalo de las manos para abajo, para que quedara a su misma altura.
-¿Sabes que te amo?.- me dijo acercándome más a él.-
-Sí, creo que ya me lo has dicho varias veces.- le dije mientras lo abrazaba del cuello.-**pero que estoy haciendo? Halina! Detente, tienes un novio en la ciudad que esta esperándote: ¿Qué crees que haces?**
Supongo que Teate se dio cuenta de lo que estaba pensando, ya que lo único que me dijo fue que no me preocupara, que no me haría nada pero, que ganas no le faltaban.
-Hey!- le dije empujándolo.- ¿qué tratas de decir?
-Nada es solo que...-me dijo mirándome por los costados, mientras bajaba sus manos por mi espalda.- me gustas mucho Hali.-me dijo acercando su cara a la mía.-¿Puedo besarte?
No le respondí nada y simplemente lo bese, lo bese como nunca antes lo había besado. Nos quedamos así un largo rato mientras nos abrasábamos muy fuerte.
-Te Amo Hali, quisiera preguntarte algo: ¿Quieres ser mi novia?.- me dijo
Miles de imágenes acompañadas por pensamientos vinieron rápidamente a mi mente. ¿Estaría soñando? Recuerdo que lo único que pude decirle fue que sí, que quería ser su novia y que estaba dispuesta a todo con tal de tenerlo a mi lado; verdaderamente no había pensado nada, solo lo había contestado rápidamente sin pensarlo.
-Te amo, gracias por aceptarme.-me dijo abrasándome muy fuerte.- Te prometo que no te arrepentirás.
Lo abrace también, no podía creer lo que había dicho. Ahora si tenía claro lo que quería. Lo primero que haría al llegar a la ciudad, seria despedirme de Esteban.
-Yo... yo también te amo.-le dije con un hilo de voz.-
-Ven, vamos quiero enseñarte algo.- me dijo llevándome de la mano.-
Comenzamos a caminar hasta que entramos al bosque, debo admitir que no sabía a dónde me llevaba, pero si sabía que estaría segura. Continuamos caminando, hasta que en un momento me pare y le dije a donde iríamos, porque yo necesitaba llegar temprano a mi casa o si no tendría problemas.
-Descuida, todavía es el medio día.- me dijo sin mirarme, mientras continuaba caminando.-
Caminamos y caminamos, en mi mente comencé a preguntarme cuando llegaríamos, el bosque cada vez se iba tornando más oscuro y con nieblas en el camino. Hasta que de repente ante nosotros apareció el techo de lo que sería una cabaña.
-Teate, ¿qué es esto?- le dije mientras me paraba en la entrada de la cabaña.-
-Esto quería enseñarte, esto construí con mi padre cuando era pequeño.- me dijo sentándose en la escalera que había para subir a la puerta.-
-Wow, está muy linda, pero ¿porque la construyeron? Si tienes una hermosa casa cerca de la de mis abuelos.. -le dije sentándome al lado suyo.-
-Justamente eso es de lo que quería hablarte.- me dijo parándose frente mío.- Es de lo que quería decirte hace mucho tiempo, pero no sé como decírtelo, no es algo de lo que me agrade hablar, es más, siento como que no merezco estar aquí, no quiero hacer más las atrocidades que hago gracias a la herencia de mi padre. Prefiero morir, antes de lastimar a otra persona...- me dijo soltando una lagrima-.
-Pero, ¿Qué dices Teate? A que te refieres, no te entiendo.-le dije parándome y acercándome más a él.- Cuando hice  esto, el se alejo de mi rápidamente, como si no quisiera que me acerque a él.
- ¿Te acuerdas cuando me contabas que había alguien que estaba matando a los animales, lo de tu abuelo, cuando me encontraste sucio con sangre con la ropa rota y cuando me enoje contigo sin razón?, Bueno.- me dijo mientras lloraba, sus lagrimas caían por su cara, ver eso me conmovió mucho.- Quiero decirte que el que es autor de esos hechos, Soy Yo Hali, Yo soy el responsable de todo eso! Y sé que detestaras luego de esto- me dijo con un hilo de voz que logro, mientras se sentó en el suelo a llorar desconsoladamente.-
No podía creer lo que había escuchado, no reaccionaba, me había quedado parada, atónita, sin saber qué hacer. De repente, lo único que hice fue acercarme a él y abrazarlo, solo abrazarlo.
-Tranquilo Teate, tranquilo.- le dije.- no llores, no me gusta verte así, no voy a juzgarte, te dije que estaría contigo pase lo que pase y así será.- le dije levantando su cara para mirarlo a los ojos.-
Lo bese y me senté a su lado.
-Quiero contarte todo, absolutamente todo, quiero que sepas todo acerca de mi.- me dijo desidamente.- Ven, vamos entremos y te lo contaré.
Los levantamos y entramos a la cabaña y fue ahí cuando comenzó a relatarme toda su historia.