El comienzo del final siempre es la parte mas difícil, cuando creíamos que estaremos con aquella persona para toda la vida y no resulto ser así. Lo mas difícil en ese momento es pensar, lo mas fácil es mal pensar, ver como poco a poco tu corazón se va quebrantando con cada recuerdo, con cada plan que no se va a poder cumplir acompañado de un puñado de palabras en un mar de ira apasionada, solemos creer ciegamente que ya no podremos vivir sin su figura, pero estando mas cuerdos nos damos cuenta que si podemos, pero que no queremos, ideamos miles de planes, frías estrategias, algunas hasta pueden ser peligrosas, incluso no sabemos medir las consecuencias que pueden traer, tratando de llamar la atención de su mirada, pero esa es la parte descarnada del amor, la parte de la locura, el desamor, el infierno.
Una persona verdaderamente enamorada en una escenografía como esa nunca sabe que decisión tomar, no sabe a que camino dar el primer paso, una persona verdaderamente enamorada es capaz de esperar, como también olvidar. ¿Es irónico no? si quieres olvidar a alguien muchas veces solo tenemos que acercarnos mas aquella persona, quedarse en su entorno, madurar, ser indiferente estando en su presencia pero esta vez con la mentalidad de que esta prohibido recordar, prohibido demostrar debilidad, prohibido las ganas, prohibido el amor.

Pero si queremos seguir amando a alguien, decidimos hacernos a un lado, sabemos que no soportamos esperar nada ni ah nadie, ya que sentimos que es una perdida de tiempo, pero cuando decides esperar a quien te falta estas dispuesto a que todo el tiempo del mundo solo sea un breve momento, tu felicidad va disminuyendo o aumentando simultáneamente cada minuto que pasa, es la única espera en la que te vuelves mas joven mientras pasa el tiempo por tu ventana, se vuelve la forma mas brutal y divertida de mantener intacto el cariño, alimentándonos solo de la esperanza de que todo al final valdrá la pena, que volverás a escuchar ese silencio que tanto te gusta, ese silencio que no es incomodo, ese silencio que solo es agradable con la persona adecuada, la persona de la cual tus huesos siguen esperando, la persona de cual te enamoraste.