Cuentan la historia de un hombre, su oficio era cazador
era un hombre de renombre con fama de gran valor
fuerte, audáz y decidido, certero en cada disparo
no era ningun bandido ni acostumbraba el descaro
ninguna fiera escapaba de sus trampas o sus balas
a todas las atrapaba y hasta parecía asustarlas.
Pero un digno rival encontró: un león de melena negra
del miedo no se libró, cuando la vida peligra
todas sus trampas burlaba, y no creía que fuera cierto
de sus balas escapaba cuando ya lo daba por muerto
acostumbrado a ganar el cazador se ofuscó
juraba poder matar al león que lo burló
siguió su rastro por días, por semanas y por meses
perdiendo sus alegrías y su rastro muchas veces
al fín de tanto buscar súbitamente lo vió
casi lo podía tocar y el león ni se inmutó
se miraron frente a frente, el calor los asolaba
el cazador lentamente ya su rifle levantaba
pero cuando jaló del gatillo sus manos se estremecieron
pues la bala y el casquillo en el rifle se trabaron
sabía que estaba perdido, y se preparó a morir
huir no hubiese podido y miedo empezó a sentir
al tratar de concentrarse para una oración decir
no pudo más que asombrarse, pues una voz empezó a oir
''¿porqué tu quieres matarme?¿dime qué quieres de mi?
pues no dejas de acosarme y hasta te olvidas de tí
mi piel no vas a vestirte, mi carne no comerás
si pudieras decidirte, dí porqué me matarás
tu odio yo no lo entiendo, ni tu afán por destruirme
no puedo vivir huyendo, de mi hogar no voy a irme
yo mato para comer, mis cachorros tienen hambre
yo no mato por placer, eso solo lo hace el hombre
ahora mismo de un zarpazo acabaría tu destino
pero eso no tiene caso, yo no soy un asesino
quizá la próxima vez el final será distinto
o me matas de una vez, o quizá gane mi instinto. 
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