LIBRE DE PECADOS
Publicado en Aug 25, 2009
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"Te entrego la pelea, Matilde". Aquí queda el reloj de arena con el sol de las Antillas. Las tazas de café hurtadas en la pousada de Recife. Tus suecos pintados por ese senegalés que te miraba los pechos. La agenda con todas las direcciones de los lugares donde volveríamos algún día. Los cantos rodados levantados de una ría, en Galicia. Tu lápiz labial olvidado en el hotel de Lisboa. El poema de Pessoa que escribí con fibra azul en la servilleta del café Picasso. Las treinta y cuatro monedas polacas. El retrato de Madonna firmado en la Biblioteca Nacional. La cinta naranja y violeta que una gitana de Turquía te ató al pelo. La foto de Paquito y Mary en San Andrés de Giles. El dragón de origami hecho con papel reciclado. Las lunas de aluminio y cobre que compré una tarde lluviosa en Chiloé. Te entrego la pelea, Matilde, porque no quiero seguir con la ceguera. Porque ya no me seduce la tercera posición, el imperio americano, la lucha de poderes, los negros de los ghetos, los judíos sin tierra, los pobres sin planes de ayuda, la carrera espacial, los islámicos enfurecidos, los budistas atormentados, los católicos sin esperanza, tu amiga la científica europea, el maestro de jazz que vive hablando de sí mismo, la doctora en filosofía que solamente atiende el teléfono para dictar sus pensamientos. Tu gata Almendra. El catalán pedante que me mira con soberbia, tu tía Amparo que siempre dijo que soy un inservible. Son tuyos. Nunca fueron míos. Como tampoco el dinero, las sillas tapizadas de gobelino australiano, el piano y la porcelana inglesa. ¿Qué llevo? La pipa de Somera que me regalé en la playa de San Pedro de Sula. Las llaves de la cabaña alpina que la señora Parker me entregó en San Martín de los Andes, para cuando me haga falta un refugio. El diario "La Nación" con mi fecha de nacimiento y la botella con el mensaje que nunca arrojamos al mar. Si por casualidad, alguien pregunta por mí, la respuesta es obvia: "Está loco".
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miguel cabeza
Un abrazo
doris melo
inocencio rex