LIBRE DE PECADOS
Publicado en Aug 26, 2009
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"Esto del tango nos va a matar", aguijoneó Malena. Tenía razón. La vida es una herida absurda, recitó Armando. Era primavera en San Telmo. Perú y Humberto I. Setiembre 28. 23.30. Noche ventosa. En la pieza la humedad perfumaba las paredes. Una semana sin laburo. Balbuena, el dueño del camión, hacía 15 días que no tenía mudanzas. La gallega pedía el alquiler. Habían comido en el patio. Empanadas y sangría. Antonia los mandó a dormir: "Yo me levanto a las 5 asiqué a la cucha"¡Otra vez boca arriba! Sin puchos, sin un trago que queme la garganta, moviendo la pantallita para darse aire, rascándose la cabeza. Le tocó la pierna humedecida¡Déjame negro, no quiero candombe! "Malena, el turco te tiene ganas, te quiere hacer la fiesta, yo me hago el lonyi y vos la jugás de lora". Decí por Dios que me has dado, que estoy tan cambiado, no sé más quién soy. El turco era hombre de púa fina y no perdonaba a los otarios. El final fue en el patio, cuando todos dormían. Armando quedó clavado en la parra. Malena no gritó, no lloró, no resistió. Hoy sin guita y sin amor, sólo tiene un cadenero que la trata con rigor.
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miguel cabeza
inocencio rex